La gran crítica moderna: Baruj de Spinoza
Spinoza, en el siglo XVII desde el seno de la comunidad judeo-portuguesa de Amsterdam, y expulsado de ella, propone como concepción -y con alguna licencia en el decir- un mundo hecho de Dios. Lejos de toda religiosidad tradicional, es un cartesiano que lucha por superar la dualidad inherente a esa cosmovisión. No hay sustancias -pensante, extensa, divina- sino única sustancia: Dios, mundo, naturaleza, sostén de infinitos atributos, de los cuales podemos conocer el pensamiento y la extensión. La pluralidad del mundo consiste en modalizaciones de la sustancia única. Esta suerte de unicato de la sustancia es un gran paso en la superación del cartesianismo. La búsqueda de lo subjetual, del sujeto, se halla en ciernes en Spinoza. Los hombres, modos de la sustancia, como el resto de la naturaleza, obran luchando por perseverar en su ser. La vida humana y la vida del cosmos todo consiste en una prolongada resistencia. Múltiples factores naturales y sociales, políticos y religiosos se oponen al conatus, intento de perseveración en el ser: los gobiernos tiránicos, los sacerdotes, los pastores, que se adueñan de las conciencias y les imparten lecciones de religiosidad falsa; los teólogos, los enemigos de la república holandesa, los pastores calvinistas que pretenden ahogar todo intento de reforma religiosa y reconducen, por la palabra o por la violencia, a todos hacia la ortodoxia. Contra esas fuerzas que detienen el conatus, Spinoza se hace teólogo, o, más que nunca, filósofo. Spinoza ha escrito el Tratado teológico político por una Holanda republicana, contraria a la monarquía y a la pastoral calvinista. En ese texto, Spinoza discute con pericia y con gran erudición todos los elementos de la religiosidad tradicional judeo cristiana, sobre la base de un método para abordar las Escrituras. Todo su saber está puesto al servicio de ese proyecto político, para el cual necesita ocuparse de una teología que permita arribar a una religión verdadera. La nueva lectura de las Escrituras que emprende en su tratado tiene como finalidad la máxima expansión del conatus individual y social.
La religión verdadera será conatus saludable, libre disposición de las propias fuerzas en trabazón social, pasiones alegres y control y neutralización de las pasiones tristes; obediencia a los dictados de la justicia instituida –la política- y despliegue infinito de la caridad –lo social-, desde donde se gestan, incesantemente otras alternativas.
El método de Spinoza
El método que propone Spinoza se enrola en la divisa de la segunda reforma calvinista, activa en Holanda: "Solo Escrituras". Esa reforma de la reforma se expresa a través de múltiples sectas que cuestionan a la ortodoxia calvinista. "Solo Escrituras" quiere decir prescindencia de la teología oficial, nueva interpretación, nueva lectura, generalmente orientada hacia la ética, contra el ritualismo y contra la jerarquía pastoral. Los reformadores de esta segunda reforma simpatizan con la república holandesa, contra las aspiraciones monárquicas apoyadas por los pastores. Solo Escrituras, apela a hallar en la Biblia un mensaje moral, corazón de toda religiosidad verdadera. Otra vez, Solo Escrituras, invita a respetar la palabra, sin agregarle explicaciones que la adulteren. En verdad, se trata de una divisa militante: se convoca a leer de otro modo, con los siguientes supuestos: l) la palabra bíblica es mensaje moral; 2) la palabra bíblica no transmite conocimiento natural; 3) toda la Escritura puede reducirse a alabar la Justicia y predicar la Caridad; 4) lo que no puede ser comprendido debe abandonarse, antes que convertirse en material de racionalización teológica.
A la vez, la lectura de la Escritura, la única que permite comprender el mensaje de justicia y caridad que hay en ella, requiere de una arqueología que permita desentrañar cuándo fueron escritos los Libros, en qué contexto social, con qué fin, lo que brindaría un perfil de sus autores y un panorama de la época. La ubicación histórico social y un profundo conocimiento del hebreo podrían dar razón de muchos enigmas, dado que las Escrituras contienen diversos niveles de lengua, polisemias, expresiones simbólicas, modismos, arcaísmos, neologismos. El hebreo bíblico es muy complejo en sus tiempos de verbo y, por otra parte, la peculiar escritura sin vocales sugiere, muchísimas veces, más de una interpretación para muchas palabras.
Spinoza, metafísico de la única sustancia, pensador de un Dios no trascendente, logra, con su método, desbaratar todo milagro y misterio, comprender los discursos proféticos a la luz de una casi sicología de los personajes intervinientes, entroncada en una historia , en una geografía y en una sociología bíblicas.
Las Escrituras que Spinoza depura, consideran la obediencia como lazo social necesario, a la vez que la gestación de lo que se considera más conveniente. En ellas Dios manda sólo caridad y justicia. La profecía fundamental es lo que da lugar a la conformación de un pueblo y un Estado, a partir del Éxodo de Egipto. Esta profecía se destaca especialmente: se trata de la liberación de la esclavitud y de la ulterior organización política y social que se genera con la alianza del Sinaí. La importancia que otorga Spinoza a la profecía de Moisés coincide con la importancia que ella tiene en las mismas Escrituras. Sin duda, no es invento de los filósofos el que lo teológico sea visceralmente político.
El método de Spinoza no es sólo un conjunto de técnicas de interpretación, lingüísticas y sociológicas, sino que, ante todo, se sustenta en un supuesto filosófico, particularmente ético: el mensaje habla de caridad y de justicia. Todo lo que exceda a estos contenidos -que pueden traducirse como lo político y lo social- , es agregado edificante en el mejor de los casos, o adulteración de la palabra. No todo tiene importancia. Se debe comprender el mensaje, no adorar letras y tinta. Lo que hoy llamamos fundamentalismo, tiene en Spinoza a su gran enemigo.
Lo teológico político en Martín Buber
Este filósofo, nacido en Viena en l878 y fallecido en Jerusalén en l965, trabaja, creemos, en la misma perspectiva que Spinoza, aportando todo el bagaje antropológico, lingüístico, etnológico atesorado en nuestro tiempo. Buber lee de nuevo las Escrituras de la mano de un método, pero también con un supuesto: el de la necesaria liberación para toda la humanidad, así como Spinoza lo hacía con un proyecto de república justa para Holanda. Las técnicas que utiliza son muy depuradas, pero quien las preside es un proyecto político, teológico político. A Martín Buber le interesa la redención del mundo.
Buber es un filósofo poco frecuentado. No fue, por cierto, una estrella en el S. XX. Pasa por ser una figura más bien menor: los programas corrientes lo ignoran. No es considerado un eje de formación académica, lo que parece ser bastante injusto. Tal vez su inspiración mesiánica no fue el tipo de irracionalismo que las modas filosóficas apreciaron.
No resulta fácil brindar aquí una semblanza completa de Buber, para lo cual remitimos a la bibliografía enumerada. Sin embargo, algunos datos serán útiles para ubicarnos. Pasó su infancia en Lemberg, Polonia austríaca, en casa de su abuelo, donde se nutrió del iluminismo judío tanto como del jasidismo, movimiento social-religioso que data del Siglo XVIII. Sus estudios superiores en filosofía, psiquiatría, sociología e historia del arte culminaron con un doctorado en filosofía en l904, en Berlín. Estudió religiones muy diversas, a la vez que se relacionó fuertemente en términos de amistad y con objetivos intelectuales y religiosos con católicos y protestantes.
De l923 procede la obra Yo y Tú, expresión madura de su pensamiento. En l932 aparece El reino de Dios, desarrollo de su ideal anarquista teocrático. En l938 abandona Alemania y se radica en Palestina. El Moisés que se abordará en este trabajo data de l944.
Vivió Buber acuciado por la problemática del mundo. Su concepción no es parcial ni provinciana, tal vez porque pudo asumir plenamente su identidad desde, en y para la totalidad.
En Yo y Tú expone su concepción del hombre y del mundo, basada en el diálogo. El hombre no es sólo oficio o producto, sino, básicamente, acontecimiento, y lo es allí donde puede entablar la relación recíproca, la única plena, la única que abarca el ser entero. El Yo que dice Tú es persona; solamente en esa instancia hay verdadera relación. Es entre Yo y Tú donde se encuentra el Espíritu, propiamente el aire que se comparte. En la relación dialogal Yo-Tú se puede descubrir a Dios. En cambio, el Yo que enfrenta un Ello, ensombrece el vínculo Yo-Tú. El reino del Ello es el de la causalidad, fundamental, en cuanto incluye la ciencia, pero las decisiones sólo se toman en la relación de diálogo, donde se es propiamente persona. Importa la suerte de la humanidad antes que el conocimiento. En este sentido, cobra relieve el aporte del judaísmo con su original idea de mesianismo. Cercano a Ernst Bloch y a su concepción de utopía y a la categoría de lo que está frente, Buber considera el ser-aún-no realizado Nuevos cielos y nueva tierra serán una experiencia directa, un mesianismo de este mundo.
"Buber designa esta actitud como mesianismo activo, que no espera pasivamente la llegada del Mesías, sino que quiere preparar el Mundo para el Reino de Dios". (Michael Lowy, l997, p.54)
"Judío religioso, Buber se opone radicalmente al establishment rabínico ortodoxo, y apela tanto a Jeremías como a Jesús o a Spinoza; su fuente de inspiración es lo que él llama el judaísmo subterráneo (para distinguirlo del judaísmo oficial): el profetismo, el eseniocristianismo, el cábalojasidismo.
Sionista, desde sus inicios critica la política de la dirección del movimiento y se tornó (después de su partida a Palestina en l938) uno de los principales animadores del movimiento de fraternización judeo-árabe Ihud (Unión), que luchó por el establecimiento de un Estado binacional en Palestina (...) (Michael Lowy, l997, p.56-57)
Para Buber, en efecto, no se trataba sólo de la emancipación de un pueblo, sino de la redención del mundo. Anarquista, creía que la relación del hombre con su prójimo debía definirse sobre el modelo dialogal Yo-Tú, para el armado de una sociedad sin poderes. El Reino de Dios se concibe como sociedad libre, sin más jerarquía que la del servicio, sin más poder que el de los hombres reunidos en torno a un proyecto.
El Dios que Buber encuentra en su lectura se encarna en la historia y se compromete con la tarea histórica, apelando al compromiso humano. La teología de Buber, como la de Spinoza, es también teología política. Su supuesto es el futuro mesiánico de redención de la humanidad toda.
El método en Martín Buber
Según se considera en su Moisés , los textos bíblicos están formados por capas superpuestas. Existe, en la base, una formalización de la tradición oral, sobre la cual obran desarrollos varios que responden a diversas tendencias. Así, resulta necesario: l) proceder separando lo anterior de lo ulterior; 2) transitar desde el arreglo de la tradición hacia la presunta capa primera, la más cercana a la tradición oral.
Respecto de la primera instancia del método, la mayor garantía está dada por el estudio de la lengua. Los estilos de expresión son reconocibles y pueden ser atribuidos a diferentes tendencias de escritura. El uso peculiar de las palabras puede referirse a una época y a una perspectiva. El cambio de significado de las palabras ofrece muchas pistas para ubicar las tradiciones superpuestas, comparándose con la acepción primitiva. Las construcciones sintácticas se observan cuidadosamente para determinar capas de escritura.
En relación con el segundo paso, las dificultades son de otra índole, aún cuando íntimamente relacionadas con desarrollos de la lengua. En la búsqueda de la tradición presunta, anterior a los arreglos y formalizaciones que obra la escritura, nos enfrentamos con el agregado legendario. El resultado tiene aquí el rango de hipótesis. Contrariamente al "Solo Escrituras"depurador spinocista, Buber valora el papel que juega la leyenda. Si bien hay que seguir separando capas, no hay que eliminar ninguna. Para Buber, la leyenda es una función histórica, no la mera glorificación de un hecho. La leyenda sigue a los hechos, se enraíza en ellos, porque es engendrada por el entusiasmo. Ella es, también, una experiencia histórica. La leyenda conserva el recuerdo histórico de lo que conmovió el alma de quienes estuvieron presentes. La interpretación de la leyenda conduce al encuentro original, aunque no pueda extraerse con pureza el estado objetivo de cosas. El entusiasmo que da lugar al relato legendario es parte de la investigación. Dice Buber:
"No hay otra manera de comprender la historia científicamente que la racional; pero ella debe comenzar por superar la ratio restringida por otra más amplia."(Martín Buber, l994, p.24)
De este modo, lo histórico es lo histórico más su leyenda. Se llega, lo más posible, a cómo fue el proceso, diferenciando estratos de escritura, pero sin suprimir nada.
Así, Buber indica:
"En este caso, el método de investigación es necesariamente reductivo: hay que quitar, una por una, las capas de creaciones existentes para penetrar hasta la más antigua entre las asequibles. No tenemos ninguna certeza de llegar así a lo que "fue en realidad" Aunque no nos sea dado conocer el desarrollo de los hechos, comprenderemos, en alto grado, la manera en que los sintió el pueblo espectador."(Martin Buber l994, p.22)
Por otra parte, y a favor del contenido histórico de la leyenda de Moisés, se señala como rasgos significativos:
que las figuras centrales no se confunden con personajes míticos, ni los acontecimientos están teñidos de narraciones míticas.
que el narrador se impone una continuidad, dada por los itinerarios y por las etapas de la conformación de una nación, aún con los evidentes arreglos de la tradición, sean estos arreglos con fines didácticos o simbólicos.
En definitiva, la distinción de estratos, tanto desde la perspectiva cronológica como desde la perspectiva de la leyenda respecto de la verdad histórica, no conduce a eliminación ninguna.
"Lo añadido ha de ser también importante para nosotros"(Martín Buber, l994, p.26)
Lo nuevo se legitima por lo antiguo. Hay un Moisés de tiempos remotos y hay otro, tan legítimo, que cobró vida a lo largo de muchas épocas. Es necesario reunir a los dos sin confundirlos.
