20090502

la teoria de la velocidad y nuestro tiempo

Nunca estamos quietos. Incluso cuando queremos estar quietos, el mundo se mueve. De hecho, todos nos movemos a tales velocidades que dejamos en ridículo cualquier montaña rusa del mundo.
Aunque suene inverosímil, el planeta Tierra rota sobre sí misma a 1.000 kilómetros por hora. Y, por lo tanto, incluso durmiendo, estamos yendo a esa velocidad en nuestro coche-cama planetario. Preparad las biodraminas.
Pero esto sólo se cumple en las personas que viven hacia la latitud en que se encuentran los países Mediterráneos. Los otros lo tienen peor: los que viven en el ecuador, viajan a 1.667 kilómetros por hora. Esto sucede porque deben recorrer una distancia bastante mayor al rotar.
Pero no acaba aquí nuestro viaje a toda pastilla por el universo.
La Tierra se desplaza en el espacio alrededor del Sol. Y lo hace a la nada despreciable velocidad de 107.228 kilómetros por hora.
A su vez, el Sol no se está quietecito. Va lanzado a 790.000 kilómetros por hora hacia el centro de la Vía Láctea. Así pues, el Sol (y todos los planetas que le rodean, el Sistema Solar) dan una vuelta completa en el tiovivo de la Vía Láctea en 200 millones de años. Actualmente ya se ha completado un cuarto de vuelta desde la era de los dinosaurios.
Pero esta velocidad va incrementándose, como si cayéramos por una pendiente. Porque la propia Vía Láctea, la galaxia en la que habita nuestro Sistema Solar y otros miles de sistemas solares, viaja a 900.000 kilómetros por hora.
¿Hacia dónde vamos tan disparados como una flecha? Pues hacia el centro de los masivos cúmulos de la constelación de Virgo que, a su vez, por supuesto, se encamina hacia una masa mayor a 1.400.000 kilómetros por hora.
Esta masa a la que nos dirigimos todos es Acuario.
Así pues, la velocidad final a la que nos movemos es 1.400.000 kilómetros por hora. No es mucho si nos comparamos con la luz, que viaja a 1.079.224.000 kilómetros por hora. Pero aun así… en fin, si nos caza algún radar superando la máxima velocidad permitida con el coche, ¿podríamos alegar algo con estas cifras en la mano? Probadlo y me contais.

20090412

AMOR


Y EL QUE PERMANECE EN AMOR, PERMANECE EN DIOS, Y DIOS EN EL.“Mantén tus pensamientos positivos, ya que tus pensamientos se vuelven tus palabras. Mantén tus palabras positivas, ya que tus palabras se vuelven en tus comportamientos. Mantén tus comportamientos positivos, ya que se vuelven tus hábitos. Mantén tus hábitos positivos, ya que se vuelven tus valores. Mantén tus valores positivos, ya que se vuelven tu destino”. Vuélvete consciente de los pensamientos que tienes y pon tu mente a trabajar. Visualízate de la manera que quieres ser o estar, y poco a poco irás creando comportamientos que pueden convertirse en hábitos. De esta manera, ¡vivirás la vida que siempre has deseado para ti! Una afirmación es un pensamiento positivo que escoges conscientemente para introducirlo en tu conciencia y así producir los resultados deseados. Es decir, programar tu cerebro para que obre en tu beneficio. Las afirmaciones son muy efectivas y debes usarlas diariamente convertirlas en un hábito. Nuestro cerebro es utilizado de manera equivocada cuando no lo hacemos de forma consciente y con un objetivo claro. La tarea principal de las afirmaciones es reprogramar y desterrar esos pensamientos o creencias que tenemos alojados en nuestro subconsciente el cual trabaja deliberadamente cuando no ponemos orden en nuestros pensamientos y metas acarreando muchas veces caos en nuestras vidas.Palabras y pensamientos positivos, vivir el presente, liberarse del pasado y compartir amor son para el dia dia ingredientes básicos para logra una vida sana y hacer de ésta un verdadero arte.Algo para tener en cuenta es que todo lo que decimos impacta no solo sobre nuestras vidas psiquicas emocionales y espirituales sino tambien sobre la de los demas.Es prudente aprender a pensar antes que hablar compulsivamente evitando juicios y frases que limiten o sentencien a la gente y esforzarnos por dialogar construyendo en nuestro discurso opiniones que edifiquen nuestras vidas y las de quienes nos rodean.

La Vida Es Fragil, Mantenla Fortalecida Con el amor y la meditacion.

QUE EL KADOSH BARJU nos ayude a revestirnos de su Amor

Meditar en silencio por la paz


Paz con justicia entre Palestina e Israel. Por el momento sólo parece una consigna voluntarista y utópica. Pero cada día seremos más...No basta con anhelar la paz. Tenemos que trabajar, y si es necesario, luchar por ella.

PAZ

Es la tranquilidad que procede del orden y de la unidad de voluntades; La palabra paz deriva del latín pax. La paz es la serenidad existente donde no hay conflictos o guerra. Desde el punto de vista del Derecho internacional, el término Paz en un convenio o tratado que pone fin a la guerra. La Paz ha de estar fundada sobre la verdad, la justicia, la caridad y la libertad. Las armas, la violencia, el poder desmedido y la guerra atentan contra la paz. El Día de la Paz en Israel es dia adia minuto a minuto.Creo que a nuestra generacion le ha llegado la hora de la paz.

