20090309

EL SUEÑO DEL REY


Los escritores norteamericanos, desde Roger Williams (1683) hasta Joshua Spalding (1796), dieron explicaciones proféticas de DANIEL.
Roger Williams, pionero de la libertad religiosa en Norteamérica, declaraba que el poder de Daniel 11: 36 era igual al cuerno pequeño papal de Daniel 7: 25.
Ephraim Huit (m. 1644), primer expositor colonial sistemático de Daniel, decía que el cap. 11 era paralelo con las profecías precedentes de los cap. 2, 7 y 8. También afirmaba que el rey blasfemo del cap. 11: 36 era el "anticristo romano", pero que Turquía era el "rey del norte"; y terminaba los 1.290 y 1.335 años en 1650 y 1695, respectivamente, haciendo comenzar ambos en 360, cuando los sacrificios judaicos fueron eliminados por Juliano el Apóstata.
También Thomas Parker (mediados del siglo XVII) aplicaba los vers. 36-40 al papado, y creía que Turquía era el rey del norte, pero terminaba los 1.290 años en 1859.
Samuel Hutchinson también creía que Turquía era el último poder del cap. 11, cuyo fin llegaría con el segundo y glorioso advenimiento de Cristo, junto con la destrucción del hombre de pecado, pero no establecía fechas para los períodos proféticos.
Increase Mather, rector de la Universidad de Harvard, también sostenía que el papado era el poder del vers. 36, y que después venía la "familia turca otomana". Hacía comenzar los 1.290 y 1.335 años en 440 ó 450.
Su famoso hijo, Cotton Mather (m. 1728), también comenzaba ambos períodos -1.290 y 1.335 años- en 440 ó 450 d.C. De esta manera hacía concluir el último período en 1785, dándole una terminación escatológica.
Por el contrario, William Burnet, gobernador de Nueva York y Massachusetts, creía que el papado era el poder principal de la última parte del capítulo, y extendía los 1.290 años hasta 1745, y los 1.335 hasta 1790, cuando ocurriría la primera resurrección y estaría muy próximo el reino de Dios.
El párroco episcopal Richard Clarke (m. 1780), de Carolina del Sur, finalizaba los 1.335 años en 1765, fecha en que esperaba la "medianoche" del mundo y la caída de Babilonia.
Samuel Hopkins (m. 1803), teólogo congregacional, no asignaba fechas específicas a los períodos; pero comenzaba los 1.260 años en 606, y pensaba que este período profético podría comenzar junto con los 1.290 y conducir a la restauración de la iglesia.
En esta forma, el siglo XIX alboreó con Samuel Osgood, director general de correos, que interpretaba al poder otomano como la figura central de Daniel 11:40 en adelante, el cual llegaría a su fin con el segundo advenimiento; pero rehusaba señalar con precisión los 1.290 ó 1.335 años.
James Winthrop, bibliotecario de la Universidad de Harvard, comenzaba en 532 los 1.260 y los 1.290 años, concluyendo los primeros en 1822 con el juicio, y los 1.335 con el comienzo del milenio, sincrónicamente con el fin de los 2.300 años.
Joshua Spalding, "estrella matutina" de la esperanza premilenarista y cuyo opúsculo fue reimpreso por los milleritas-, explícitamente aplicaba Daniel 11: 44-45 al anticristo papal que saldría con gran furia para destruir y aniquilar por completo a muchos, y que entonces llegaría a su fin. Entendía que los períodos de 1.290 y 1.335 años de Daniel 12 llegaban hasta la primera resurrección y la nueva Jerusalén, con la liberación de la iglesia, la cosecha y el juicio inminentes. Este fue el marco histórico inmediato de la interpretación millerita.