La perspectiva de Buber es opuesta a toda postura positivista, se niega a buscar e idolatrar "el hecho". Considera la historia como un proceso y a la leyenda como un momento de expresión conciente del proceso. No hay hecho histórico, sino devenir complejo que integra la manifestación entusiástica del proceso mismo que, lejos de constituir lastre, conduce al encuentro original y hecha luz sobre él. La leyenda es la repercusión y la resignificación de lo acontecido. No hay hechos en sí mismos, sino acontecimientos, cuyo contenido se halla, en gran parte, en la interpretación poética, narrativa, legendaria que los acompaña, y que no debe entenderse como arbitraria, sino como devenida del acontecimiento mismo.
Spinoza pretende explícitamente, el "Solo Escrituras". Sin embargo, él las interpreta según un supuesto ético fuerte: ellas sólo dicen, en estado de máxima reducción: caridad y justicia, organización social y ley, alternativas de lo social y ley como producto del juego de fuerzas, pacto para la común utilidad, ruptura del pacto que deviene injusto. Interpreta las Escrituras a la luz de un proyecto.
Martín Buber también habla de un método depurador, aún cuando con una perspectiva más amplia de la racionalidad, ensanchando el método de la razón natural de Spinoza. Pero también Buber interpreta las Escrituras desde una postura filosófica que excede al método mismo: humanidad justa y caritativa y futuro mesiánico como espera activa, intervención humana en la redención, compromiso permanente, historia que se encamina hacia la justicia. Este es su proyecto.
El Moisés de Martín Buber
Buber, traductor del Antiguo Testamento al alemán, también escribe un tratado teológico político: su Moisés. La exégesis bíblica, inserta en el método, y la hermenéutica elaborada sobre su concepción del mundo trabajan sobre toda la historia el Éxodo, desde el nacimiento de Moisés hasta su muerte, transitando por todas las alternativas que llevan desde la esclavitud hasta la liberación. Se han elegido tres figuras de su texto para ser estudiadas aquí: la del nombre de Dios, afincada en el diálogo frente a la zarza ardiente, el acontecimiento de la Pascua en vísperas del éxodo y el sentido del sábado.
La primera de ellas, el prólogo de la gesta, resulta esencial en relación con la filosofía de Buber. Se trata del diálogo con Dios, del Cara a Cara, del Yo frente a lo que no es el yo, de la relación por excelencia, en la cual se toman decisiones y se asumen compromisos. La cena pascual también ha sido tratada, por su trascendencia como primer factor de organización y unificación de lo que será un pueblo. Finalmente, el sábado, como un aspecto relevante de la ley y por su sentido de humanidad y justicia.
El acontecimiento de la zarza ardiente
El milagro de la zarza, el encuentro de Moisés con Dios, su discusión, vienen a conformar una primera culminación del proceso libertario. Hay un grupo esclavo en Egipto, el gran imperio. El príncipe Moisés, indignado por la crueldad, mata a un capataz egipcio y huye. Este acto lo ha convertido en un subversivo, pero de orden individual. Teme la venganza del faraón y escapa por temor de su vida. Transita el desierto, fugitivo, y se afinca en el seno de una familia tribal, asumiendo la vida de pastor. Sin embargo, el no es de allí, sino que procede el imperio, contra el que ha ensayado una rebeldía personal. Aún no pertenece, ni por formación, ni por historia compartida, al grupo oprimido. Ha sido noble y ahora es pastor. Conoce la libertad de los poderosos y ahora la de los nómades, pero aún no sabe quiénes, cómo son los esclavos.
La conversión de Moisés es uno de los procesos que conducen de la sustancia al sujeto, de la quietud al movimiento. El abandono de la tranquilidad pastoril y la aceptación del desafío de enfrentar al imperio egipcio, decidida frente a la zarza, probablemente conformen el corazón de todo el planteo del Yo y Tu buberianos. Verídico o no, el episodio frente a la zarza es historia absoluta: nada de magia ni resabios míticos. Este relato es paradigmático de la condición humana, con todas sus vacilaciones, ambigüedades, miedos, deseos de no ser elegido, ansias de vivir en paz y, a la vez, deseos de justicia. (Rubén Dri,l997, p.l30 y SS)
Nos ocuparemos de un aspecto del diálogo entre Dios y Moisés, particularmente en relación con el nombre de Dios. Buber trabaja desde su conocimiento del hebreo y de otras lenguas semíticas y desde la propia doctrina del ser dialogante, recíproco, mutual. En la zarza hay relación inmediata, presencial, libre, y participación humana que viene a ayudar a la realización del mundo.
Moisés pregunta por el nombre de Dios, y se le contesta: "Eheié asher eheié", lo que normalmente se traduce como "Soy el que soy". Aún más, Dios ordena que Moisés se presente diciendo a los israelitas: "Eheié (Yo soy) me envió a ustedes" (Exodo 3,l4).
Soy el que soy ha sido entendido como el que es eterno, el que persiste de manera invariable en el ser. También puede entenderse que Dios rehusa dar razón de sí mismo. Sólo aparece su eternidad, el ser igual a sí mismo, la trascendencia.
Buber rechaza esta traducción. Tanto desde el conocimiento del hebreo bíblico como desde su filosofía -la filología no funciona jamás sola-, se enuncia:
"Pero esto [dice, oponiéndose a la interpretación tradicional] sería sólo una de esas abstracciones que no suelen surgir nunca en épocas de una alta vitalidad religiosa: en el hebreo bíblico, el verbo en cuestión no significa mera existencia, sino suceder, hacerse, estar, estar presente, ser de tal o cual manera, pero no ser en sí." (Martín Buber , l994, p.85)
El Dios de la zarza, impulsor de un proceso histórico, se diferencia también del Dios del Génesis, el Dios Shadai, que significa fuerza, potencia, autoridad, y que obra en el plano biológico-natural:
"La divinidad como potencia (...) como lo que vuelve fecunda a la familia humana y que, de esta suerte, da origen a la estirpe humana, [el Shadai].En efecto, se trata aquí del origen biológico de Israel, que se concibe como obra de Dios." (Martín Buber, l994, p.8l)
Sin embargo, el nombre de Dios no es Eheié, que se usa en el diálogo frente a la zarza, enfáticamente, para senalarse su carácter nuevo, histórico, de exhortación a la realización, sino YHVH, de muy antigua data. Los patriarcas no ignoraban el nombre de YHVH, pero, según Buber, no conocían su atributo, revelado a Moisés frente a la zarza. Sólo en una ocasión, el Génesis expresa el atributo como lo hace YHVH frente a Moisés:
"Yo soy el Señor que te hizo salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra" (Génesis l5,7), precisamente en esta alianza con Abraham, análoga a esta sentencia: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto de un lugar de esclavitud" (Exodo 20, 2). El nombre de YHVH con su atributo histórico y comprometido parece, luego de aquella manifestación del Génesis, quedar oculto hasta el acontecimiento del Exodo.
El YHVH de Géneis l5,7 y el YHVH de la zarza en el libro del Exodo, llamado aquí Eheié (seré, estaré, acompañaré) con verdadera osadía lingüística, son como extremos avanzados, simétricos, puestos en las puntas, tal vez por la significación similar de su enunciado, por la transformación histórica que implican. Pero además de esto, en un verdadero esfuerzo que, sin forzamiento alguno puede entenderse como proceso de lo sustancial a lo subjetivo, Buber indaga en aquel YHVH arcaico, aquel del que se conocía el nombre, pero no el atributo, o, mejor, el sentido que, indudablemente adquiere con el Éxodo y que alguna capa avanzada ubicó por única vez en el Génesis.
Buber se refiere a un trabajo inédito del investigador Duhm quien da una clave para la comprensión del nombre primitivo y de su función:
"Tal vez el nombre no sea más que una ampliación de hu-él, como llaman a Dios aún otras tribus en eras de excitación religiosa"el Uno, el Innombrable " (Martín Buber, l994,p.82)
Hu, en hebreo como en árabe, significa él, artículo de tercera persona. El grito Ya-Hu, que se interpreta como "¡Oh,El!" aparece en fuentes persas, en el grito de los derviches y en otras fuentes semíticas primitivas. A la vez, Ya-Huva parece ser una capa aún más arcaica.
Otro estudioso, Movinckel, en una carta al célebre teórico de las religiones Rudolf Otto, consigna estos datos, que Buber toma de la fuente:
"Entonces, el nombre de Ya-Huva significaría "¡Oh,EL!", con el cual se saludaba, mecánicamente, por ejemplo, en el culto, la epifanía del dios, ya visible, ya audible, o ante el que se reaccionaba sicológicamente. De este Ya-Huva pudo provenir tanto Yahú como Yahvé (originariamente, tal vez, Yavá) (Martín Buber, l994, p.82)
Buber observa que muchos nombres de dioses se originaron en sonidos primitivos. Los semitas conservaron el grito elemental como nombre, plenamente oral y acompanado de un gesto, tal como el brazo extendido, para decir Ya-Hu: ¡Oh,El! O bien Ya-man-hu: ¡Oh,El, que es!
Se trata de una capa idiomática antigua en la que hava es previo a haia, tercera persona, y que implica alusión al innombrable, con todo el carácter de ocultación, temor y misterio. Grito primitivo, a medias interjección y a medias artículo gramatical.
El YHVH de la zarza, en cambio, se define como "Eheié ahser eheié", aquel impulsor que promete presencia y ayuda. Se ha arribado, de la interjección-artículo a la oración completa: Seré el que allí estaré, con el verbo en primera persona, en futuro y con la carga de sentido que se interpreta del verbo: promesa, compromiso, alternativa. Ni Dios Shadai, mera potencia natural, ni invocación lacónica y ocultadora. Este YHVH se manifiesta y describe, se devela llamando a obrar, estará presente si los hombres están presentes.
Estos análisis de Buber, que datan de l944, parecen haber sido decisivos. El teólogo Hans Küng lo recupera explícitamente:
"Hoy no podemos atenernos a la traducción griega de la Biblia hebrea (...) Ya no se admite el "Yo soy el existente". Es cierto que, en ocasiones, el verbo [cuya raíz es] HYH también puede significar "ser", pero, en la mayoría de los casos significa "existir", "acontecer", "suceder". Y puesto que en hebreo se encuentra esa forma para presente y futuro, se puede traducir por "Existo como el que aquí estoy" o "Existo como el que aquí estaré". O, como tradujo Martín Buber, el gran traductor de la Biblia hebrea: "Haré acto de presencia como el que aquí estaré" (...)[ o bien} "Aquí estaré, presente, dirigiendo, ayudando, confortando, liberando." (Hans Küng, l997, p. 52-53)
La pascua
Buber se empeña en hallar el contenido histórico, aún en un pasaje bíblico al cual se ha restado importancia habitualmente, más allá de lo legendario. Cuando el grupo de Moisés está ya por salir de Egipto, entre el anuncio de la décima plaga –la muerte de los primogénitos- y su concreción, Moisés dispone la preparación de la cena. Dios pasó, saltó las casas de los israelitas que estaban marcadas con sangre. (Éxodo l2; l3,23 y 27).
Los hombres que saldrán de camino, los hombres del éxodo, no están demasiado cohesionados. Han perdido sus tradiciones antiguas, o las han olvidado. Han adquirido hábitos de esclavitud (Spinoza decía que eran "como niños"). Por otra parte, las condiciones geográficas y en general, políticas, militares, se presentaban muy difíciles, llenas de riesgos, tanto si el grupo se proponía dirigirse a una tierra específica, como si optaba por el nomadismo. Buber reflexiona sobre cómo encara Moisés esta partida. Se necesita un acto simbólico que cale hondo en estas personas que emprenderán un camino, sin casi nada en común entre ellas. La partida debe contar con una divisa, un elemento religante. Se trata de un momento especialísimo, es nada menos que el primer movimiento verdaderamente conjunto. Se parece a un primer pacto, y, mirado con proyección prospectiva, es un ensayo decisivo del pacto, de la alianza.
No hay tiempo ni condiciones de ningún tipo para una deliberación de la que surja el símbolo adecuado que de unidad a este grupo. Moisés apela al pasado campesino, nómade, de los ancestros de estas gentes, y tal vez a su experiencia reciente de pastor, para hallar lo que unifique esta diversidad sin identidad de quienes se preparan para el Exodo. La elección del elemento religante se remitirá a lo arcaico, pero de tal modo, que el sentido será nuevo. Dice Buber:
"Las costumbres conocidas de los árabes de Moab y otros países, permiten conjeturar que los semitas primitivos ofrendaban todos los años al primogénito del rebaño del ganado menor (...) y lo marcaban como consagrado. Cuando la res tenía un año, más o menos, en el tiempo de luna llena se preparaba con ella una comida que, como fiesta de paz y como placer de la comunidad, reunía al clan con sus parientes consanguíneos que habían venido de otros lugares. Se manchaban los espárragos de los entoldados con la sangre del animal para alejar el elemento demoníaco (que, originariamente, fue tal vez el tronco vengativo de la especie animal), especialmente de los primogénitos humanos, a los que lo demoníaco amenazaba." (Buber, l994, p. 119)
Lo demoníaco, un estrato de lo religioso siempre presente, siempre al acecho, pero que se va reduciendo o que puede ser desplazado toda vez que el proceso se dirija de lo mágico a lo histórico. En estas antiquísimas costumbres, el animal puede vengarse del hombre, devorando al primogénito. Se lo conjura con la sangre del animal sacrificado. Esta dialéctica superadora, transformadora de lo demoníaco funciona, aquí, creando comunidad, grupo, nuevo sentido. De lo demoníaco a lo santo, del terror a la reunión de lo oscuro de la esclavitud a la luz de la libertad. El símbolo adoptado será la comida en común de cada familia, al mismo tiempo todas, comida sagrada en las vísperas del Exodo. Aquello que para cada clan se realizaba otro día, es fijado por Moisés para un momento determinado.