Meditacion por la paz.Dios misericordioso, haz que la paz de la que tanto hablamos esté tan integrada a nuestras vidas que seamos como vasos que derraman paz en nuestras familias, en nuestras comunidades y en el mundo.Amén sela.

Salmo 85:8–13
Escucharé lo que hablará Dios el Señor; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, y para cuantos se vuelven a Él de corazón. Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, para que habite la gloria en nuestra tierra. La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos. El Señor dará también el bien, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y sus pasos nos pondrá por camino.

20090411

Qué es el panteísmo


El panteísmo, "todo" y θεος (theos), "dios": literalmente "Dios es todo" y "todo es Dios"El panteísmo es la creencia de que el mundo y Dios son lo mismo, es más una creencia filosófica que religiosa. Cada criatura es un aspecto o una manifestación de Dios, que es concebido como el actor divino que desempeña a la vez los innumerables papeles de humanos, animales, plantas, estrellas y fuerzas de la naturaleza.Todos deben conceder, en verdad, que sin Dios nada puede ser ni concebirse. Pues todos reconocen que Dios es la única causa de todas las cosas, y tanto de su esencia como de su existencia; esto es, Dios es causa de las cosas no sólo según el devenir, como dicen, sino también según el ser.Spinoza, contra unos y otros, afirmó la existencia del ser eterno e infinito y lo llamó DIOS O NATURALEZA. Pero distinguió, sin separarlas, dos naturalezas en la Naturaleza: la naturaleza naturante o creadora y la naturaleza naturada o creada. La primera es la esencia productora de todas las cosas, está dotada de infinitud y eternidad absolutas, y es la única a la que Spinoza da el nombre de Dios; la segunda es producida o creada, e incluye un universo ilimitado y los incontables mundos que lo conforman, así como todas las cosas finitas que habitan en ellos.Por eso censura Spinoza a unos y otros por no seguir el orden natural a la hora de filosofar. El conocimiento de Dios es prioritario, tanto para entender la vida como para explicarla. Hay grandes pensadores judíos que por momentos parecen panteístas, como Shlomo Ibn Gabirol o Abraham Ibn Ezra en algunas de sus exégesis (por ejemplo en Génesis 1:26 y Éxodo 23:21). Hay panteísmo en el misticismo judío y en su libro más cabal, el Zohar. También el fundador del jasidismo de Jabad, el rabí Shneur Zalman de Ladi, expresa en su obra Tania que "en realidad no hay nada más que Él". Vale citar a un rabino más, Tzvi ben Yaakov Ashkenazi quien, después de estudiar con los sefarditas de Salónica, recibió el título honorífico de Jajam (sabio) y pasó a ser conocido como el Jajam Tzvi. Guió las academias talmúdicas de Altona y de Amsterdam. Poco tiempo después de la muerte de Spinoza, le enviaron al Jajam Tzvi una llamativa pregunta desde Londres: si acaso él había afirmado que Dios es Hateva, la naturaleza. La duda puede abonarse con el dato de que las palabras Elohim (Dios) y Hateva (la naturaleza) tienen el mismo valor numérico de 85. Lo notable es que la respuesta del Jajam Tzvi no rechaza esa idea, sino que la explica. Lo que él había querido decir es que Dios es la fuerza y la voluntad que produce todas las manifestaciones de la naturaleza.
Finalmente, el siglo XVIII produjo un caso singular de panteísmo judío, que fue Najman Krojmal, conocido por su acrónimo Ranak. Éste adaptó la filosofía de Hegel, y más aún la de Schelling, a la experiencia judía. Planteó que existe un solo ente: el Espíritu Absoluto, es decir Dios.
Con todo, ulteriormente, los judíos que más se inclinaron ante la cosmovisión de Spinoza, no lo hicieron desde el panteísmo sino desde el laicismo. En buena medida, fue descubierto como un precursor de la secularización de la vida hebrea. En efecto, prefiguró, solo y alienado, lo que las generaciones posteriores llamarían “secularismo hebreo ”, y muchos judíos laicos hallaron en él inspiración. En 1925, el historiador Josef Klausner, quien fuera candidato a la primera presidencia de Israel, de pie en el Monte Scopus en donde nacía la Universidad Hebrea, proclamó: “Baruj Spinoza, eres nuestro hermano”. Otro de sus grandes admiradores fue el primer Primer Ministro del Estado judío, David Ben Gurión, quien en la década del cincuenta temprana, se propuso hacer revertir la excomunión contra Spinoza. El empeño no había sido muy sopesado, ya que no había ni hay factor en la vida judía que tenga la autoridad para proceder en esa dirección.Quizás quien más se acercó a cumplir con el anhelo de Ben Gurión fue el Gran Rabino de Israel, Isaac Halevi Herzog. Éste, en 1953, recibió una consulta del director del instituto Spinozaeum de Haifa, Herz Shikmoni, quien le preguntaba si, desde el punto de vista de la ley religiosa judía, Spinoza permanecía excomulgado. Herzog respondió cautelosamente que la prohibición de leer obras de Spinoza ya no tenía validez alguna, aunque no quedaba claro si el tribunal que lo había separado de la sinagoga tuvo la intención de que la excomunión perdurara durante generaciones subsiguientes. El hecho es que Spinoza forma parte del mundo académico y cultural, y resulta imposible, en ese contexto, compilar un manual o un curso de pensamiento hebreo sin incluir al notable holandés. Una personalidad afable y sosegada, que sacudió a sus contemporáneos y encandiló con teoremas éticos a los siglos que lo sucedieron. Desde lo filosófico, Spinoza se equivocó. Los hechos no son descubiertos, como él planteaba, por el mero razonamiento. Son revelados por la observación y la experiencia. Cuando podemos inducir con éxito el futuro, no lo hacemos basándonos en principios lógicamente necesarios, sino en datos empíricos que nos provee la realidad. Pero trancurría el siglo XVII y apenas asomaba la era moderna del pensamiento durante la vida de Spinoza quien, en cierto modo, la inauguró. Recordemos la tesis de Harry Wolfson de 1947: toda la filosofía occidental se inició con Filón de Alejandría -es básicamente filónica- y está basada en el concepto de revelación. Para Wolfson, la filosofía religiosa fundada por Filón dominó el pensamiento europeo, hasta que fue destronada por otro judío, dieciséis siglos después. Baruj Spinoza