8.05. Las fechas finales ubicadas cada vez más tarde
En la era posterior a la Reforma, numerosos voceros europeos, entre George Downham (1603) y James Bicheno (1794), nos han dejado explicaciones de Daniel 11 en las que tratan de ubicar los 1.290 y los 1.335 días. Algunos dicen sencillamente que el período más largo lleva hasta el segundo advenimiento, la resurrección, el fin, el día del juicio o la nueva Jerusalén. En otros casos, se sugirieron fechas específicas, calculadas sobre el principio de día por año.
El obispo Downham, de Derry, identificaba al papado como el "rey del norte", destinado a llegar a su fin con el período más largo de 1.335 días o años, concluyendo con lo que él llamaba el "glorioso estado de la nueva Jerusalén".Por el otro lado, el educador disidente Henry More (1614-1687) creía que no sólo el anticristo (sin duda el papado) estaba indicado en Daniel 11: 37-38, sino que el último rey del norte que llegará a su fin sin recibir ayuda representaba a los turcos. De modo que estas dos opiniones se desenvolvían entonces paralelamente.Las dos posiciones fueron combinadas por John Tillinghast, quien pensaba que tanto el papado como los turcos estaban indicados desde Daniel 11: 40 en adelante. Ambos, según él, habían de ser destruidos por la venida de Cristo. Y calculaba los 1.290 años desde Juliano (366 d.C.) hasta 1656, computando también los 1.335 años desde 366 hasta 1701 -el fin de los 2.300 años-, con el reinado personal de Cristo y el milenio. Pero William Sherwin (1607-1687) aplicaba a los turcos la identidad del último rey del norte, destinado a llegar a su fin sin ayuda. Y terminaba los 1.290 años en 1656 (computados desde Juliano el Apóstata), y los 1.335 y 2.300 años en 1700, comienzo del "tiempo bienaventurado". De modo que las fechas finales fueron proyectadas haciaadelante en forma gradual.Thomas Beverley, en 1684, también consideraba que Turquía era el rey del norte, que pronto llegaría a su fin predicho. Decía que el "fin de todo" se aproximaba y que ocurriría en 1772 cuando terminaran los 2.300 y los 1.335 años. El autor anónimo de The Mysteries of God Finished [los misterios de Dios consumados] (1699) pensaba que los 1.335 años terminarían simultáneamente con los 2.300, quizá en 1699, al fin del reinado del anticristo, y los 1.260 y 1290, en 1685.
William Lowth, comentador bíblico (1660-1732), interpretaba al papado como el rey de Daniel 11 "que hará su voluntad", y decía que los 1.335 años llevarían a la purificación del santuario y terminarían junto con los 2.300 años.En el siglo XVIII, exégetas de Gran Bretaña, Suiza y Alemania procuraron otra vez resolver el misterio de las fechas de estos dos períodos. Unos los hacían terminar en 1745 y 1790, respectivamente; otros los extendían hasta 1860. Hacían corresponder su terminación siempre con las "últimas cosas": el juicio final, la resurrección y el advenimiento o establecimiento del reino de Dios.El pastor reformado Johann Petri (fines del siglo XVIII) extendía los 1.290 años hasta 1847, cuando comenzaría el reinado del milenio; y concluía los 1.335 años en 1892, como preparación para el descanso eterno. Posteriormente, Hans Wood, de Irlanda, veía a Turquía en Daniel 11: 44-45, y el fin de los 1.290, los 1.335 y los 2.300 años en 1880.
El disidente James Bicheno (m. 183l) hacía comenzar los 1.290 y los 1.335 años en 529, por lo que terminaban en 1819 y 1864. Esta última fecha era el año del "Bienaventurado", y Turquía era el rey del norte. Sin embargo, Christian G. Thube, de Alemania, a fines del siglo XIX, creía que el papado era el poder de Daniel 11: 36-45.