"Los clanes matan a los animales predeterminados a un tiempo; cada familia come de lo suyo, cada una en su casa, que nadie debe abandonar; pero todas ellas comen simultáneamente: una sola comida las congrega a todas en comunidad. Con sangre se manchan las jambas y dinteles de las casas, pero no ya por los demonios, sino por YHVH, a quien todos los clanes se consagran por la sangre, redimiendo así la deuda que los primogénitos humanos tienen con Él."(Buber, l994, p.120)
Es comida sacramental, donde el acto cotidiano de comer se ha elevado a acto de comunión por la participación unánime. Moisés convirtió la fiesta de clanes de pastores en la de una nación, sin quitarle su carácter de fiesta de familia. No hay culto ni sacrificio, ni tampoco santuario, sino solamente consagración a Yhavh. La antigua fiesta de pastores que necesitaba, para alegrarse plenamente, alejar lo oscuro, la amenaza de muerte, se transforma en divisa libertaria, en vísperas del gran acontecimiento. El pasado, el presente y el futuro se dan cita en la cena: un lugar y un momento para la formación de la conciencia de orden privilegiado, por la concentración e intensidad emocional que implica. El pan sin levadura, alimento de tribus nómades, evoca una libertad antigua y una nueva. A la vez, es época de primavera, pero al Éxodo se apropia de la naturaleza y la hace devenir historia:
"La institución de la Pascua significa la regulación del tiempo de la naturaleza por el de la historia: el establecimiento de un nuevo comienzo."(Martín Buber, l994, p.l24)
El principio de los meses se fija con la Pascua. La primavera cobró rango histórico: el retoño es la libertad.
El sábado
Establecido en la Ley, el descanso sabático, seguramente mucho antes practicado, cobra vigor en el Sinaí. No sólo lo que pudo haber ocurrido de hecho es legalizado, sino que, como parece acontecer frecuentemente, lo muy antiguo, cargado de vivencias de índole mágica, de ritos propiciatorios, transita alejándose de lo demoníaco, del caos, del temor al daño, y se encamina hacia una fase luminosa y renovada, que abandona la repetición en favor del proyecto.
Entre los antecedentes del sábado instituido en Sinaí, Buber da cuenta de algunos, para él significativos, aún cuando se trate de desarrollos paralelos que no hubieran influido en el sábado hebreo.
"Sabemos que en Babilonia, la palabra shabatu se usó en relación con determinados días del año (...): fueron días de penitencia y, por tanto, de propiciación de la ira de los dioses (...) Es permitido suponer que la idea fundamental de aquellos días era la de una restauración de la integridad violada, la de un arreglo." (Martín Buber, l994, p. 137)
La palabra shabatu, de modo incierto, tal vez quiera decir cesa, o hacer cesar. En hebreo, shabat como verbo significa haberse librado de una acción, no obrar ya. Por otra parte, en Babilonia se tenía en cuenta el séptimo día –no era al shabatu del que se hablaba-, y tal día séptimo implicaba inestabilidad y peligro. Los desarrollos de Babilonia y de Israel parecen no tocarse demasiado, pero algo halló Moisés como sábado, en una forma primitiva, tal vez en su experiencia como pastor. Ciertas celebraciones llenas de tabúes y ornadas con ritos de recato y cautela. Desde aquellos antecedentes, un tanto inciertos, pero de los que se saben actos de conjuro, cuidados, temores, hasta el sábado que se encuentra en el proceso del Éxodo, hay una considerable transformación.
En el Éxodo se establece el sábado como día santo para Yhvh. Sin magia propiciatoria ni conjuros, se limitó a hacer cesar el trabajo, en la medida en que era posible en aquella vida nómade. Más adelante, la gente comenzó a vestirse de fiesta y a celebrar con regocijo. La ley impuso que el siervo y el extranjero debían participar del descanso divino. El sábado es bien común, por lo que el legislador exige que se haga justicia con todos, sin olvidar a los más expuestos.
Se trata de un día de paz y sosiego, nada hay de demoníaco en él. Está mandado, pero su acatamiento humaniza y libera. Con este sentido, Buber le da carácter revolucionario y origen en el Éxodo:
"No es el concepto de una especulación sacerdotal tardía. En esta visión fluyen savias de una humanidad rudimentaria (...) Moisés lo hace entrar en el mundo de la palabra" (Martín Buber, l994, p. 144)
Cada sábado es un pequeño Éxodo. Cada Pascua, un gran sábado. Lejos de preceptivas agobiantes, el sábado asume un valor enorme, que alimenta la conciencia del sujeto. Sustancializar el sábado con rígidas normas hace retroceder al sujeto sabático y lo confina en lo dogmático. Nada pétreo hay en el sábado, nada impenetrable, nada oscuro. Tiene la dinámica del sujeto, de la historia en proceso, de la libertad.
Algunas ideas finales
Spinoza, Buber, Moisés. Dios ,Pascua, Sábado.
Dios sufre transformaciones. Hay dialéctica en Dios, o en las interpretaciones de Dios. Del Dios potencia, energía, fuerza multiplicadora al Dios convocante del proceso liberador. Del Dios oculto del grito arcaico al Dios develado, que estará presente. Del Dios de la tercera persona al que se alude, al Dios en primera persona que se expresa y describe, que discute e indica caminos, que promete ayuda. De la interjección a la oración, de la exclamación lacónica al diálogo enfático. Del nombre oculto, al nombre. Pero no es mera evolución: es siempre todo y tanto requiere del esfuerzo transformador del hombre que, si se deja sólo a este todo, de nuevo acecharán los demonios, aquellos de los conjuros antiguos, tanto como las concesiones, las claudicaciones, las resignaciones actuales. La transformación de lo fijo es una lucha de nuestros días. Sustancia, es fundamentalismo.
Un camino superador, que contiene, conserva y transforma lo logrado, es el que se tiende entre Spinoza y Buber. Ambos filósofos, teólogos políticos, se hermanan en esta historia que aún sigue. Del "Solo Escrituras" de Spinoza al "Todas las Escrituras" de Buber implica al sujeto activo. El momento spinocista suprime el milagro, lo diseca con la razón natural o lo considera un añadido edificante, infantil moralizante, sin mayor importancia teológico política. Buber puede, ya, sin temor a la superstición, enfrentarse a todo el texto, para comprender más formas de vivencia encarnadas en el narrador.
La Pascua deviene una especie de pre-pacto político en la mirada de Buber. La comida pascual no consiste sólo en sustraerse al ángel exterminador, sino que deviene señal del acuciante presente, de la proximidad del éxodo, frente a cuyos temores nos unimos y consagramos, y signo de una futura sociedad. De la disgregación a la reunión y unidad, realizada en la comensalidad compartida.
El sábado se gesta desde las experiencias terribles y se transforma en goce, en descanso, en libertad, en justicia para todos.
Del grito al diálogo, de la sangre del sacrificio al pacto de sangre, de lo terrorífico a lo santo: un sendero de redención. Pero, como diría Buber, de redención con participación tan activa del hombre que mantenga y acreciente aquellos logros. Sin la participación activa del hombre se deshumaniza la historia. Lo santo es invadido por lo demoníaco, la pasividad los confunde, y no sólo se tornará sustancia, sino que se tomará la sustancia por sujeto, error que no resulta inocente, sino trágico. (*)
(*) Fuente: Silvia Ziblat, "De sustancia a sujeto: lo teologico politico entre Spinoza y Buber", en Diaporías. Revista de Filosofía y Ciencias Sociales, número 3, mayo 2004, editada en el contexto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Bibliografía citada
Buber, Martín (l994) Moisés, Buenos Aires, Lumen-Hormé.
Dri, Rubén, (1997), La utopía de Jesús, Buenos Aires, Biblos.
Küng, Hans, (l993), El judaísmo, Madrid, Trotta.
Löwy, Michael, (1997), Redención y utopía. El judaísmo libertario en Europa central. Un estudio de afinidad electiva, Buenos Aires, El cielo por asalto.
Bibliografía consultada
Dujovne, León, (1965), Martín Buber. Sus ideas filosóficas, religiosas y sociales, Buenos Aires, Bibliográfica Omeba.
Otto, Rudolf, (199l), Lo santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios, Madrid, Alianza.
Spinoza, ( 1986), Tratado teológico político, Madrid, Alianza.
Spinoza, en el siglo XVII desde el seno de la comunidad judeo-portuguesa de Amsterdam, y expulsado de ella, propone como concepción -y con alguna licencia en el decir- un mundo hecho de Dios. Lejos de toda religiosidad tradicional, es un cartesiano que lucha por superar la dualidad inherente a esa cosmovisión. No hay sustancias -pensante, extensa, divina- sino única sustancia: Dios, mundo, naturaleza, sostén de infinitos atributos, de los cuales podemos conocer el pensamiento y la extensión. La pluralidad del mundo consiste en modalizaciones de la sustancia única. Esta suerte de unicato de la sustancia es un gran paso en la superación del cartesianismo. La búsqueda de lo subjetual, del sujeto, se halla en ciernes en Spinoza. Los hombres, modos de la sustancia, como el resto de la naturaleza, obran luchando por perseverar en su ser. La vida humana y la vida del cosmos todo consiste en una prolongada resistencia. Múltiples factores naturales y sociales, políticos y religiosos se oponen al conatus, intento de perseveración en el ser: los gobiernos tiránicos, los sacerdotes, los pastores, que se adueñan de las conciencias y les imparten lecciones de religiosidad falsa; los teólogos, los enemigos de la república holandesa, los pastores calvinistas que pretenden ahogar todo intento de reforma religiosa y reconducen, por la palabra o por la violencia, a todos hacia la ortodoxia. Contra esas fuerzas que detienen el conatus, Spinoza se hace teólogo, o, más que nunca, filósofo. Spinoza ha escrito el Tratado teológico político por una Holanda republicana, contraria a la monarquía y a la pastoral calvinista. En ese texto, Spinoza discute con pericia y con gran erudición todos los elementos de la religiosidad tradicional judeo cristiana, sobre la base de un método para abordar las Escrituras. Todo su saber está puesto al servicio de ese proyecto político, para el cual necesita ocuparse de una teología que permita arribar a una religión verdadera. La nueva lectura de las Escrituras que emprende en su tratado tiene como finalidad la máxima expansión del conatus individual y social.
La religión verdadera será conatus saludable, libre disposición de las propias fuerzas en trabazón social, pasiones alegres y control y neutralización de las pasiones tristes; obediencia a los dictados de la justicia instituida –la política- y despliegue infinito de la caridad –lo social-, desde donde se gestan, incesantemente otras alternativas.
El método de Spinoza
El método que propone Spinoza se enrola en la divisa de la segunda reforma calvinista, activa en Holanda: "Solo Escrituras". Esa reforma de la reforma se expresa a través de múltiples sectas que cuestionan a la ortodoxia calvinista. "Solo Escrituras" quiere decir prescindencia de la teología oficial, nueva interpretación, nueva lectura, generalmente orientada hacia la ética, contra el ritualismo y contra la jerarquía pastoral. Los reformadores de esta segunda reforma simpatizan con la república holandesa, contra las aspiraciones monárquicas apoyadas por los pastores. Solo Escrituras, apela a hallar en la Biblia un mensaje moral, corazón de toda religiosidad verdadera. Otra vez, Solo Escrituras, invita a respetar la palabra, sin agregarle explicaciones que la adulteren. En verdad, se trata de una divisa militante: se convoca a leer de otro modo, con los siguientes supuestos: l) la palabra bíblica es mensaje moral; 2) la palabra bíblica no transmite conocimiento natural; 3) toda la Escritura puede reducirse a alabar la Justicia y predicar la Caridad; 4) lo que no puede ser comprendido debe abandonarse, antes que convertirse en material de racionalización teológica.
A la vez, la lectura de la Escritura, la única que permite comprender el mensaje de justicia y caridad que hay en ella, requiere de una arqueología que permita desentrañar cuándo fueron escritos los Libros, en qué contexto social, con qué fin, lo que brindaría un perfil de sus autores y un panorama de la época. La ubicación histórico social y un profundo conocimiento del hebreo podrían dar razón de muchos enigmas, dado que las Escrituras contienen diversos niveles de lengua, polisemias, expresiones simbólicas, modismos, arcaísmos, neologismos. El hebreo bíblico es muy complejo en sus tiempos de verbo y, por otra parte, la peculiar escritura sin vocales sugiere, muchísimas veces, más de una interpretación para muchas palabras.
Spinoza, metafísico de la única sustancia, pensador de un Dios no trascendente, logra, con su método, desbaratar todo milagro y misterio, comprender los discursos proféticos a la luz de una casi sicología de los personajes intervinientes, entroncada en una historia , en una geografía y en una sociología bíblicas.
Las Escrituras que Spinoza depura, consideran la obediencia como lazo social necesario, a la vez que la gestación de lo que se considera más conveniente. En ellas Dios manda sólo caridad y justicia. La profecía fundamental es lo que da lugar a la conformación de un pueblo y un Estado, a partir del Éxodo de Egipto. Esta profecía se destaca especialmente: se trata de la liberación de la esclavitud y de la ulterior organización política y social que se genera con la alianza del Sinaí. La importancia que otorga Spinoza a la profecía de Moisés coincide con la importancia que ella tiene en las mismas Escrituras. Sin duda, no es invento de los filósofos el que lo teológico sea visceralmente político.
El método de Spinoza no es sólo un conjunto de técnicas de interpretación, lingüísticas y sociológicas, sino que, ante todo, se sustenta en un supuesto filosófico, particularmente ético: el mensaje habla de caridad y de justicia. Todo lo que exceda a estos contenidos -que pueden traducirse como lo político y lo social- , es agregado edificante en el mejor de los casos, o adulteración de la palabra. No todo tiene importancia. Se debe comprender el mensaje, no adorar letras y tinta. Lo que hoy llamamos fundamentalismo, tiene en Spinoza a su gran enemigo.
Lo teológico político en Martín Buber
Este filósofo, nacido en Viena en l878 y fallecido en Jerusalén en l965, trabaja, creemos, en la misma perspectiva que Spinoza, aportando todo el bagaje antropológico, lingüístico, etnológico atesorado en nuestro tiempo. Buber lee de nuevo las Escrituras de la mano de un método, pero también con un supuesto: el de la necesaria liberación para toda la humanidad, así como Spinoza lo hacía con un proyecto de república justa para Holanda. Las técnicas que utiliza son muy depuradas, pero quien las preside es un proyecto político, teológico político. A Martín Buber le interesa la redención del mundo.
Buber es un filósofo poco frecuentado. No fue, por cierto, una estrella en el S. XX. Pasa por ser una figura más bien menor: los programas corrientes lo ignoran. No es considerado un eje de formación académica, lo que parece ser bastante injusto. Tal vez su inspiración mesiánica no fue el tipo de irracionalismo que las modas filosóficas apreciaron.