20090410

Spinoza y Buber


Spinoza, en el siglo XVII desde el seno de la comunidad judeo-portuguesa de Amsterdam, y expulsado de ella, propone como concepción -y con alguna licencia en el decir- un mundo hecho de Dios. Lejos de toda religiosidad tradicional, es un cartesiano que lucha por superar la dualidad inherente a esa cosmovisión. No hay sustancias -pensante, extensa, divina- sino única sustancia: Dios, mundo, naturaleza, sostén de infinitos atributos, de los cuales podemos conocer el pensamiento y la extensión. La pluralidad del mundo consiste en modalizaciones de la sustancia única. Esta suerte de unicato de la sustancia es un gran paso en la superación del cartesianismo. La búsqueda de lo subjetual, del sujeto, se halla en ciernes en Spinoza. Los hombres, modos de la sustancia, como el resto de la naturaleza, obran luchando por perseverar en su ser. La vida humana y la vida del cosmos todo consiste en una prolongada resistencia. Múltiples factores naturales y sociales, políticos y religiosos se oponen al conatus, intento de perseveración en el ser: los gobiernos tiránicos, los sacerdotes, los pastores, que se adueñan de las conciencias y les imparten lecciones de religiosidad falsa; los teólogos, los enemigos de la república holandesa, los pastores calvinistas que pretenden ahogar todo intento de reforma religiosa y reconducen, por la palabra o por la violencia, a todos hacia la ortodoxia. Contra esas fuerzas que detienen el conatus, Spinoza se hace teólogo, o, más que nunca, filósofo. Spinoza ha escrito el Tratado teológico político por una Holanda republicana, contraria a la monarquía y a la pastoral calvinista. En ese texto, Spinoza discute con pericia y con gran erudición todos los elementos de la religiosidad tradicional judeo cristiana, sobre la base de un método para abordar las Escrituras. Todo su saber está puesto al servicio de ese proyecto político, para el cual necesita ocuparse de una teología que permita arribar a una religión verdadera. La nueva lectura de las Escrituras que emprende en su tratado tiene como finalidad la máxima expansión del conatus individual y social.
La religión verdadera será conatus saludable, libre disposición de las propias fuerzas en trabazón social, pasiones alegres y control y neutralización de las pasiones tristes; obediencia a los dictados de la justicia instituida –la política- y despliegue infinito de la caridad –lo social-, desde donde se gestan, incesantemente otras alternativas. Martín Buber
Este filósofo, nacido en Viena en l878 y fallecido en Jerusalén en l965, trabaja, creemos, en la misma perspectiva que Spinoza, aportando todo el bagaje antropológico, lingüístico, etnológico atesorado en nuestro tiempo. Buber lee de nuevo las Escrituras de la mano de un método, pero también con un supuesto: el de la necesaria liberación para toda la humanidad, así como Spinoza lo hacía con un proyecto de república justa para Holanda. Las técnicas que utiliza son muy depuradas, pero quien las preside es un proyecto político, teológico político. A Martín Buber le interesa la redención del mundo.
Buber es un filósofo poco frecuentado. No fue, por cierto, una estrella en el S. XX. Pasa por ser una figura más bien menor: los programas corrientes lo ignoran. No es considerado un eje de formación académica, lo que parece ser bastante injusto. Tal vez su inspiración mesiánica no fue el tipo de irracionalismo que las modas filosóficas apreciaron.
No resulta fácil brindar aquí una semblanza completa de Buber, para lo cual remitimos a la bibliografía enumerada. Sin embargo, algunos datos serán útiles para ubicarnos. Pasó su infancia en Lemberg, Polonia austríaca, en casa de su abuelo, donde se nutrió del iluminismo judío tanto como del jasidismo, movimiento social-religioso que data del Siglo XVIII. Sus estudios superiores en filosofía, psiquiatría, sociología e historia del arte culminaron con un doctorado en filosofía en l904, en Berlín. Estudió religiones muy diversas, a la vez que se relacionó fuertemente en términos de amistad y con objetivos intelectuales y religiosos con católicos y protestantes.
De l923 procede la obra Yo y Tú, expresión madura de su pensamiento. En l932 aparece El reino de Dios, desarrollo de su ideal anarquista teocrático. En l938 abandona Alemania y se radica en Palestina. El Moisés que se abordará en este trabajo data de l944.
Vivió Buber acuciado por la problemática del mundo. Su concepción no es parcial ni provinciana, tal vez porque pudo asumir plenamente su identidad desde, en y para la totalidad.
En Yo y Tú expone su concepción del hombre y del mundo, basada en el diálogo. El hombre no es sólo oficio o producto, sino, básicamente, acontecimiento, y lo es allí donde puede entablar la relación recíproca, la única plena, la única que abarca el ser entero. El Yo que dice Tú es persona; solamente en esa instancia hay verdadera relación. Es entre Yo y Tú donde se encuentra el Espíritu, propiamente el aire que se comparte. En la relación dialogal Yo-Tú se puede descubrir a Dios. En cambio, el Yo que enfrenta un Ello, ensombrece el vínculo Yo-Tú. El reino del Ello es el de la causalidad, fundamental, en cuanto incluye la ciencia, pero las decisiones sólo se toman en la relación de diálogo, donde se es propiamente persona. Importa la suerte de la humanidad antes que el conocimiento. En este sentido, cobra relieve el aporte del judaísmo con su original idea de mesianismo. Cercano a Ernst Bloch y a su concepción de utopía y a la categoría de lo que está frente, Buber considera el ser-aún-no realizado Nuevos cielos y nueva tierra serán una experiencia directa, un mesianismo de este mundo.
"Buber designa esta actitud como mesianismo activo, que no espera pasivamente la llegada del Mesías, sino que quiere preparar el Mundo para el Reino de Dios". (Michael Lowy, l997, p.54)
"Judío religioso, Buber se opone radicalmente al establishment rabínico ortodoxo, y apela tanto a Jeremías como a Jesús o a Spinoza; su fuente de inspiración es lo que él llama el judaísmo subterráneo (para distinguirlo del judaísmo oficial): el profetismo, el eseniocristianismo, el cábalojasidismo.
Sionista, desde sus inicios critica la política de la dirección del movimiento y se tornó (después de su partida a Palestina en l938) uno de los principales animadores del movimiento de fraternización judeo-árabe Ihud (Unión), que luchó por el establecimiento de un Estado binacional en Palestina (...) (Michael Lowy, l997, p.56-57)
Para Buber, en efecto, no se trataba sólo de la emancipación de un pueblo, sino de la redención del mundo. Anarquista, creía que la relación del hombre con su prójimo debía definirse sobre el modelo dialogal Yo-Tú, para el armado de una sociedad sin poderes. El Reino de Dios se concibe como sociedad libre, sin más jerarquía que la del servicio, sin más poder que el de los hombres reunidos en torno a un proyecto.
El Dios que Buber encuentra en su lectura se encarna en la historia y se compromete con la tarea histórica, apelando al compromiso humano. La teología de Buber, como la de Spinoza, es también teología política. Su supuesto es el futuro mesiánico de redención de la humanidad toda.