8.04. Diversas opiniones anteriores a la Reforma y en tiempos de ella
Durante la Edad Media, Juan Milicz (m. 1374), precursor de la Reforma en Bohemia, combinando Daniel 12: 12 con Mateo 24: 15, computaba los 1.335 años desde la crucifixión hasta el anticristo, alrededor de 1363-1367.
El erudito Nicolás de Lira (m. 1340) también creía que los 1.290 y 1.335 días de Daniel eran años. Y
Juan Wyclef (c. 1324-1384) interpretaba la "abominación desoladora", a que se refirió Cristo, aplicándola a la contaminación del santuario en Daniel 11, como la doctrina de la transubstanciación. Basándose en su entendimiento de las profecías acerca de los 1.260 y 1.335 años, escribió en 1356 que el fin estaba muy cerca.
John Purvey (c. 1354-1428), colaborador de Wyclef y autor del primer comentario protestante, creía que él vivía en los 45 años (evidentemente entre los años proféticos 1290 y 1335) dados a los elegidos para arrepentirse. Y Walter Brute (siglo XIV), erudito lolardo, hacía comenzar los 1.290 años en el año en queAdriano colocó la abominación (ídolo) en el lugar santo y los extendía hasta que se manifestara el anticristo.
Martín Lutero (1483-1546) consideraba que el rey que "hará su voluntad" (Daniel 11: 3) era el papa, el cual llegaría a su fin entre los mares Tirreno y Adriático sin que nadie lo ayudara.
"Aquí, en Daniel 11: 37, tenemos una descripción del anticristo . . . Este reinará entre dos mares, en Constantinopla, pero ese lugar no es santo; ellos [los turcos] tampoco prohiben casarse; por lo tanto, créaseme, el papa es el anticristo".
Al igual que veintenas antes que él, Lutero también sostenía que los 1.290 y 1.335 eran años, pero los hacía terminar por 1372. Por el contrario, Melanchton (1497-1560) destacaba las perversiones mahometanas y papales del culto verdadero, y decía que Daniel 11: 45 podría referirse no sólo a Turquía, que tiene su sede entre los dos mares, sino también a la sede del papa de Roma, también ubicada entre dos mares.
Procurando ubicar este período, Funck, de Nuremberg, tomaba el año 261 d.C. como punto de partida de los 1.290 años, y los hacía terminar en 1550; además, extendía los 1.335 años a 1595, 45 años más tarde. Ecolampadio (1482-1531) sostenía que Daniel 11 culminaría con el anticristo.
Desde Nicolás Selnecker, de Nuremberg (1530-1592), en adelante, numerosos eruditos bien conocidos -incluso el arzobispo inglés Thomas Cranmer y el obispo John Jewel- consideraban al papa como el poder de la última parte de Daniel 11. Por el contrario, unos pocos creían que se refería a Turquía.
Lord John Napier (principios del siglo XVII), primer expositor escocés del Apocalipsis, al considerar los 1.290 y 1.335 días como años, creía que los 1.335 podrían ir desde la supresión de las ceremonias judías en tiempo de Juliano, 365 d.C. y, por lo tanto, terminarían en 1700, tiempo en que esperaba el día del juicio. Por el contrario, el cardenal Belarmino, de la Contrarreforma católica, como era futurista procuraba limitar los 1.290 días a una sola persona maligna. Además, opinaba que los 45 días entre los 1.290 y los 1.335, serían días literales antes de que el anticristo fuera muerto.


8.03. Tentativas de los judíos para ubicar los períodos
Numerosos expositores judíos -desde Benjamín ben Moisés Nehavendi, caraíta persa del siglo IX, hasta Naftalí Herz ben Jacob Elhanan, cabalista del siglo XVI- aplicaban el principio de día por año a los lapsos proféticos de Daniel de 1.290 y/o 1.335 días.
Por lo menos siete lo interpretaron así antes de que el católico Joaquín de Floris aplicara la fórmula del principio de día por año a los 1.260 días, y antes de que sus seguidores, en el siglo XIII, lo extendieran hasta incluir los otros lapsos proféticos de Daniel. Nehavendí extendía los 1.290 años desde la destrucción del segundo templo hasta 1358 d.C.
Una sucesión de eruditos judíos, desde Saadías de Fayum (882-942) en adelante, declararon que esos lapsos eran años. Algunos no les aplicaron fechas; otros lo hicieron desde el siglo I -quizá partiendo de la destrucción de Jerusalén hasta la era mesiánica, que tal vez terminaría por 1358 y 1403-, y otros terminabanlos 1.290 por 1462, los 1.335 en 1575 ó 1594. Estos expositores estaban esparcidos por Francia, España, Alemania, Bulgaria, Argelia y Turquía.
El estadista Isaac Abravanel esperaba el fin de los 1.335 años por 1503, y sostenía que las naciones de Daniel 2, 7 y 8 eran también el tema de Daniel 11. Pensaba que tal vez los reyes del norte y del sur eran un símbolo de los cristianos y los turcos, y hacía terminar los 1.290 (1.390) años con la conquista de Constantinopla en 1453.