No resulta fácil brindar aquí una semblanza completa de Buber, para lo cual remitimos a la bibliografía enumerada. Sin embargo, algunos datos serán útiles para ubicarnos. Pasó su infancia en Lemberg, Polonia austríaca, en casa de su abuelo, donde se nutrió del iluminismo judío tanto como del jasidismo, movimiento social-religioso que data del Siglo XVIII. Sus estudios superiores en filosofía, psiquiatría, sociología e historia del arte culminaron con un doctorado en filosofía en l904, en Berlín. Estudió religiones muy diversas, a la vez que se relacionó fuertemente en términos de amistad y con objetivos intelectuales y religiosos con católicos y protestantes.
De l923 procede la obra Yo y Tú, expresión madura de su pensamiento. En l932 aparece El reino de Dios, desarrollo de su ideal anarquista teocrático. En l938 abandona Alemania y se radica en Palestina. El Moisés que se abordará en este trabajo data de l944.
Vivió Buber acuciado por la problemática del mundo. Su concepción no es parcial ni provinciana, tal vez porque pudo asumir plenamente su identidad desde, en y para la totalidad.
En Yo y Tú expone su concepción del hombre y del mundo, basada en el diálogo. El hombre no es sólo oficio o producto, sino, básicamente, acontecimiento, y lo es allí donde puede entablar la relación recíproca, la única plena, la única que abarca el ser entero. El Yo que dice Tú es persona; solamente en esa instancia hay verdadera relación. Es entre Yo y Tú donde se encuentra el Espíritu, propiamente el aire que se comparte. En la relación dialogal Yo-Tú se puede descubrir a Dios. En cambio, el Yo que enfrenta un Ello, ensombrece el vínculo Yo-Tú. El reino del Ello es el de la causalidad, fundamental, en cuanto incluye la ciencia, pero las decisiones sólo se toman en la relación de diálogo, donde se es propiamente persona. Importa la suerte de la humanidad antes que el conocimiento. En este sentido, cobra relieve el aporte del judaísmo con su original idea de mesianismo. Cercano a Ernst Bloch y a su concepción de utopía y a la categoría de lo que está frente, Buber considera el ser-aún-no realizado Nuevos cielos y nueva tierra serán una experiencia directa, un mesianismo de este mundo.
"Buber designa esta actitud como mesianismo activo, que no espera pasivamente la llegada del Mesías, sino que quiere preparar el Mundo para el Reino de Dios". (Michael Lowy, l997, p.54)
"Judío religioso, Buber se opone radicalmente al establishment rabínico ortodoxo, y apela tanto a Jeremías como a Jesús o a Spinoza; su fuente de inspiración es lo que él llama el judaísmo subterráneo (para distinguirlo del judaísmo oficial): el profetismo, el eseniocristianismo, el cábalojasidismo.
Sionista, desde sus inicios critica la política de la dirección del movimiento y se tornó (después de su partida a Palestina en l938) uno de los principales animadores del movimiento de fraternización judeo-árabe Ihud (Unión), que luchó por el establecimiento de un Estado binacional en Palestina (...) (Michael Lowy, l997, p.56-57)
Para Buber, en efecto, no se trataba sólo de la emancipación de un pueblo, sino de la redención del mundo. Anarquista, creía que la relación del hombre con su prójimo debía definirse sobre el modelo dialogal Yo-Tú, para el armado de una sociedad sin poderes. El Reino de Dios se concibe como sociedad libre, sin más jerarquía que la del servicio, sin más poder que el de los hombres reunidos en torno a un proyecto.
El Dios que Buber encuentra en su lectura se encarna en la historia y se compromete con la tarea histórica, apelando al compromiso humano. La teología de Buber, como la de Spinoza, es también teología política. Su supuesto es el futuro mesiánico de redención de la humanidad toda.
El método en Martín Buber
Según se considera en su Moisés , los textos bíblicos están formados por capas superpuestas. Existe, en la base, una formalización de la tradición oral, sobre la cual obran desarrollos varios que responden a diversas tendencias. Así, resulta necesario: l) proceder separando lo anterior de lo ulterior; 2) transitar desde el arreglo de la tradición hacia la presunta capa primera, la más cercana a la tradición oral.
Respecto de la primera instancia del método, la mayor garantía está dada por el estudio de la lengua. Los estilos de expresión son reconocibles y pueden ser atribuidos a diferentes tendencias de escritura. El uso peculiar de las palabras puede referirse a una época y a una perspectiva. El cambio de significado de las palabras ofrece muchas pistas para ubicar las tradiciones superpuestas, comparándose con la acepción primitiva. Las construcciones sintácticas se observan cuidadosamente para determinar capas de escritura.
En relación con el segundo paso, las dificultades son de otra índole, aún cuando íntimamente relacionadas con desarrollos de la lengua. En la búsqueda de la tradición presunta, anterior a los arreglos y formalizaciones que obra la escritura, nos enfrentamos con el agregado legendario. El resultado tiene aquí el rango de hipótesis. Contrariamente al "Solo Escrituras"depurador spinocista, Buber valora el papel que juega la leyenda. Si bien hay que seguir separando capas, no hay que eliminar ninguna. Para Buber, la leyenda es una función histórica, no la mera glorificación de un hecho. La leyenda sigue a los hechos, se enraíza en ellos, porque es engendrada por el entusiasmo. Ella es, también, una experiencia histórica. La leyenda conserva el recuerdo histórico de lo que conmovió el alma de quienes estuvieron presentes. La interpretación de la leyenda conduce al encuentro original, aunque no pueda extraerse con pureza el estado objetivo de cosas. El entusiasmo que da lugar al relato legendario es parte de la investigación. Dice Buber:
"No hay otra manera de comprender la historia científicamente que la racional; pero ella debe comenzar por superar la ratio restringida por otra más amplia."(Martín Buber, l994, p.24)
De este modo, lo histórico es lo histórico más su leyenda. Se llega, lo más posible, a cómo fue el proceso, diferenciando estratos de escritura, pero sin suprimir nada.
Así, Buber indica:
"En este caso, el método de investigación es necesariamente reductivo: hay que quitar, una por una, las capas de creaciones existentes para penetrar hasta la más antigua entre las asequibles. No tenemos ninguna certeza de llegar así a lo que "fue en realidad" Aunque no nos sea dado conocer el desarrollo de los hechos, comprenderemos, en alto grado, la manera en que los sintió el pueblo espectador."(Martin Buber l994, p.22)
Por otra parte, y a favor del contenido histórico de la leyenda de Moisés, se señala como rasgos significativos:
que las figuras centrales no se confunden con personajes míticos, ni los acontecimientos están teñidos de narraciones míticas.
que el narrador se impone una continuidad, dada por los itinerarios y por las etapas de la conformación de una nación, aún con los evidentes arreglos de la tradición, sean estos arreglos con fines didácticos o simbólicos.
En definitiva, la distinción de estratos, tanto desde la perspectiva cronológica como desde la perspectiva de la leyenda respecto de la verdad histórica, no conduce a eliminación ninguna.
"Lo añadido ha de ser también importante para nosotros"(Martín Buber, l994, p.26)
Lo nuevo se legitima por lo antiguo. Hay un Moisés de tiempos remotos y hay otro, tan legítimo, que cobró vida a lo largo de muchas épocas. Es necesario reunir a los dos sin confundirlos.
La perspectiva de Buber es opuesta a toda postura positivista, se niega a buscar e idolatrar "el hecho". Considera la historia como un proceso y a la leyenda como un momento de expresión conciente del proceso. No hay hecho histórico, sino devenir complejo que integra la manifestación entusiástica del proceso mismo que, lejos de constituir lastre, conduce al encuentro original y hecha luz sobre él. La leyenda es la repercusión y la resignificación de lo acontecido. No hay hechos en sí mismos, sino acontecimientos, cuyo contenido se halla, en gran parte, en la interpretación poética, narrativa, legendaria que los acompaña, y que no debe entenderse como arbitraria, sino como devenida del acontecimiento mismo.
Spinoza pretende explícitamente, el "Solo Escrituras". Sin embargo, él las interpreta según un supuesto ético fuerte: ellas sólo dicen, en estado de máxima reducción: caridad y justicia, organización social y ley, alternativas de lo social y ley como producto del juego de fuerzas, pacto para la común utilidad, ruptura del pacto que deviene injusto. Interpreta las Escrituras a la luz de un proyecto.
Martín Buber también habla de un método depurador, aún cuando con una perspectiva más amplia de la racionalidad, ensanchando el método de la razón natural de Spinoza. Pero también Buber interpreta las Escrituras desde una postura filosófica que excede al método mismo: humanidad justa y caritativa y futuro mesiánico como espera activa, intervención humana en la redención, compromiso permanente, historia que se encamina hacia la justicia. Este es su proyecto.
El Moisés de Martín Buber
Buber, traductor del Antiguo Testamento al alemán, también escribe un tratado teológico político: su Moisés. La exégesis bíblica, inserta en el método, y la hermenéutica elaborada sobre su concepción del mundo trabajan sobre toda la historia el Éxodo, desde el nacimiento de Moisés hasta su muerte, transitando por todas las alternativas que llevan desde la esclavitud hasta la liberación. Se han elegido tres figuras de su texto para ser estudiadas aquí: la del nombre de Dios, afincada en el diálogo frente a la zarza ardiente, el acontecimiento de la Pascua en vísperas del éxodo y el sentido del sábado.
La primera de ellas, el prólogo de la gesta, resulta esencial en relación con la filosofía de Buber. Se trata del diálogo con Dios, del Cara a Cara, del Yo frente a lo que no es el yo, de la relación por excelencia, en la cual se toman decisiones y se asumen compromisos. La cena pascual también ha sido tratada, por su trascendencia como primer factor de organización y unificación de lo que será un pueblo. Finalmente, el sábado, como un aspecto relevante de la ley y por su sentido de humanidad y justicia.
El acontecimiento de la zarza ardiente
El milagro de la zarza, el encuentro de Moisés con Dios, su discusión, vienen a conformar una primera culminación del proceso libertario. Hay un grupo esclavo en Egipto, el gran imperio. El príncipe Moisés, indignado por la crueldad, mata a un capataz egipcio y huye. Este acto lo ha convertido en un subversivo, pero de orden individual. Teme la venganza del faraón y escapa por temor de su vida. Transita el desierto, fugitivo, y se afinca en el seno de una familia tribal, asumiendo la vida de pastor. Sin embargo, el no es de allí, sino que procede el imperio, contra el que ha ensayado una rebeldía personal. Aún no pertenece, ni por formación, ni por historia compartida, al grupo oprimido. Ha sido noble y ahora es pastor. Conoce la libertad de los poderosos y ahora la de los nómades, pero aún no sabe quiénes, cómo son los esclavos.
La conversión de Moisés es uno de los procesos que conducen de la sustancia al sujeto, de la quietud al movimiento. El abandono de la tranquilidad pastoril y la aceptación del desafío de enfrentar al imperio egipcio, decidida frente a la zarza, probablemente conformen el corazón de todo el planteo del Yo y Tu buberianos. Verídico o no, el episodio frente a la zarza es historia absoluta: nada de magia ni resabios míticos. Este relato es paradigmático de la condición humana, con todas sus vacilaciones, ambigüedades, miedos, deseos de no ser elegido, ansias de vivir en paz y, a la vez, deseos de justicia. (Rubén Dri,l997, p.l30 y SS)
Nos ocuparemos de un aspecto del diálogo entre Dios y Moisés, particularmente en relación con el nombre de Dios. Buber trabaja desde su conocimiento del hebreo y de otras lenguas semíticas y desde la propia doctrina del ser dialogante, recíproco, mutual. En la zarza hay relación inmediata, presencial, libre, y participación humana que viene a ayudar a la realización del mundo.
Moisés pregunta por el nombre de Dios, y se le contesta: "Eheié asher eheié", lo que normalmente se traduce como "Soy el que soy". Aún más, Dios ordena que Moisés se presente diciendo a los israelitas: "Eheié (Yo soy) me envió a ustedes" (Exodo 3,l4).
Soy el que soy ha sido entendido como el que es eterno, el que persiste de manera invariable en el ser. También puede entenderse que Dios rehusa dar razón de sí mismo. Sólo aparece su eternidad, el ser igual a sí mismo, la trascendencia.
Buber rechaza esta traducción. Tanto desde el conocimiento del hebreo bíblico como desde su filosofía -la filología no funciona jamás sola-, se enuncia:
"Pero esto [dice, oponiéndose a la interpretación tradicional] sería sólo una de esas abstracciones que no suelen surgir nunca en épocas de una alta vitalidad religiosa: en el hebreo bíblico, el verbo en cuestión no significa mera existencia, sino suceder, hacerse, estar, estar presente, ser de tal o cual manera, pero no ser en sí." (Martín Buber , l994, p.85)
El Dios de la zarza, impulsor de un proceso histórico, se diferencia también del Dios del Génesis, el Dios Shadai, que significa fuerza, potencia, autoridad, y que obra en el plano biológico-natural:
"La divinidad como potencia (...) como lo que vuelve fecunda a la familia humana y que, de esta suerte, da origen a la estirpe humana, [el Shadai].En efecto, se trata aquí del origen biológico de Israel, que se concibe como obra de Dios." (Martín Buber, l994, p.8l)
Sin embargo, el nombre de Dios no es Eheié, que se usa en el diálogo frente a la zarza, enfáticamente, para senalarse su carácter nuevo, histórico, de exhortación a la realización, sino YHVH, de muy antigua data. Los patriarcas no ignoraban el nombre de YHVH, pero, según Buber, no conocían su atributo, revelado a Moisés frente a la zarza. Sólo en una ocasión, el Génesis expresa el atributo como lo hace YHVH frente a Moisés:
"Yo soy el Señor que te hizo salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra" (Génesis l5,7), precisamente en esta alianza con Abraham, análoga a esta sentencia: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto de un lugar de esclavitud" (Exodo 20, 2). El nombre de YHVH con su atributo histórico y comprometido parece, luego de aquella manifestación del Génesis, quedar oculto hasta el acontecimiento del Exodo.