El método en Martín Buber
Según se considera en su Moisés , los textos bíblicos están formados por capas superpuestas. Existe, en la base, una formalización de la tradición oral, sobre la cual obran desarrollos varios que responden a diversas tendencias. Así, resulta necesario: l) proceder separando lo anterior de lo ulterior; 2) transitar desde el arreglo de la tradición hacia la presunta capa primera, la más cercana a la tradición oral.
Respecto de la primera instancia del método, la mayor garantía está dada por el estudio de la lengua. Los estilos de expresión son reconocibles y pueden ser atribuidos a diferentes tendencias de escritura. El uso peculiar de las palabras puede referirse a una época y a una perspectiva. El cambio de significado de las palabras ofrece muchas pistas para ubicar las tradiciones superpuestas, comparándose con la acepción primitiva. Las construcciones sintácticas se observan cuidadosamente para determinar capas de escritura.
En relación con el segundo paso, las dificultades son de otra índole, aún cuando íntimamente relacionadas con desarrollos de la lengua. En la búsqueda de la tradición presunta, anterior a los arreglos y formalizaciones que obra la escritura, nos enfrentamos con el agregado legendario. El resultado tiene aquí el rango de hipótesis. Contrariamente al "Solo Escrituras"depurador spinocista, Buber valora el papel que juega la leyenda. Si bien hay que seguir separando capas, no hay que eliminar ninguna. Para Buber, la leyenda es una función histórica, no la mera glorificación de un hecho. La leyenda sigue a los hechos, se enraíza en ellos, porque es engendrada por el entusiasmo. Ella es, también, una experiencia histórica. La leyenda conserva el recuerdo histórico de lo que conmovió el alma de quienes estuvieron presentes. La interpretación de la leyenda conduce al encuentro original, aunque no pueda extraerse con pureza el estado objetivo de cosas. El entusiasmo que da lugar al relato legendario es parte de la investigación. Dice Buber:
"No hay otra manera de comprender la historia científicamente que la racional; pero ella debe comenzar por superar la ratio restringida por otra más amplia."(Martín Buber, l994, p.24)
De este modo, lo histórico es lo histórico más su leyenda. Se llega, lo más posible, a cómo fue el proceso, diferenciando estratos de escritura, pero sin suprimir nada.
Así, Buber indica:
"En este caso, el método de investigación es necesariamente reductivo: hay que quitar, una por una, las capas de creaciones existentes para penetrar hasta la más antigua entre las asequibles. No tenemos ninguna certeza de llegar así a lo que "fue en realidad" Aunque no nos sea dado conocer el desarrollo de los hechos, comprenderemos, en alto grado, la manera en que los sintió el pueblo espectador."(Martin Buber l994, p.22)
Por otra parte, y a favor del contenido histórico de la leyenda de Moisés, se señala como rasgos significativos:
que las figuras centrales no se confunden con personajes míticos, ni los acontecimientos están teñidos de narraciones míticas.
que el narrador se impone una continuidad, dada por los itinerarios y por las etapas de la conformación de una nación, aún con los evidentes arreglos de la tradición, sean estos arreglos con fines didácticos o simbólicos.
En definitiva, la distinción de estratos, tanto desde la perspectiva cronológica como desde la perspectiva de la leyenda respecto de la verdad histórica, no conduce a eliminación ninguna.
"Lo añadido ha de ser también importante para nosotros"(Martín Buber, l994, p.26)
Lo nuevo se legitima por lo antiguo. Hay un Moisés de tiempos remotos y hay otro, tan legítimo, que cobró vida a lo largo de muchas épocas. Es necesario reunir a los dos sin confundirlos.
La perspectiva de Buber es opuesta a toda postura positivista, se niega a buscar e idolatrar "el hecho". Considera la historia como un proceso y a la leyenda como un momento de expresión conciente del proceso. No hay hecho histórico, sino devenir complejo que integra la manifestación entusiástica del proceso mismo que, lejos de constituir lastre, conduce al encuentro original y hecha luz sobre él. La leyenda es la repercusión y la resignificación de lo acontecido. No hay hechos en sí mismos, sino acontecimientos, cuyo contenido se halla, en gran parte, en la interpretación poética, narrativa, legendaria que los acompaña, y que no debe entenderse como arbitraria, sino como devenida del acontecimiento mismo.
Spinoza pretende explícitamente, el "Solo Escrituras". Sin embargo, él las interpreta según un supuesto ético fuerte: ellas sólo dicen, en estado de máxima reducción: caridad y justicia, organización social y ley, alternativas de lo social y ley como producto del juego de fuerzas, pacto para la común utilidad, ruptura del pacto que deviene injusto. Interpreta las Escrituras a la luz de un proyecto.
Martín Buber también habla de un método depurador, aún cuando con una perspectiva más amplia de la racionalidad, ensanchando el método de la razón natural de Spinoza. Pero también Buber interpreta las Escrituras desde una postura filosófica que excede al método mismo: humanidad justa y caritativa y futuro mesiánico como espera activa, intervención humana en la redención, compromiso permanente, historia que se encamina hacia la justicia. Este es su proyecto.