8.02. El principio de día por año aplicado en el siglo XIII
En 1297, Arnoldo de Villanova declaró que el anticristo vendría aproximadamente al fin de los 1.290 años, "desde el tiempo cuando el pueblo judío perdió la posesión de su tierra" (después de la caída de Jerusalén en manos de los romanos).
Parece haber sido el primer escritor cristiano (si no lo fue Olivi antes) que aplicó específicamente el principio de día por año a estos períodos más largos, y hacía terminar los 1.290 años en 1376 ó 1378, y los 1.335 años en el siglo XV, en la era de la tranquilidad universal de la iglesia.
Pierre Jean d'Olivi (1248-1298), franciscano francés, jefe de los"espirituales" (grupo rigorista en la orden de franciscanos), también aplicaba el principio de día por año a los 1.290 y 1.335 días. Pensaba que los períodos de 1.260 y 1.290 años eran lo mismo, pero calculados de diferente manera. Los 1.290 años se extendían -según él- desde la muerte de Cristo hasta el anticristo, y los 1.335 años, 45 años más allá, llegaban al jubileo de paz, al séptimo estado de la gracia.


8.01. Perídos proféticos de Daniel 11 y 12 - Considerados durante siglos como días literales
La exposición precristiana de Daniel 11 comenzó con la comprensión de que esta profecía repetía con detalles literales el desarrollo de los mismos tres poderes descritos en Daniel 8: Persia, Grecia y Roma. El
Comentario de Habacuc, uno de los documentos esenios hallados entre los Manuscritos del Mar Muerto, compuesto antes de la era cristiana, señala a los romanos como Quitim.
En el manuscrito Quisiano de la LXX, del siglo IX, la palabra "Quitim" no aparece; se usa directamente la designación "romanos". Sin duda este manuscrito representa un parecer bastante anterior a la fecha de la copia que se conoce. Conociendo la interpretación de su tiempo, el traductor o copista sencillamente puso "Quitim" (Daniel 11: 30).
Sin duda el primer escritor cristiano que intentó identificar un elemento específico de este capítulo fue Hipólito, quien declara que el "rey descarado" de Daniel 11: 36 es el anticristo, una persona maligna que debía reedificar a Jerusalén, restaurar el santuario y aceptar que lo adoraran como a Cristo. Para Hipólito, los 1.290 y 1.335 días de Daniel 12, relacionados entre sí, eran meramente días: los 1.290 días representaban el período de la guerra del anticristo contra los santos, y el reino de los cielos vendría para los que sobrevivieran a los 45 días posteriores a los 1.290, es decir hasta el fin de los 1.335 días.
Cirilo de Jerusalén (c. 315-386) menciona que algunos han aplicado los 1.290 y 1.335 días al período del anticristo. Y Jerónimo (c.340-420) escribió: "Pero nuestro [pueblo] piensa que todas estas cosas se profetizan acerca del anticristo, quien existirá en el último tiempo".
Teodoreto de Ciro (c. 386-457), teólogo griego de Antioquía, hacía aquí valer los tres tiempos y medio, o años, con los 1.290 días. Y Aimón de Halberstadt (obispo de 840 a 853), sostenía que después de los 1.260 días y de la muerte del anticristo, 45 días -la diferencia entre los 1.290 y los 1.335 días- son dados para que se arrepientan los elegidos, y son días de gracia.
El Venerable Beda (c. 673-735), historiador inglés, creía que el segundo advenimiento seguiría a los 1.335 días -45 días después de 1.290-, cuando Cristo vendría en majestad, después de la destrucción del anticristo. Y sus tres tiempos y medio son años literales. Importantes eventos políticos durante la vida de Daniel.
1. Año 605 antes de Cristo. Nabucodonosor ataca a Jerusalén. Daniel es llevado cautivo a Babilonia. Datos al respecto se encuentran en 2 Reyes 24,
Daniel 1:1-7 , Las crónicas babilónicas y El papiro araméico de Saqqarab .
2. Año 598. Los babilónicos atacan a Israel por segunda vez.
3. Año 586. Tercer ataque de Babilonia a Jerusalén. El templo queda destruido.
4. Año 562. Nabucodonosor muere.
5. Año 550. El perso Ciro conquista a los medos.
6. Año 539. Ciro, rey de Persia, conquista a Babilonia.
7. Año 538. El israelita Zorobabel regresa a Jerusalén. Se inicia la reconstrucción del tempo. El libro de Esdras proporciona mucha información sobre este acontecimiento.