El YHVH de Géneis l5,7 y el YHVH de la zarza en el libro del Exodo, llamado aquí Eheié (seré, estaré, acompañaré) con verdadera osadía lingüística, son como extremos avanzados, simétricos, puestos en las puntas, tal vez por la significación similar de su enunciado, por la transformación histórica que implican. Pero además de esto, en un verdadero esfuerzo que, sin forzamiento alguno puede entenderse como proceso de lo sustancial a lo subjetivo, Buber indaga en aquel YHVH arcaico, aquel del que se conocía el nombre, pero no el atributo, o, mejor, el sentido que, indudablemente adquiere con el Éxodo y que alguna capa avanzada ubicó por única vez en el Génesis.
Buber se refiere a un trabajo inédito del investigador Duhm quien da una clave para la comprensión del nombre primitivo y de su función:
"Tal vez el nombre no sea más que una ampliación de hu-él, como llaman a Dios aún otras tribus en eras de excitación religiosa"el Uno, el Innombrable " (Martín Buber, l994,p.82)
Hu, en hebreo como en árabe, significa él, artículo de tercera persona. El grito Ya-Hu, que se interpreta como "¡Oh,El!" aparece en fuentes persas, en el grito de los derviches y en otras fuentes semíticas primitivas. A la vez, Ya-Huva parece ser una capa aún más arcaica.
Otro estudioso, Movinckel, en una carta al célebre teórico de las religiones Rudolf Otto, consigna estos datos, que Buber toma de la fuente:
"Entonces, el nombre de Ya-Huva significaría "¡Oh,EL!", con el cual se saludaba, mecánicamente, por ejemplo, en el culto, la epifanía del dios, ya visible, ya audible, o ante el que se reaccionaba sicológicamente. De este Ya-Huva pudo provenir tanto Yahú como Yahvé (originariamente, tal vez, Yavá) (Martín Buber, l994, p.82)
Buber observa que muchos nombres de dioses se originaron en sonidos primitivos. Los semitas conservaron el grito elemental como nombre, plenamente oral y acompanado de un gesto, tal como el brazo extendido, para decir Ya-Hu: ¡Oh,El! O bien Ya-man-hu: ¡Oh,El, que es!
Se trata de una capa idiomática antigua en la que hava es previo a haia, tercera persona, y que implica alusión al innombrable, con todo el carácter de ocultación, temor y misterio. Grito primitivo, a medias interjección y a medias artículo gramatical.
El YHVH de la zarza, en cambio, se define como "Eheié ahser eheié", aquel impulsor que promete presencia y ayuda. Se ha arribado, de la interjección-artículo a la oración completa: Seré el que allí estaré, con el verbo en primera persona, en futuro y con la carga de sentido que se interpreta del verbo: promesa, compromiso, alternativa. Ni Dios Shadai, mera potencia natural, ni invocación lacónica y ocultadora. Este YHVH se manifiesta y describe, se devela llamando a obrar, estará presente si los hombres están presentes.
Estos análisis de Buber, que datan de l944, parecen haber sido decisivos. El teólogo Hans Küng lo recupera explícitamente:
"Hoy no podemos atenernos a la traducción griega de la Biblia hebrea (...) Ya no se admite el "Yo soy el existente". Es cierto que, en ocasiones, el verbo [cuya raíz es] HYH también puede significar "ser", pero, en la mayoría de los casos significa "existir", "acontecer", "suceder". Y puesto que en hebreo se encuentra esa forma para presente y futuro, se puede traducir por "Existo como el que aquí estoy" o "Existo como el que aquí estaré". O, como tradujo Martín Buber, el gran traductor de la Biblia hebrea: "Haré acto de presencia como el que aquí estaré" (...)[ o bien} "Aquí estaré, presente, dirigiendo, ayudando, confortando, liberando." (Hans Küng, l997, p. 52-53)
La pascua
Buber se empeña en hallar el contenido histórico, aún en un pasaje bíblico al cual se ha restado importancia habitualmente, más allá de lo legendario. Cuando el grupo de Moisés está ya por salir de Egipto, entre el anuncio de la décima plaga –la muerte de los primogénitos- y su concreción, Moisés dispone la preparación de la cena. Dios pasó, saltó las casas de los israelitas que estaban marcadas con sangre. (Éxodo l2; l3,23 y 27).
Los hombres que saldrán de camino, los hombres del éxodo, no están demasiado cohesionados. Han perdido sus tradiciones antiguas, o las han olvidado. Han adquirido hábitos de esclavitud (Spinoza decía que eran "como niños"). Por otra parte, las condiciones geográficas y en general, políticas, militares, se presentaban muy difíciles, llenas de riesgos, tanto si el grupo se proponía dirigirse a una tierra específica, como si optaba por el nomadismo. Buber reflexiona sobre cómo encara Moisés esta partida. Se necesita un acto simbólico que cale hondo en estas personas que emprenderán un camino, sin casi nada en común entre ellas. La partida debe contar con una divisa, un elemento religante. Se trata de un momento especialísimo, es nada menos que el primer movimiento verdaderamente conjunto. Se parece a un primer pacto, y, mirado con proyección prospectiva, es un ensayo decisivo del pacto, de la alianza.
No hay tiempo ni condiciones de ningún tipo para una deliberación de la que surja el símbolo adecuado que de unidad a este grupo. Moisés apela al pasado campesino, nómade, de los ancestros de estas gentes, y tal vez a su experiencia reciente de pastor, para hallar lo que unifique esta diversidad sin identidad de quienes se preparan para el Exodo. La elección del elemento religante se remitirá a lo arcaico, pero de tal modo, que el sentido será nuevo. Dice Buber:
"Las costumbres conocidas de los árabes de Moab y otros países, permiten conjeturar que los semitas primitivos ofrendaban todos los años al primogénito del rebaño del ganado menor (...) y lo marcaban como consagrado. Cuando la res tenía un año, más o menos, en el tiempo de luna llena se preparaba con ella una comida que, como fiesta de paz y como placer de la comunidad, reunía al clan con sus parientes consanguíneos que habían venido de otros lugares. Se manchaban los espárragos de los entoldados con la sangre del animal para alejar el elemento demoníaco (que, originariamente, fue tal vez el tronco vengativo de la especie animal), especialmente de los primogénitos humanos, a los que lo demoníaco amenazaba." (Buber, l994, p. 119)
Lo demoníaco, un estrato de lo religioso siempre presente, siempre al acecho, pero que se va reduciendo o que puede ser desplazado toda vez que el proceso se dirija de lo mágico a lo histórico. En estas antiquísimas costumbres, el animal puede vengarse del hombre, devorando al primogénito. Se lo conjura con la sangre del animal sacrificado. Esta dialéctica superadora, transformadora de lo demoníaco funciona, aquí, creando comunidad, grupo, nuevo sentido. De lo demoníaco a lo santo, del terror a la reunión de lo oscuro de la esclavitud a la luz de la libertad. El símbolo adoptado será la comida en común de cada familia, al mismo tiempo todas, comida sagrada en las vísperas del Exodo. Aquello que para cada clan se realizaba otro día, es fijado por Moisés para un momento determinado.
"Los clanes matan a los animales predeterminados a un tiempo; cada familia come de lo suyo, cada una en su casa, que nadie debe abandonar; pero todas ellas comen simultáneamente: una sola comida las congrega a todas en comunidad. Con sangre se manchan las jambas y dinteles de las casas, pero no ya por los demonios, sino por YHVH, a quien todos los clanes se consagran por la sangre, redimiendo así la deuda que los primogénitos humanos tienen con Él."(Buber, l994, p.120)
Es comida sacramental, donde el acto cotidiano de comer se ha elevado a acto de comunión por la participación unánime. Moisés convirtió la fiesta de clanes de pastores en la de una nación, sin quitarle su carácter de fiesta de familia. No hay culto ni sacrificio, ni tampoco santuario, sino solamente consagración a Yhavh. La antigua fiesta de pastores que necesitaba, para alegrarse plenamente, alejar lo oscuro, la amenaza de muerte, se transforma en divisa libertaria, en vísperas del gran acontecimiento. El pasado, el presente y el futuro se dan cita en la cena: un lugar y un momento para la formación de la conciencia de orden privilegiado, por la concentración e intensidad emocional que implica. El pan sin levadura, alimento de tribus nómades, evoca una libertad antigua y una nueva. A la vez, es época de primavera, pero al Éxodo se apropia de la naturaleza y la hace devenir historia:
"La institución de la Pascua significa la regulación del tiempo de la naturaleza por el de la historia: el establecimiento de un nuevo comienzo."(Martín Buber, l994, p.l24)
El principio de los meses se fija con la Pascua. La primavera cobró rango histórico: el retoño es la libertad.
El sábado
Establecido en la Ley, el descanso sabático, seguramente mucho antes practicado, cobra vigor en el Sinaí. No sólo lo que pudo haber ocurrido de hecho es legalizado, sino que, como parece acontecer frecuentemente, lo muy antiguo, cargado de vivencias de índole mágica, de ritos propiciatorios, transita alejándose de lo demoníaco, del caos, del temor al daño, y se encamina hacia una fase luminosa y renovada, que abandona la repetición en favor del proyecto.
Entre los antecedentes del sábado instituido en Sinaí, Buber da cuenta de algunos, para él significativos, aún cuando se trate de desarrollos paralelos que no hubieran influido en el sábado hebreo.
"Sabemos que en Babilonia, la palabra shabatu se usó en relación con determinados días del año (...): fueron días de penitencia y, por tanto, de propiciación de la ira de los dioses (...) Es permitido suponer que la idea fundamental de aquellos días era la de una restauración de la integridad violada, la de un arreglo." (Martín Buber, l994, p. 137)
La palabra shabatu, de modo incierto, tal vez quiera decir cesa, o hacer cesar. En hebreo, shabat como verbo significa haberse librado de una acción, no obrar ya. Por otra parte, en Babilonia se tenía en cuenta el séptimo día –no era al shabatu del que se hablaba-, y tal día séptimo implicaba inestabilidad y peligro. Los desarrollos de Babilonia y de Israel parecen no tocarse demasiado, pero algo halló Moisés como sábado, en una forma primitiva, tal vez en su experiencia como pastor. Ciertas celebraciones llenas de tabúes y ornadas con ritos de recato y cautela. Desde aquellos antecedentes, un tanto inciertos, pero de los que se saben actos de conjuro, cuidados, temores, hasta el sábado que se encuentra en el proceso del Éxodo, hay una considerable transformación.
En el Éxodo se establece el sábado como día santo para Yhvh. Sin magia propiciatoria ni conjuros, se limitó a hacer cesar el trabajo, en la medida en que era posible en aquella vida nómade. Más adelante, la gente comenzó a vestirse de fiesta y a celebrar con regocijo. La ley impuso que el siervo y el extranjero debían participar del descanso divino. El sábado es bien común, por lo que el legislador exige que se haga justicia con todos, sin olvidar a los más expuestos.
Se trata de un día de paz y sosiego, nada hay de demoníaco en él. Está mandado, pero su acatamiento humaniza y libera. Con este sentido, Buber le da carácter revolucionario y origen en el Éxodo:
"No es el concepto de una especulación sacerdotal tardía. En esta visión fluyen savias de una humanidad rudimentaria (...) Moisés lo hace entrar en el mundo de la palabra" (Martín Buber, l994, p. 144)
Cada sábado es un pequeño Éxodo. Cada Pascua, un gran sábado. Lejos de preceptivas agobiantes, el sábado asume un valor enorme, que alimenta la conciencia del sujeto. Sustancializar el sábado con rígidas normas hace retroceder al sujeto sabático y lo confina en lo dogmático. Nada pétreo hay en el sábado, nada impenetrable, nada oscuro. Tiene la dinámica del sujeto, de la historia en proceso, de la libertad.
Algunas ideas finales
Spinoza, Buber, Moisés. Dios ,Pascua, Sábado.
Dios sufre transformaciones. Hay dialéctica en Dios, o en las interpretaciones de Dios. Del Dios potencia, energía, fuerza multiplicadora al Dios convocante del proceso liberador. Del Dios oculto del grito arcaico al Dios develado, que estará presente. Del Dios de la tercera persona al que se alude, al Dios en primera persona que se expresa y describe, que discute e indica caminos, que promete ayuda. De la interjección a la oración, de la exclamación lacónica al diálogo enfático. Del nombre oculto, al nombre. Pero no es mera evolución: es siempre todo y tanto requiere del esfuerzo transformador del hombre que, si se deja sólo a este todo, de nuevo acecharán los demonios, aquellos de los conjuros antiguos, tanto como las concesiones, las claudicaciones, las resignaciones actuales. La transformación de lo fijo es una lucha de nuestros días. Sustancia, es fundamentalismo.
Un camino superador, que contiene, conserva y transforma lo logrado, es el que se tiende entre Spinoza y Buber. Ambos filósofos, teólogos políticos, se hermanan en esta historia que aún sigue. Del "Solo Escrituras" de Spinoza al "Todas las Escrituras" de Buber implica al sujeto activo. El momento spinocista suprime el milagro, lo diseca con la razón natural o lo considera un añadido edificante, infantil moralizante, sin mayor importancia teológico política. Buber puede, ya, sin temor a la superstición, enfrentarse a todo el texto, para comprender más formas de vivencia encarnadas en el narrador.
La Pascua deviene una especie de pre-pacto político en la mirada de Buber. La comida pascual no consiste sólo en sustraerse al ángel exterminador, sino que deviene señal del acuciante presente, de la proximidad del éxodo, frente a cuyos temores nos unimos y consagramos, y signo de una futura sociedad. De la disgregación a la reunión y unidad, realizada en la comensalidad compartida.
El sábado se gesta desde las experiencias terribles y se transforma en goce, en descanso, en libertad, en justicia para todos.