El Moisés de Martín Buber
Buber, traductor del Antiguo Testamento al alemán, también escribe un tratado teológico político: su Moisés. La exégesis bíblica, inserta en el método, y la hermenéutica elaborada sobre su concepción del mundo trabajan sobre toda la historia el Éxodo, desde el nacimiento de Moisés hasta su muerte, transitando por todas las alternativas que llevan desde la esclavitud hasta la liberación. Se han elegido tres figuras de su texto para ser estudiadas aquí: la del nombre de Dios, afincada en el diálogo frente a la zarza ardiente, el acontecimiento de la Pascua en vísperas del éxodo y el sentido del sábado.
La primera de ellas, el prólogo de la gesta, resulta esencial en relación con la filosofía de Buber. Se trata del diálogo con Dios, del Cara a Cara, del Yo frente a lo que no es el yo, de la relación por excelencia, en la cual se toman decisiones y se asumen compromisos. La cena pascual también ha sido tratada, por su trascendencia como primer factor de organización y unificación de lo que será un pueblo. Finalmente, el sábado, como un aspecto relevante de la ley y por su sentido de humanidad y justicia.

El acontecimiento de la zarza ardiente
El milagro de la zarza, el encuentro de Moisés con Dios, su discusión, vienen a conformar una primera culminación del proceso libertario. Hay un grupo esclavo en Egipto, el gran imperio. El príncipe Moisés, indignado por la crueldad, mata a un capataz egipcio y huye. Este acto lo ha convertido en un subversivo, pero de orden individual. Teme la venganza del faraón y escapa por temor de su vida. Transita el desierto, fugitivo, y se afinca en el seno de una familia tribal, asumiendo la vida de pastor. Sin embargo, el no es de allí, sino que procede el imperio, contra el que ha ensayado una rebeldía personal. Aún no pertenece, ni por formación, ni por historia compartida, al grupo oprimido. Ha sido noble y ahora es pastor. Conoce la libertad de los poderosos y ahora la de los nómades, pero aún no sabe quiénes, cómo son los esclavos.
La conversión de Moisés es uno de los procesos que conducen de la sustancia al sujeto, de la quietud al movimiento. El abandono de la tranquilidad pastoril y la aceptación del desafío de enfrentar al imperio egipcio, decidida frente a la zarza, probablemente conformen el corazón de todo el planteo del Yo y Tu buberianos. Verídico o no, el episodio frente a la zarza es historia absoluta: nada de magia ni resabios míticos. Este relato es paradigmático de la condición humana, con todas sus vacilaciones, ambigüedades, miedos, deseos de no ser elegido, ansias de vivir en paz y, a la vez, deseos de justicia. (Rubén Dri,l997, p.l30 y SS)
Nos ocuparemos de un aspecto del diálogo entre Dios y Moisés, particularmente en relación con el nombre de Dios. Buber trabaja desde su conocimiento del hebreo y de otras lenguas semíticas y desde la propia doctrina del ser dialogante, recíproco, mutual. En la zarza hay relación inmediata, presencial, libre, y participación humana que viene a ayudar a la realización del mundo.
Moisés pregunta por el nombre de Dios, y se le contesta: "Eheié asher eheié", lo que normalmente se traduce como "Soy el que soy". Aún más, Dios ordena que Moisés se presente diciendo a los israelitas: "Eheié (Yo soy) me envió a ustedes" (Exodo 3,l4).
Soy el que soy ha sido entendido como el que es eterno, el que persiste de manera invariable en el ser. También puede entenderse que Dios rehusa dar razón de sí mismo. Sólo aparece su eternidad, el ser igual a sí mismo, la trascendencia.
Buber rechaza esta traducción. Tanto desde el conocimiento del hebreo bíblico como desde su filosofía -la filología no funciona jamás sola-, se enuncia:
"Pero esto [dice, oponiéndose a la interpretación tradicional] sería sólo una de esas abstracciones que no suelen surgir nunca en épocas de una alta vitalidad religiosa: en el hebreo bíblico, el verbo en cuestión no significa mera existencia, sino suceder, hacerse, estar, estar presente, ser de tal o cual manera, pero no ser en sí." (Martín Buber , l994, p.85)
El Dios de la zarza, impulsor de un proceso histórico, se diferencia también del Dios del Génesis, el Dios Shadai, que significa fuerza, potencia, autoridad, y que obra en el plano biológico-natural:
"La divinidad como potencia (...) como lo que vuelve fecunda a la familia humana y que, de esta suerte, da origen a la estirpe humana, [el Shadai].En efecto, se trata aquí del origen biológico de Israel, que se concibe como obra de Dios." (Martín Buber, l994, p.8l)