8. Año 522. Darío I asciende al trono del Imperio Medopersa .
9. Año 516. Se acaba la reconstrucción del templo judío en Jerusalén.
B. Importantes eventos espirituales en la vida de Daniel.
1. Año 605 antes de Cristo. El joven Daniel figura entre los cautivos israelitas llevados a Babilonia (
Daniel 1:3-6 ).
2. Año 555 antes de Cristo. Primer año del reinado de Belsasar . Daniel recibe la “Visión de las cuatro bestias” (Daniel, siete). El profeta tiene más o menos 65 años de edad.
3. Año 552. Daniel recibe la “Visión del carnero y del macho cabrío” (Daniel, ocho). Tercer año de Belsasar . Daniel tiene 68 años de edad.
4. Año 536. Daniel recibe la “Visión muy detallada sobre Grecia” (Daniel, los capítulos del diez al doce). Tercer año de Ciro.
5. Para el año 535 antes de Cristo, Daniel cuenta con más o menos ochenta y cinco años de edad. Al comenzar el conteo para los “Setenta años de cautiverio” de
Jeremías 25:10-14 , con el año 605, cuando Jerusalén fue atacada por primera vez, referido periodo termina en el año 535, teniendo Daniel ochenta y cinco años de edad.
6. Año 522. Primer año de Darío. Daniel recibe la “Visión de las setenta semanas” (Daniel, nueve). El profeta tiene noventa y ocho años de edad.
7. Al terminarse la reconstrucción del templo en Jerusalén en el año 516, Daniel tiene ciento cuatro años de edad.
III. Fecha para la composición del libro de Daniel: el Siglo VI antes de Cristo , y no el siglo segundo. Tan explícitas son las profecías de Daniel referente al Imperio de los Medo-persas, Grecia y Roma que algunos expositores ponen en tela de juicio el que Daniel mismo escribiera el libro que lleva su nombre en el siglo sexto antes de Cristo. Especulan que alguien lo escribiera después de las conquistas de Alejandro Magno y la división del Imperio Griego en cuatro partes, o sea, después de los hechos , y no antes, proféticamente. Se niegan a creer que tantos detalles fuesen revelados con tanta exactitud antes de que aconteciesen los eventos que transcurrieron. Sin embargo, fuertes evidencias respaldan el siglo sexto como fecha correcta para la composición de Daniel.
A. El profeta Ezequiel fue contemporáneo de Daniel, y también cautivo en Babilonia “junto al río Quebar” (
Ezequiel 1:1-3 ). En sus revelaciones a Ezequiel, Dios mismo nombró a Daniel tres veces , colocándolo en la misma categoría con Noé y Job . “Si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job , ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Jehová” ( Ezequiel 14:14 , 20; 28:3). Nombrar Dios a Daniel en sus revelaciones a Ezequiel significa que Daniel ya había hecho acto de presencia en el escenario del mundo para el tiempo de la vida de Ezequiel durante el siglo seis antes de Cristo.
B. Según el historiador judío Josefo , en “Antigüedades”, XI, VIII, 5, Alejandro Magno no destruyó a Jerusalén porque tuvo conocimiento del libro de Daniel, comprendiendo que algunas profecías se refieran a Grecia. Ya que Alejandro Magno murió en el año 324 antes de Cristo, se deduce que el libro de Daniel fue escrito antes de referido año.
El libro de Daniel revela especialmente los acontecimientos de los últimos días de la historia mundial. El sueño del rey se enfoca en los tiempos finales. Predice lo que ocurrirá en el final de la historia de esta tierra.
De acuerdo con la interpretación inspirada del sueño de Nabucodonosor que hizo Daniel, cadametal representaba un reino que dominaría el mundo. Comenzando con Babilonia, el profeta traza el destino de las naciones a través de los siglos.El oro es un símbolo adecuado para Babilonia.
Los medos y los persas abatieron a los babilonios en 539 a. C. Ciro, el general que comandó los ejércitos medo persas, fue predicho por su nombre 150 años antes en Isaías 44:28 e Isaías 45:1.Los medos y los persas gobernaron el mundo de 539 a 331 a. C.

CONCLUCION.
Daniel 2:44-45
44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,
45 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.

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