Del grito al diálogo, de la sangre del sacrificio al pacto de sangre, de lo terrorífico a lo santo: un sendero de redención. Pero, como diría Buber, de redención con participación tan activa del hombre que mantenga y acreciente aquellos logros. Sin la participación activa del hombre se deshumaniza la historia. Lo santo es invadido por lo demoníaco, la pasividad los confunde, y no sólo se tornará sustancia, sino que se tomará la sustancia por sujeto, error que no resulta inocente, sino trágico. (*)
(*) Fuente: Silvia Ziblat, "De sustancia a sujeto: lo teologico politico entre Spinoza y Buber", en Diaporías. Revista de Filosofía y Ciencias Sociales, número 3, mayo 2004, editada en el contexto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Bibliografía citada
Buber, Martín (l994) Moisés, Buenos Aires, Lumen-Hormé.
Dri, Rubén, (1997), La utopía de Jesús, Buenos Aires, Biblos.
Küng, Hans, (l993), El judaísmo, Madrid, Trotta.
Löwy, Michael, (1997), Redención y utopía. El judaísmo libertario en Europa central. Un estudio de afinidad electiva, Buenos Aires, El cielo por asalto.
Bibliografía consultada
Dujovne, León, (1965), Martín Buber. Sus ideas filosóficas, religiosas y sociales, Buenos Aires, Bibliográfica Omeba.
Otto, Rudolf, (199l), Lo santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios, Madrid, Alianza.
Spinoza, ( 1986), Tratado teológico político, Madrid, Alianza.
biologismo en la formacion medica:
Los médicos nos formamos como tales al repetir las ideas predominantes de la época en la que participamos.(ubicación histórica).Las instituciones médicas: universidades, hospitales, sociedades transmiten las ideas a incorporar y a perpetuar.Las mismas tienden a no cuestionar su validez y verdad.Se aprende un conocimiento como verdad.
Se transmite verticalismo y autoritarismo.El proceso de aprendizaje forma la identidad medica.No suele admitir dudas cuestionadoras de su veracidad.Tiende a perpetuarla.Se aprende medicina aislada de la realidad social.Se disfraza el aislamiento social e histórico con la excusa de laneutralidad de las ciencias. Como si la medicina no fuera un saber social.Se vacía de contenido humano al objeto de estudio.
Las matemáticas-estadísticas-biología en su vertiente reduccionista, cierran este falso circulo.Se enfatiza en lo farmacológico y lo tecnológico de la medicina, cosificando a los seres linguísticos-sociales-históricos.Esto sirve para ayudar a perpetuar su aspecto mercantil.La Medicina, en las sociedades basadas en la ganancia, es un Negocio disfrazado de ciencia y de humanitarismo.El paciente importa por su dinero y por el poder demostrado por el médico de supuesto saber sobre él.Somos médicos si demostramos el saber y si cobramos por el mismo.La educación médica afianza el individualismo, la lucha por el exito y la ganancia: poder-fama-posición social.El énfasis en el cuerpo biológico de interpretación estadística y decuración fármaco-tecnológica perpetúa la sociedad de la ganancia.Los afectos, la vida de cada ser-incluyendonos-la ocultamos con elconocimiento hegemonizado por la Corporación médica, los llamados paradigmas.Se aplica el reduccionismo del conocimiento pues necesitamos una identidad sencilla, dual, clara (manipulable).No toleramos lo complejo, lo distinto, no exploramos lo oculto, lo desconocido.Ahí aparece la angustia y la crisis de identidad, sombra de un modelo médico ideológico (no cuestionador de la sociedad del enfermar, de la exclusión, de la desigualdad). Esa crisis la cosificamos en el “burn out”, el desasosiego o ladesesperanza.¿Por qué no aprendemos a tolerar y a tratar de superar la angustia de nuestro limitado conocimiento? A convivir con ella.La conciencia de opresión hace mas opresiva la vida, dijo Marx.Si aprendiéramos biología nos daríamos cuenta de su dinamismo, cambio permanente, plasticidad, etc.
Todo lo opuesto a nuestro conocer.Los conocimientos separados sirven para reducir nuestros sentidos y nuestro acercamiento a la sabiduría de la vida.
El discurso medico es autoritario
Implica un saber y un poder.
Un control sobre los cuerpos padecientes, acorde con las ideas de nuestras sociedades y sus grupos dirigentes.La salud es manejada por los grupos económicos y los gobernantes suelen cumplir con sus intereses.Sólo les interesa la ganancia, no la humanidad.Los médicos intermediamos con ellos y los pacientes.Pero cada vez en peor condiciones, mas pasivos.
Acaso: ¿No son aburridas las reuniones medicas?
Previsibles, limitadas.
Intercambios de monólogos, de argumentos colonizados, de decires del Primer Mundo: dueños de la verdad y del progreso.Juegos de poder y seducción, anhelos de poder.Nos parecemos a nuestros pacientes: pobres de palabras-corporalidades quejosas.
Actores de un libreto que desconocen, que temen, que evitan.
Pero que actuan.
El discurso medico: ideas colonizadorasEl discurso entrama-atrapa al emisor y al receptor.Los seres humanos somos animales simbólicos, sociales e históricos.El discurso tiene aspectos autoritarios, tiende a completar las relaciones, sociales de control, dominio y poder.Incluye la relacion amo-esclavo descripta por Hegel y desarrollada por Lacan para el psicoanalisis.El discursor se posesiona desde un lugar de poder social.
Suele pretender expresar la verdad, o alcanzar la sabiduría.Al hablar se coloca en una posición desde la que lo hace.Uno pretende tener y decir el saber y el otro, recibirla.El discurso tiende a perder plasticidad a rigidizarse, a burocratizarse como las organizaciones humanas, pues su estructura es de poder, dominio y control del otro.Las ideas en la Medicina acompañan al desarrollo capitalistaimperializado-globalizado actual.
Tienen una estructura comercial.Venden cosas: conoceres disfrazados de saberes sobre la corporalidad del otro, del quejoso, del sufriente, del ex-paciente, ahora cliente.Se disfrazan de conocimientos físico-matemáticos y cierran el discurso con una construcción matemático-estadística.Esa es su trama (trampa).La evidencia, la certeza se demuestra con porcentajes deposibilidades, probabilidades.Tal pastilla salva tantas vidas.
Reduce la probabilidad de eventos en un 30 %, etc.Se arman estudios poblacionales, con muchos seres, donde se los simplifica y reduce a variables: edades, sexos, TA., colesterol, fracción de eyeccion, etc.Algunos reciben tal intervención y los otros, la otra y se los compara.La matemática demuestra que el experimento sirvió o fallo.Creo que esto es una trampa y que la Medicina no sólo es matemáticas sino que es Poesia.Y la misma no se mide, se vive, se goza, se ama y se odia.Como las personas que se quejan y sufren.La medicina de la evidencia es una construcción simplificadora de larealidad, reduccionista; que muestra aspectos y esconde otros; que vende certezas a un mundo complejo y con incertidumbres;que acompaña al desarrollo del capital y a su ganancia.En general se demuestra lo que se quiere demostrar.Se demuestra lo que el que financia el trabajo pretende.Pues las ideas tienen dueños, aunque esto se oculte.Los evidentes nos venden su saber.La Medicina es un negocio (mas).Para acercarnos a ellos debemos comprar su conocimiento: cursos, revistas, webs, etc.Suelen hablar desde arriba, lo alto.
Creen haber alcanzado la sabiduría.Son parte de la ideología de la medicina.Cambian el discurso, lo modernizan (o pos-modernizan)La estructura tiene Historia.Los conocimientos actuales integran la estructura del capitalismo.
Que deshumaniza a sus integrantes.
Todo es individualismo, éxito, ganancias, fama y poder; disfrazados de bellas y vacías palabras.El discurso vende y disfraza a su emisor.La biología molecular con su dinamismo y plasticidad puede servir para comenzar a entender lo mismo de otras maneras, por ejemplo.Creo que la medicina diferente debe salir de esta trampa y armar otro conocimiento utilizando la dialéctica, las otrasdisciplinas, complejizándose, desideologizándose.Debe servir a la gente.Para eso hay que revolucionar el Mundo, los conocimientos... humanizarlos.No puede haber medicinas para ricos y para pobres, para el Primer y para el Tercer Mundo.Se empieza a hablar de calidad de vida en los estudios.Se construyen cuestionarios para medirla.
Va ingresando la subjetividad del otro ¡Ojo! (manipulable).¿Por qué hay que medir para saber o creer en el conocimiento?Creo que ahí esta la trampa.Pero hacen falta seres pensantes cuestionadores del Sistema.Solo hay Mefistos (film de Itsvan Szabo).En general los intelectuales son canallas, dicen una cosa y cuando son convidados con una pizca de poder: lo contrario.Hay pocos: Baruj Espinoza, Platon, Socrates.Hay muchos impostores.
Pensar diferente lo obvio: aportes desde la ignorancia.En esta epoca postmoderna-globalizada con discursos únicos y praxis colonizadas, donde sólo somos solo integrando la Medicalización-Medicamentación de la vida y la sociedad
¿Se puede pensar la Medicina y lo Médico desde una corporalidad social: incorporando la historia y la sociedad en la queja y en los signos semiológicos de la relación pacientes-médicos?.Creo que autores desde otra mirada y escucha pueden ayudar a re-pensar la Medicina: criticando lo obvio de la misma.¿Es la Medicina un vínculo con la subjetividad o sólo con la organicidad?En el duo paciente-médico, ¿El tercero incluido es el Mercado-la sociedad controladora-dominadora-uniformante?Creo que el excluido es el médico: en su subjetividad.Pero: La queja del paciente llama a ocuparnos de su subjetividad....¿Y?Creo que uno de los obstáculos en la Medicina actual es el Método del Recurso, es decir pensarla (disfrazarla-maquillarla) comociencia: Neutra: A-Historica-A-Social.Para eso se utiliza el método científico de demostrar y repetir laexperiencia-el experimento. Esto propone excluir las variables masimportantes: la historia-la sociedad-los afectos y pasiones.Existe para la Medicina-Ciencia lo medible-repetible-demostrable.Lo invisible queda excluido de los estudios y de las intervenciones.¿Pero cómo se hace otra Medicina?¿Sirve utilizar otras formas de justificar el saber?Por ejemplo: ¿Las construcciones de la psicología-psicoanálisis?, por dar un ejemplo.
La trampa de que lo único que existe es lo medible y verificable es que sirve para excluir al ser humano de la Medicina, incorpora al ser organico o a las masas a modificar (evidencias): dando tal remedio y midiendo % de cambios y comparando con un testigo.
Yo creo que esta trampa esconde al Mercado, a la ganancia de lasCorporaciones (el capital financiero y su ideología).Descartes es utilizado por el Capital para ganar mas.¡¡Lo medible es lo vendible!!...esa es la ley primera, diría el Dr.Martin Fierro.Lo demás...al tacho o al destierro (expulsión de la disidencia).
No recuerdo haber leido a Felix Guattari en mi formación médica, ni a Foucault, Deleuze, Castoriadis....(y sigue la lista)Creo mas poderoso el armado de herramientas de pensar y proceder medicamente.Utilizar el pensamiento crítico para construir herramientas de cambio.¡Junto a sociedades que peleen por el mismo!
Ante la colonización mundial por el pensamiento único por los señores del anillo del Capital con su estructura de pensamiento subordinada a no cambiar los mecanismos de opresión debemos construir una medicina de resistencia y facilitadora del cambio social.
Abrir la Medicina a la libertad, pensarla complejamente, utilizarla para cambiar y mejorar la vida, para liberar a los seres.
Las instituciones como lugares del empobrecimiento del pensar: algunos aportes trans(acidos)"Nunca se llega a puerto.Pero cuando dos rutas amigas coinciden, Todo el mundo nos parece, por una hora, El anhelado puerto."Herman HesseSiddharta declaró: ¿Qué podría decirte, venerable?
Quiza que has buscado con demasiado ahinco.
Que a fuerza de buscar, no has podido encontrar.-¿Cómo es eso? - pregunto Govinda.- Cuando alguien busca -continuó Siddharta-, facilmente puede ocurrir que su ojo sólo se fije en lo que busca; pero como no lo halla, tampoco deja entrar en su ser otra cosa; no puede absorber ninguna otra cosa, pues se concentra en lo que busca.
Tiene un fin y esta obsesionado con él.
Buscar significa tener un objetivo.
Encontrar, sin embargo, significa estar libre, abierto, no tener ningun fin.
Tu, venerable, quizas eres realmente uno que busca, pues persiguiendo tu objetivo, no ves muchas cosas que están a la vista."Siddharta, de Hermann HesseLa psicoanalista Emilia Cueto entrevista al filosofo Tomas Abraham en http://www.elsigma.com/ y en la revista Agenda Imago de mayo 2002.y se refieren a la institucion psicoanalista lacaniana.
T.Abraham afirma que las mismas presentan un aparato burocrático muy sólido, con control muy rígido sobre la interpretación y un sistema de iniciaciones cerrado, de antiguedades y grados donde hay poca posibilidad de pensar.Donde la institucionalización ha tenido mucho que ver con elempobrecimiento.
Las mismas son duras y no permiten lugar a la transgresión y a la desobediencia.
Las organizaciones humanas estructuran las relaciones de poder, dominio y control social.¿Cómo pensar el grupo, la organización y la institución sanitaria?El Hospital, la guardia, los servicios, etc, por un lado.Por el otro: las Sociedades Médicas: desde las agrupaciones sindicales hospitalarias, asociaciones mutuales a las Sociedades y Federaciones Médicas.Considero que perpetuan las injusticias sociales que pretenden modificar.No sirven para sanar al sujeto enfermo pues son estructurasburocráticas, alienadas, rígidas, autoritarias.Pensando al sano como el bien-ser (Paco Maglio), no sólo el bien-estar.Por ejemplo: mi Hospital.Lo conozco y participo desde hace 20 años.El poder real de esa institución burocrática, caótica lo tienen, en parte, los sindicalistas de la Salud.Verdadero poder mafioso vinculado al sindicato: estructura fascista, un ejemplo del sindicalismo argentino.Hay gente perpetuada con practicas violentas: desde el discurso a la practica (amenazas físicas, extorsiones).La organización médica: asociación de médicos, esta controlada por otros dirigentes desde hace mucho tiempo.Expertos en roscas políticas, en repartos de puestos y atenciones.Ayuda a esto la apatía nuestra, el no te metas tan argentino, el descuido de lo público sobre lo privado (la doble moral), la apoliticidad burguesa, etc.Cada intento de abrir el hospital a la comunidad es resistido desde diversos lugares.Las palabras no se corresponden con la realidad.Pequeños intentos de cambio son muy resistidos: desde lo administrativo hasta la participación voluntaria de los agentes de salud.Cada sector trabaja independiente del otro: area programática con respecto a los servicios, etc.Dentro de un Servicio hay subsectores descoordinados entre sí.Impera el "divide y reinarás".