Sin embargo, el nombre de Dios no es Eheié, que se usa en el diálogo frente a la zarza, enfáticamente, para senalarse su carácter nuevo, histórico, de exhortación a la realización, sino YHVH, de muy antigua data. Los patriarcas no ignoraban el nombre de YHVH, pero, según Buber, no conocían su atributo, revelado a Moisés frente a la zarza. Sólo en una ocasión, el Génesis expresa el atributo como lo hace YHVH frente a Moisés:
"Yo soy el Señor que te hizo salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra" (Génesis l5,7), precisamente en esta alianza con Abraham, análoga a esta sentencia: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto de un lugar de esclavitud" (Exodo 20, 2). El nombre de YHVH con su atributo histórico y comprometido parece, luego de aquella manifestación del Génesis, quedar oculto hasta el acontecimiento del Exodo.
El YHVH de Géneis l5,7 y el YHVH de la zarza en el libro del Exodo, llamado aquí Eheié (seré, estaré, acompañaré) con verdadera osadía lingüística, son como extremos avanzados, simétricos, puestos en las puntas, tal vez por la significación similar de su enunciado, por la transformación histórica que implican. Pero además de esto, en un verdadero esfuerzo que, sin forzamiento alguno puede entenderse como proceso de lo sustancial a lo subjetivo, Buber indaga en aquel YHVH arcaico, aquel del que se conocía el nombre, pero no el atributo, o, mejor, el sentido que, indudablemente adquiere con el Éxodo y que alguna capa avanzada ubicó por única vez en el Génesis.
Buber se refiere a un trabajo inédito del investigador Duhm quien da una clave para la comprensión del nombre primitivo y de su función:
"Tal vez el nombre no sea más que una ampliación de hu-él, como llaman a Dios aún otras tribus en eras de excitación religiosa"el Uno, el Innombrable " (Martín Buber, l994,p.82)
Hu, en hebreo como en árabe, significa él, artículo de tercera persona. El grito Ya-Hu, que se interpreta como "¡Oh,El!" aparece en fuentes persas, en el grito de los derviches y en otras fuentes semíticas primitivas. A la vez, Ya-Huva parece ser una capa aún más arcaica.
Otro estudioso, Movinckel, en una carta al célebre teórico de las religiones Rudolf Otto, consigna estos datos, que Buber toma de la fuente:
"Entonces, el nombre de Ya-Huva significaría "¡Oh,EL!", con el cual se saludaba, mecánicamente, por ejemplo, en el culto, la epifanía del dios, ya visible, ya audible, o ante el que se reaccionaba sicológicamente. De este Ya-Huva pudo provenir tanto Yahú como Yahvé (originariamente, tal vez, Yavá) (Martín Buber, l994, p.82)
Buber observa que muchos nombres de dioses se originaron en sonidos primitivos. Los semitas conservaron el grito elemental como nombre, plenamente oral y acompanado de un gesto, tal como el brazo extendido, para decir Ya-Hu: ¡Oh,El! O bien Ya-man-hu: ¡Oh,El, que es!
Se trata de una capa idiomática antigua en la que hava es previo a haia, tercera persona, y que implica alusión al innombrable, con todo el carácter de ocultación, temor y misterio. Grito primitivo, a medias interjección y a medias artículo gramatical.
El YHVH de la zarza, en cambio, se define como "Eheié ahser eheié", aquel impulsor que promete presencia y ayuda. Se ha arribado, de la interjección-artículo a la oración completa: Seré el que allí estaré, con el verbo en primera persona, en futuro y con la carga de sentido que se interpreta del verbo: promesa, compromiso, alternativa. Ni Dios Shadai, mera potencia natural, ni invocación lacónica y ocultadora. Este YHVH se manifiesta y describe, se devela llamando a obrar, estará presente si los hombres están presentes.
Estos análisis de Buber, que datan de l944, parecen haber sido decisivos. El teólogo Hans Küng lo recupera explícitamente:
"Hoy no podemos atenernos a la traducción griega de la Biblia hebrea (...) Ya no se admite el "Yo soy el existente". Es cierto que, en ocasiones, el verbo [cuya raíz es] HYH también puede significar "ser", pero, en la mayoría de los casos significa "existir", "acontecer", "suceder". Y puesto que en hebreo se encuentra esa forma para presente y futuro, se puede traducir por "Existo como el que aquí estoy" o "Existo como el que aquí estaré". O, como tradujo Martín Buber, el gran traductor de la Biblia hebrea: "Haré acto de presencia como el que aquí estaré" (...)[ o bien} "Aquí estaré, presente, dirigiendo, ayudando, confortando, liberando." (Hans Küng, l997, p. 52-53)

La pascua
Buber se empeña en hallar el contenido histórico, aún en un pasaje bíblico al cual se ha restado importancia habitualmente, más allá de lo legendario. Cuando el grupo de Moisés está ya por salir de Egipto, entre el anuncio de la décima plaga –la muerte de los primogénitos- y su concreción, Moisés dispone la preparación de la cena. Dios pasó, saltó las casas de los israelitas que estaban marcadas con sangre. (Éxodo l2; l3,23 y 27).
Los hombres que saldrán de camino, los hombres del éxodo, no están demasiado cohesionados. Han perdido sus tradiciones antiguas, o las han olvidado. Han adquirido hábitos de esclavitud (Spinoza decía que eran "como niños"). Por otra parte, las condiciones geográficas y en general, políticas, militares, se presentaban muy difíciles, llenas de riesgos, tanto si el grupo se proponía dirigirse a una tierra específica, como si optaba por el nomadismo. Buber reflexiona sobre cómo encara Moisés esta partida. Se necesita un acto simbólico que cale hondo en estas personas que emprenderán un camino, sin casi nada en común entre ellas. La partida debe contar con una divisa, un elemento religante. Se trata de un momento especialísimo, es nada menos que el primer movimiento verdaderamente conjunto. Se parece a un primer pacto, y, mirado con proyección prospectiva, es un ensayo decisivo del pacto, de la alianza.
No hay tiempo ni condiciones de ningún tipo para una deliberación de la que surja el símbolo adecuado que de unidad a este grupo. Moisés apela al pasado campesino, nómade, de los ancestros de estas gentes, y tal vez a su experiencia reciente de pastor, para hallar lo que unifique esta diversidad sin identidad de quienes se preparan para el Exodo. La elección del elemento religante se remitirá a lo arcaico, pero de tal modo, que el sentido será nuevo. Dice Buber:
"Las costumbres conocidas de los árabes de Moab y otros países, permiten conjeturar que los semitas primitivos ofrendaban todos los años al primogénito del rebaño del ganado menor (...) y lo marcaban como consagrado. Cuando la res tenía un año, más o menos, en el tiempo de luna llena se preparaba con ella una comida que, como fiesta de paz y como placer de la comunidad, reunía al clan con sus parientes consanguíneos que habían venido de otros lugares. Se manchaban los espárragos de los entoldados con la sangre del animal para alejar el elemento demoníaco (que, originariamente, fue tal vez el tronco vengativo de la especie animal), especialmente de los primogénitos humanos, a los que lo demoníaco amenazaba." (Buber, l994, p. 119)
Lo demoníaco, un estrato de lo religioso siempre presente, siempre al acecho, pero que se va reduciendo o que puede ser desplazado toda vez que el proceso se dirija de lo mágico a lo histórico. En estas antiquísimas costumbres, el animal puede vengarse del hombre, devorando al primogénito. Se lo conjura con la sangre del animal sacrificado. Esta dialéctica superadora, transformadora de lo demoníaco funciona, aquí, creando comunidad, grupo, nuevo sentido. De lo demoníaco a lo santo, del terror a la reunión de lo oscuro de la esclavitud a la luz de la libertad. El símbolo adoptado será la comida en común de cada familia, al mismo tiempo todas, comida sagrada en las vísperas del Exodo. Aquello que para cada clan se realizaba otro día, es fijado por Moisés para un momento determinado.
"Los clanes matan a los animales predeterminados a un tiempo; cada familia come de lo suyo, cada una en su casa, que nadie debe abandonar; pero todas ellas comen simultáneamente: una sola comida las congrega a todas en comunidad. Con sangre se manchan las jambas y dinteles de las casas, pero no ya por los demonios, sino por YHVH, a quien todos los clanes se consagran por la sangre, redimiendo así la deuda que los primogénitos humanos tienen con Él."(Buber, l994, p.120)
Es comida sacramental, donde el acto cotidiano de comer se ha elevado a acto de comunión por la participación unánime. Moisés convirtió la fiesta de clanes de pastores en la de una nación, sin quitarle su carácter de fiesta de familia. No hay culto ni sacrificio, ni tampoco santuario, sino solamente consagración a Yhavh. La antigua fiesta de pastores que necesitaba, para alegrarse plenamente, alejar lo oscuro, la amenaza de muerte, se transforma en divisa libertaria, en vísperas del gran acontecimiento. El pasado, el presente y el futuro se dan cita en la cena: un lugar y un momento para la formación de la conciencia de orden privilegiado, por la concentración e intensidad emocional que implica. El pan sin levadura, alimento de tribus nómades, evoca una libertad antigua y una nueva. A la vez, es época de primavera, pero al Éxodo se apropia de la naturaleza y la hace devenir historia:
"La institución de la Pascua significa la regulación del tiempo de la naturaleza por el de la historia: el establecimiento de un nuevo comienzo."(Martín Buber, l994, p.l24)
El principio de los meses se fija con la Pascua. La primavera cobró rango histórico: el retoño es la libertad.