Inserto un texto desde el psicoanálisis y la particular visión de JoséBleger.Aportes desde Jose Bleger: En "Temas de psicología(entrevista y grupos)", de Ediciones NuevaVisión, de Galerna agosto del 75, capítulo: el grupo como institución y el grupo en las instituciones...desarrolla sus conceptos de lo ambiguo, lo sincrético, lo fusional, lo indiferenciado, simbiótico en la estructura grupal, de organización y en lo institucional.
Grupo como conjunto de individuos que interaccionan entre sí compartiendo ciertas normas en una tarea.
Presentan una sociabilidad por interacción y una sincrética: indiferenciada, de no relación.
Hay una estructura y una integración del yo individual, el grupal y el sincrético: ambiguo, indiferenciado.
Del yo-no yo, cuerpo-espacio y yo-objetos.
Hay una sociabilidad verbal y una pre-verbal-profunda: fusión-indiscriminación-simbiosis-ambigua, de no-identidad, que hace de fondo de la sociabilidad interactiva, participamos de una convención de pautas y normas, para interaccionar debe haber un trasfondo común de sociabilidad.
Plantea un miedo a lo nuevo-lo desconocido y a lodesconocido que hay dentro de lo conocido (lo siniestro), desarrolla el nivel de identidad grupal: trabajo en comun: tarea, integración e interacción y la identidad sincrética: dada por la PERTENENCIA al grupo.
Relaciona pertenencia con dependencia a niveles de sociabilidad sincrética, simbiótica, primitiva en el desarrollo humano (según su aporte a la teoría).Institución: es conjunto de normas-pautas-actividades agrupadas alrededor de valores y funciones sociales.Organización: disposición jerárquica de funciones dentro de un espacio.
El grupo tiende a estabilizarse como una organización con Pautas fijas-propias.
El grupo como proceso se estabiliza como organización, las interacciones se transforman en fijas y estables: esterotipia y se tiende a perpetuar: resguardar y asegurar la separación entre lo social y lo sincretico, lo loco-depositación e inmovilización del mismo.
El grupo tiende al antiproceso, se burocratiza: el medio es igual al fin.Plantea que el individuo es grupo, su personalidad es el grupo y que los grupos se tienden a organizar en organizaciones: parte de la personalidad o toda de los individuos se depositan en ella, su parte sicótica o sociabilidad sincrética."Toda organización tiende a tener la misma estructura que el problema que tiene que enfrentar y para el cual ha sido creada".Así, un hospital termina por tener en tanto organización, las mismascaracteristicas que los enfermos mismos (aislamiento, deprivación sensorial, deficit de comunicación, etc.).Tendencia a la burocratización, función iatrogénica y de afianzamiento de las enfermedades.
Tendencia a la burocracia y resistencia al cambio (Loestructural).
El staff técnico de un hospital o el equipo administrativo delmismo tienden a estructurarse como organizaciones, y las resistencias al cambio no provienen necesariamente siempre o solamente de los pacientes o sus familiares, sino mucho más frecuentemente de nosotros mismos en tanto integramos organizaciones y las organizaciones son parte de nuestra personalidad.
Lo que ocurre es que en las organizaciones, además, losconflictos que se suscitan en niveles superiores se manifiestan o detectan en niveles inferiores: entonces ocurrirá que los conflictos del staff técnico no se harán manifiestos en ellos sino en los pacientes o en el personal subalterno, tanto como las tensiones y conflictos entre los padres, con mucha frecuencia, no aparecen a nivel de ellos sino como síntomas en sus hijos.
Y los ejemplos podrán continuar para todas las organizacionesciviles, gubernamentales, militares, religiosas, etc.
Las organizaciones forman parte de nuestra personalidad.
El ser humano antes que ser persona es siempre un grupo, pero no en el sentido de que pertenece a un grupo, sino en el que su personalidad es el grupo.
Remite al libro: El hombre organizacion de Whyte.
El grupo y la organizacion son la personalidad de sus integrantes.
Discute la afirmación de E. Jaques: que las instituciones sirven como defensa frente a ansiedades psicóticas.
Y dice que las instituciones y organizaciones son depositarias de la sociabilidad sincrética o de la parte psicótica y queello explica mucho de la tendencia a la burocracia y la resistencia alcambio.Sigue hablando y plantea la orientación psiquiátrica hacia la prevención primaria y una concentración de esfuerzo en la administración de recursos.
Yque hay que dirigir los esfuerzos y conocimientos a la organizacion misma, al organigrama.
El reemplazo del médico
El mundo imperial de la globalización ha decidido prescindir del médico.Le ofrece al anteriormente llamado paciente, ahora cliente: conocimientos y tecnología para elegir.El trato directo aumenta la ganacia, multiplica el consumo.El uso de la publicidad en sus diversas formas, manipula el gusto del cliente.El médico intermedia la cadena comercial de la Salud.Pero el trato directo potencia las ventas.La mitad de la población utiliza medicinas alternativas o notradicionales: pastillas, hierbas, procederes populares.Desconfía de la medicina tradicional.El poder de la magia crece junto con el descrédito de esta medicina.Se publicitan los descubrimientos cientifícos sin criticarlos.
Aparecen en os medios de masas.La publicidad orienta el consumo popular.Se vende complejidad diagnostica y terapéutica bajo un mensajesimplificador.Para diagnosticar esto: tal metodo; para tratarlo: tal procedimiento.El médico queda con un rol pasivo, manipulado y presionado por lasCorporaciones y desacreditado y presionado por los clientes (ex pacientes) que apuran su diagnostico y tratamiento, que fetichizan lo tecnológico-farmacéutico por un lado y creen en lo mágico (fuera de la medicina hegemónica-industrializada).
La relación paciente médico excluye las palabras y los afectos.
Sólo incorpora productos.
¿Para qué necesitamos al intermediario?: Venta directa.La Maquinaria reemplazará al médico: con sus métodos de autodiagnóstico y clínicas de tratamiento a medida.El rol pasivo depende de: su posición en la cadena de comercialización de la Medicina, pensamiento y practica acrítica: se deforma a los médicos para perpetuar esto desde su educación en la Facultad hasta los posgrados, pasando por la residencia.
Pertenencia a sectores de la burguesía: pequeños a medios, con su ilusión desde la modernidad y actual posmodernismo, falta de programas de prevención primaria y modelos de Salud Pública para la gente, no para las Corporaciones o estructurados como espacios de corrupción: ganancias privadas con lo público.Inexistencia de organizaciones médicas combativas, defensoras de sus integrantes, no manejadas por los dueños de las clínicas y sanatorios o por beneficiarios de "cometas", beneficios de las corporaciones: regalos, viajes, hoteles, sueldos.Otra área del Mercado de la Salud: la manipulación genética.La conquista del espacio interior, de los codigos genéticos y la posibilidad de manipulación ofrece a alto precio a una minoría rica que puede ser trabajada por sastres genéticos: casi a medida.
Así como ahora ofrece volar por el espacio a millonarios a través de la nave soviética (metáfora de cómo quedó la URSS: de intento de cambio revolucionario a marionetas del capital), ofrecerá cambios corporales, correciones biológicas a encargo.
Pueden soñar y realizar herederos casi perfectos, construir nuevas razas superiores.
El ideario nazifascista realizarse.Bajo el discurso científico, la humanidad regala su libertad.
Los médicos nos formamos como tales al repetir las ideas predominantes de la época en la que participamos.(ubicación histórica).Las instituciones médicas: universidades, hospitales, sociedades transmiten las ideas a incorporar y a perpetuar.Las mismas tienden a no cuestionar su validez y verdad.Se aprende un conocimiento como verdad.
Se transmite verticalismo y autoritarismo.El proceso de aprendizaje forma la identidad medica.No suele admitir dudas cuestionadoras de su veracidad.Tiende a perpetuarla.Se aprende medicina aislada de la realidad social.Se disfraza el aislamiento social e histórico con la excusa de laneutralidad de las ciencias. Como si la medicina no fuera un saber social.Se vacía de contenido humano al objeto de estudio.
Las matemáticas-estadísticas-biología en su vertiente reduccionista, cierran este falso circulo.Se enfatiza en lo farmacológico y lo tecnológico de la medicina, cosificando a los seres linguísticos-sociales-históricos.Esto sirve para ayudar a perpetuar su aspecto mercantil.La Medicina, en las sociedades basadas en la ganancia, es un Negocio disfrazado de ciencia y de humanitarismo.El paciente importa por su dinero y por el poder demostrado por el médico de supuesto saber sobre él.Somos médicos si demostramos el saber y si cobramos por el mismo.La educación médica afianza el individualismo, la lucha por el exito y la ganancia: poder-fama-posición social.El énfasis en el cuerpo biológico de interpretación estadística y decuración fármaco-tecnológica perpetúa la sociedad de la ganancia.Los afectos, la vida de cada ser-incluyendonos-la ocultamos con elconocimiento hegemonizado por la Corporación médica, los llamados paradigmas.Se aplica el reduccionismo del conocimiento pues necesitamos una identidad sencilla, dual, clara (manipulable).No toleramos lo complejo, lo distinto, no exploramos lo oculto, lo desconocido.Ahí aparece la angustia y la crisis de identidad, sombra de un modelo médico ideológico (no cuestionador de la sociedad del enfermar, de la exclusión, de la desigualdad). Esa crisis la cosificamos en el “burn out”, el desasosiego o ladesesperanza.¿Por qué no aprendemos a tolerar y a tratar de superar la angustia de nuestro limitado conocimiento? A convivir con ella.La conciencia de opresión hace mas opresiva la vida, dijo Marx.Si aprendiéramos biología nos daríamos cuenta de su dinamismo, cambio permanente, plasticidad, etc.
Todo lo opuesto a nuestro conocer.Los conocimientos separados sirven para reducir nuestros sentidos y nuestro acercamiento a la sabiduría de la vida.
El discurso medico es autoritario
Implica un saber y un poder.
Un control sobre los cuerpos padecientes, acorde con las ideas de nuestras sociedades y sus grupos dirigentes.La salud es manejada por los grupos económicos y los gobernantes suelen cumplir con sus intereses.Sólo les interesa la ganancia, no la humanidad.Los médicos intermediamos con ellos y los pacientes.Pero cada vez en peor condiciones, mas pasivos.
Acaso: ¿No son aburridas las reuniones medicas?
Previsibles, limitadas.
Intercambios de monólogos, de argumentos colonizados, de decires del Primer Mundo: dueños de la verdad y del progreso.Juegos de poder y seducción, anhelos de poder.Nos parecemos a nuestros pacientes: pobres de palabras-corporalidades quejosas.
Actores de un libreto que desconocen, que temen, que evitan.
Pero que actuan.
El discurso medico: ideas colonizadorasEl discurso entrama-atrapa al emisor y al receptor.Los seres humanos somos animales simbólicos, sociales e históricos.El discurso tiene aspectos autoritarios, tiende a completar las relaciones, sociales de control, dominio y poder.Incluye la relacion amo-esclavo descripta por Hegel y desarrollada por Lacan para el psicoanalisis.El discursor se posesiona desde un lugar de poder social.
Suele pretender expresar la verdad, o alcanzar la sabiduría.Al hablar se coloca en una posición desde la que lo hace.Uno pretende tener y decir el saber y el otro, recibirla.El discurso tiende a perder plasticidad a rigidizarse, a burocratizarse como las organizaciones humanas, pues su estructura es de poder, dominio y control del otro.Las ideas en la Medicina acompañan al desarrollo capitalistaimperializado-globalizado actual.
Tienen una estructura comercial.Venden cosas: conoceres disfrazados de saberes sobre la corporalidad del otro, del quejoso, del sufriente, del ex-paciente, ahora cliente.Se disfrazan de conocimientos físico-matemáticos y cierran el discurso con una construcción matemático-estadística.Esa es su trama (trampa).La evidencia, la certeza se demuestra con porcentajes deposibilidades, probabilidades.Tal pastilla salva tantas vidas.
Reduce la probabilidad de eventos en un 30 %, etc.Se arman estudios poblacionales, con muchos seres, donde se los simplifica y reduce a variables: edades, sexos, TA., colesterol, fracción de eyeccion, etc.Algunos reciben tal intervención y los otros, la otra y se los compara.La matemática demuestra que el experimento sirvió o fallo.Creo que esto es una trampa y que la Medicina no sólo es matemáticas sino que es Poesia.Y la misma no se mide, se vive, se goza, se ama y se odia.Como las personas que se quejan y sufren.La medicina de la evidencia es una construcción simplificadora de larealidad, reduccionista; que muestra aspectos y esconde otros; que vende certezas a un mundo complejo y con incertidumbres;que acompaña al desarrollo del capital y a su ganancia.En general se demuestra lo que se quiere demostrar.Se demuestra lo que el que financia el trabajo pretende.Pues las ideas tienen dueños, aunque esto se oculte.Los evidentes nos venden su saber.La Medicina es un negocio (mas).Para acercarnos a ellos debemos comprar su conocimiento: cursos, revistas, webs, etc.Suelen hablar desde arriba, lo alto.
Creen haber alcanzado la sabiduría.Son parte de la ideología de la medicina.Cambian el discurso, lo modernizan (o pos-modernizan)La estructura tiene Historia.Los conocimientos actuales integran la estructura del capitalismo.
Que deshumaniza a sus integrantes.
Todo es individualismo, éxito, ganancias, fama y poder; disfrazados de bellas y vacías palabras.El discurso vende y disfraza a su emisor.La biología molecular con su dinamismo y plasticidad puede servir para comenzar a entender lo mismo de otras maneras, por ejemplo.Creo que la medicina diferente debe salir de esta trampa y armar otro conocimiento utilizando la dialéctica, las otrasdisciplinas, complejizándose, desideologizándose.Debe servir a la gente.Para eso hay que revolucionar el Mundo, los conocimientos... humanizarlos.No puede haber medicinas para ricos y para pobres, para el Primer y para el Tercer Mundo.Se empieza a hablar de calidad de vida en los estudios.Se construyen cuestionarios para medirla.
Va ingresando la subjetividad del otro ¡Ojo! (manipulable).¿Por qué hay que medir para saber o creer en el conocimiento?Creo que ahí esta la trampa.Pero hacen falta seres pensantes cuestionadores del Sistema.Solo hay Mefistos (film de Itsvan Szabo).En general los intelectuales son canallas, dicen una cosa y cuando son convidados con una pizca de poder: lo contrario.Hay pocos: Baruj Espinoza, Platon, Socrates.Hay muchos impostores.
Pensar diferente lo obvio: aportes desde la ignorancia.En esta epoca postmoderna-globalizada con discursos únicos y praxis colonizadas, donde sólo somos solo integrando la Medicalización-Medicamentación de la vida y la sociedad
¿Se puede pensar la Medicina y lo Médico desde una corporalidad social: incorporando la historia y la sociedad en la queja y en los signos semiológicos de la relación pacientes-médicos?.Creo que autores desde otra mirada y escucha pueden ayudar a re-pensar la Medicina: criticando lo obvio de la misma.¿Es la Medicina un vínculo con la subjetividad o sólo con la organicidad?En el duo paciente-médico, ¿El tercero incluido es el Mercado-la sociedad controladora-dominadora-uniformante?Creo que el excluido es el médico: en su subjetividad.Pero: La queja del paciente llama a ocuparnos de su subjetividad....¿Y?Creo que uno de los obstáculos en la Medicina actual es el Método del Recurso, es decir pensarla (disfrazarla-maquillarla) comociencia: Neutra: A-Historica-A-Social.Para eso se utiliza el método científico de demostrar y repetir laexperiencia-el experimento. Esto propone excluir las variables masimportantes: la historia-la sociedad-los afectos y pasiones.Existe para la Medicina-Ciencia lo medible-repetible-demostrable.Lo invisible queda excluido de los estudios y de las intervenciones.¿Pero cómo se hace otra Medicina?¿Sirve utilizar otras formas de justificar el saber?Por ejemplo: ¿Las construcciones de la psicología-psicoanálisis?, por dar un ejemplo.
La trampa de que lo único que existe es lo medible y verificable es que sirve para excluir al ser humano de la Medicina, incorpora al ser organico o a las masas a modificar (evidencias): dando tal remedio y midiendo % de cambios y comparando con un testigo.
Yo creo que esta trampa esconde al Mercado, a la ganancia de lasCorporaciones (el capital financiero y su ideología).Descartes es utilizado por el Capital para ganar mas.¡¡Lo medible es lo vendible!!...esa es la ley primera, diría el Dr.Martin Fierro.Lo demás...al tacho o al destierro (expulsión de la disidencia).
No recuerdo haber leido a Felix Guattari en mi formación médica, ni a Foucault, Deleuze, Castoriadis....(y sigue la lista)Creo mas poderoso el armado de herramientas de pensar y proceder medicamente.Utilizar el pensamiento crítico para construir herramientas de cambio.¡Junto a sociedades que peleen por el mismo!
Ante la colonización mundial por el pensamiento único por los señores del anillo del Capital con su estructura de pensamiento subordinada a no cambiar los mecanismos de opresión debemos construir una medicina de resistencia y facilitadora del cambio social.
Abrir la Medicina a la libertad, pensarla complejamente, utilizarla para cambiar y mejorar la vida, para liberar a los seres.
Las instituciones como lugares del empobrecimiento del pensar: algunos aportes trans(acidos)"Nunca se llega a puerto.Pero cuando dos rutas amigas coinciden, Todo el mundo nos parece, por una hora, El anhelado puerto."Herman HesseSiddharta declaró: ¿Qué podría decirte, venerable?
Quiza que has buscado con demasiado ahinco.
Que a fuerza de buscar, no has podido encontrar.-¿Cómo es eso? - pregunto Govinda.- Cuando alguien busca -continuó Siddharta-, facilmente puede ocurrir que su ojo sólo se fije en lo que busca; pero como no lo halla, tampoco deja entrar en su ser otra cosa; no puede absorber ninguna otra cosa, pues se concentra en lo que busca.
Tiene un fin y esta obsesionado con él.
Buscar significa tener un objetivo.
Encontrar, sin embargo, significa estar libre, abierto, no tener ningun fin.
Tu, venerable, quizas eres realmente uno que busca, pues persiguiendo tu objetivo, no ves muchas cosas que están a la vista."Siddharta, de Hermann HesseLa psicoanalista Emilia Cueto entrevista al filosofo Tomas Abraham en http://www.elsigma.com/ y en la revista Agenda Imago de mayo 2002.y se refieren a la institucion psicoanalista lacaniana.
T.Abraham afirma que las mismas presentan un aparato burocrático muy sólido, con control muy rígido sobre la interpretación y un sistema de iniciaciones cerrado, de antiguedades y grados donde hay poca posibilidad de pensar.Donde la institucionalización ha tenido mucho que ver con elempobrecimiento.
Las mismas son duras y no permiten lugar a la transgresión y a la desobediencia.
Las organizaciones humanas estructuran las relaciones de poder, dominio y control social.¿Cómo pensar el grupo, la organización y la institución sanitaria?El Hospital, la guardia, los servicios, etc, por un lado.Por el otro: las Sociedades Médicas: desde las agrupaciones sindicales hospitalarias, asociaciones mutuales a las Sociedades y Federaciones Médicas.Considero que perpetuan las injusticias sociales que pretenden modificar.No sirven para sanar al sujeto enfermo pues son estructurasburocráticas, alienadas, rígidas, autoritarias.Pensando al sano como el bien-ser (Paco Maglio), no sólo el bien-estar.Por ejemplo: mi Hospital.Lo conozco y participo desde hace 20 años.El poder real de esa institución burocrática, caótica lo tienen, en parte, los sindicalistas de la Salud.Verdadero poder mafioso vinculado al sindicato: estructura fascista, un ejemplo del sindicalismo argentino.Hay gente perpetuada con practicas violentas: desde el discurso a la practica (amenazas físicas, extorsiones).La organización médica: asociación de médicos, esta controlada por otros dirigentes desde hace mucho tiempo.Expertos en roscas políticas, en repartos de puestos y atenciones.Ayuda a esto la apatía nuestra, el no te metas tan argentino, el descuido de lo público sobre lo privado (la doble moral), la apoliticidad burguesa, etc.Cada intento de abrir el hospital a la comunidad es resistido desde diversos lugares.Las palabras no se corresponden con la realidad.Pequeños intentos de cambio son muy resistidos: desde lo administrativo hasta la participación voluntaria de los agentes de salud.Cada sector trabaja independiente del otro: area programática con respecto a los servicios, etc.Dentro de un Servicio hay subsectores descoordinados entre sí.Impera el "divide y reinarás".
Inserto un texto desde el psicoanálisis y la particular visión de JoséBleger.Aportes desde Jose Bleger: En "Temas de psicología(entrevista y grupos)", de Ediciones NuevaVisión, de Galerna agosto del 75, capítulo: el grupo como institución y el grupo en las instituciones...desarrolla sus conceptos de lo ambiguo, lo sincrético, lo fusional, lo indiferenciado, simbiótico en la estructura grupal, de organización y en lo institucional.
Grupo como conjunto de individuos que interaccionan entre sí compartiendo ciertas normas en una tarea.
Presentan una sociabilidad por interacción y una sincrética: indiferenciada, de no relación.
Hay una estructura y una integración del yo individual, el grupal y el sincrético: ambiguo, indiferenciado.
Del yo-no yo, cuerpo-espacio y yo-objetos.
Hay una sociabilidad verbal y una pre-verbal-profunda: fusión-indiscriminación-simbiosis-ambigua, de no-identidad, que hace de fondo de la sociabilidad interactiva, participamos de una convención de pautas y normas, para interaccionar debe haber un trasfondo común de sociabilidad.
Plantea un miedo a lo nuevo-lo desconocido y a lodesconocido que hay dentro de lo conocido (lo siniestro), desarrolla el nivel de identidad grupal: trabajo en comun: tarea, integración e interacción y la identidad sincrética: dada por la PERTENENCIA al grupo.
Relaciona pertenencia con dependencia a niveles de sociabilidad sincrética, simbiótica, primitiva en el desarrollo humano (según su aporte a la teoría).Institución: es conjunto de normas-pautas-actividades agrupadas alrededor de valores y funciones sociales.Organización: disposición jerárquica de funciones dentro de un espacio.
El grupo tiende a estabilizarse como una organización con Pautas fijas-propias.
El grupo como proceso se estabiliza como organización, las interacciones se transforman en fijas y estables: esterotipia y se tiende a perpetuar: resguardar y asegurar la separación entre lo social y lo sincretico, lo loco-depositación e inmovilización del mismo.
El grupo tiende al antiproceso, se burocratiza: el medio es igual al fin.Plantea que el individuo es grupo, su personalidad es el grupo y que los grupos se tienden a organizar en organizaciones: parte de la personalidad o toda de los individuos se depositan en ella, su parte sicótica o sociabilidad sincrética."Toda organización tiende a tener la misma estructura que el problema que tiene que enfrentar y para el cual ha sido creada".Así, un hospital termina por tener en tanto organización, las mismascaracteristicas que los enfermos mismos (aislamiento, deprivación sensorial, deficit de comunicación, etc.).Tendencia a la burocratización, función iatrogénica y de afianzamiento de las enfermedades.
Tendencia a la burocracia y resistencia al cambio (Loestructural).
El staff técnico de un hospital o el equipo administrativo delmismo tienden a estructurarse como organizaciones, y las resistencias al cambio no provienen necesariamente siempre o solamente de los pacientes o sus familiares, sino mucho más frecuentemente de nosotros mismos en tanto integramos organizaciones y las organizaciones son parte de nuestra personalidad.
Lo que ocurre es que en las organizaciones, además, losconflictos que se suscitan en niveles superiores se manifiestan o detectan en niveles inferiores: entonces ocurrirá que los conflictos del staff técnico no se harán manifiestos en ellos sino en los pacientes o en el personal subalterno, tanto como las tensiones y conflictos entre los padres, con mucha frecuencia, no aparecen a nivel de ellos sino como síntomas en sus hijos.
Y los ejemplos podrán continuar para todas las organizacionesciviles, gubernamentales, militares, religiosas, etc.
Las organizaciones forman parte de nuestra personalidad.
El ser humano antes que ser persona es siempre un grupo, pero no en el sentido de que pertenece a un grupo, sino en el que su personalidad es el grupo.
Remite al libro: El hombre organizacion de Whyte.
El grupo y la organizacion son la personalidad de sus integrantes.
Discute la afirmación de E. Jaques: que las instituciones sirven como defensa frente a ansiedades psicóticas.
Y dice que las instituciones y organizaciones son depositarias de la sociabilidad sincrética o de la parte psicótica y queello explica mucho de la tendencia a la burocracia y la resistencia alcambio.Sigue hablando y plantea la orientación psiquiátrica hacia la prevención primaria y una concentración de esfuerzo en la administración de recursos.
Yque hay que dirigir los esfuerzos y conocimientos a la organizacion misma, al organigrama.
El reemplazo del médico
El mundo imperial de la globalización ha decidido prescindir del médico.Le ofrece al anteriormente llamado paciente, ahora cliente: conocimientos y tecnología para elegir.El trato directo aumenta la ganacia, multiplica el consumo.El uso de la publicidad en sus diversas formas, manipula el gusto del cliente.El médico intermedia la cadena comercial de la Salud.Pero el trato directo potencia las ventas.La mitad de la población utiliza medicinas alternativas o notradicionales: pastillas, hierbas, procederes populares.Desconfía de la medicina tradicional.El poder de la magia crece junto con el descrédito de esta medicina.Se publicitan los descubrimientos cientifícos sin criticarlos.
Aparecen en os medios de masas.La publicidad orienta el consumo popular.Se vende complejidad diagnostica y terapéutica bajo un mensajesimplificador.Para diagnosticar esto: tal metodo; para tratarlo: tal procedimiento.El médico queda con un rol pasivo, manipulado y presionado por lasCorporaciones y desacreditado y presionado por los clientes (ex pacientes) que apuran su diagnostico y tratamiento, que fetichizan lo tecnológico-farmacéutico por un lado y creen en lo mágico (fuera de la medicina hegemónica-industrializada).
La relación paciente médico excluye las palabras y los afectos.
Sólo incorpora productos.
¿Para qué necesitamos al intermediario?: Venta directa.La Maquinaria reemplazará al médico: con sus métodos de autodiagnóstico y clínicas de tratamiento a medida.El rol pasivo depende de: su posición en la cadena de comercialización de la Medicina, pensamiento y practica acrítica: se deforma a los médicos para perpetuar esto desde su educación en la Facultad hasta los posgrados, pasando por la residencia.
Pertenencia a sectores de la burguesía: pequeños a medios, con su ilusión desde la modernidad y actual posmodernismo, falta de programas de prevención primaria y modelos de Salud Pública para la gente, no para las Corporaciones o estructurados como espacios de corrupción: ganancias privadas con lo público.Inexistencia de organizaciones médicas combativas, defensoras de sus integrantes, no manejadas por los dueños de las clínicas y sanatorios o por beneficiarios de "cometas", beneficios de las corporaciones: regalos, viajes, hoteles, sueldos.Otra área del Mercado de la Salud: la manipulación genética.La conquista del espacio interior, de los codigos genéticos y la posibilidad de manipulación ofrece a alto precio a una minoría rica que puede ser trabajada por sastres genéticos: casi a medida.
Así como ahora ofrece volar por el espacio a millonarios a través de la nave soviética (metáfora de cómo quedó la URSS: de intento de cambio revolucionario a marionetas del capital), ofrecerá cambios corporales, correciones biológicas a encargo.
Pueden soñar y realizar herederos casi perfectos, construir nuevas razas superiores.
El ideario nazifascista realizarse.Bajo el discurso científico, la humanidad regala su libertad.
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