El sábado
Establecido en la Ley, el descanso sabático, seguramente mucho antes practicado, cobra vigor en el Sinaí. No sólo lo que pudo haber ocurrido de hecho es legalizado, sino que, como parece acontecer frecuentemente, lo muy antiguo, cargado de vivencias de índole mágica, de ritos propiciatorios, transita alejándose de lo demoníaco, del caos, del temor al daño, y se encamina hacia una fase luminosa y renovada, que abandona la repetición en favor del proyecto.
Entre los antecedentes del sábado instituido en Sinaí, Buber da cuenta de algunos, para él significativos, aún cuando se trate de desarrollos paralelos que no hubieran influido en el sábado hebreo.
"Sabemos que en Babilonia, la palabra shabatu se usó en relación con determinados días del año (...): fueron días de penitencia y, por tanto, de propiciación de la ira de los dioses (...) Es permitido suponer que la idea fundamental de aquellos días era la de una restauración de la integridad violada, la de un arreglo." (Martín Buber, l994, p. 137)
La palabra shabatu, de modo incierto, tal vez quiera decir cesa, o hacer cesar. En hebreo, shabat como verbo significa haberse librado de una acción, no obrar ya. Por otra parte, en Babilonia se tenía en cuenta el séptimo día –no era al shabatu del que se hablaba-, y tal día séptimo implicaba inestabilidad y peligro. Los desarrollos de Babilonia y de Israel parecen no tocarse demasiado, pero algo halló Moisés como sábado, en una forma primitiva, tal vez en su experiencia como pastor. Ciertas celebraciones llenas de tabúes y ornadas con ritos de recato y cautela. Desde aquellos antecedentes, un tanto inciertos, pero de los que se saben actos de conjuro, cuidados, temores, hasta el sábado que se encuentra en el proceso del Éxodo, hay una considerable transformación.
En el Éxodo se establece el sábado como día santo para Yhvh. Sin magia propiciatoria ni conjuros, se limitó a hacer cesar el trabajo, en la medida en que era posible en aquella vida nómade. Más adelante, la gente comenzó a vestirse de fiesta y a celebrar con regocijo. La ley impuso que el siervo y el extranjero debían participar del descanso divino. El sábado es bien común, por lo que el legislador exige que se haga justicia con todos, sin olvidar a los más expuestos.
Se trata de un día de paz y sosiego, nada hay de demoníaco en él. Está mandado, pero su acatamiento humaniza y libera. Con este sentido, Buber le da carácter revolucionario y origen en el Éxodo:
"No es el concepto de una especulación sacerdotal tardía. En esta visión fluyen savias de una humanidad rudimentaria (...) Moisés lo hace entrar en el mundo de la palabra" (Martín Buber, l994, p. 144)
Cada sábado es un pequeño Éxodo. Cada Pascua, un gran sábado. Lejos de preceptivas agobiantes, el sábado asume un valor enorme, que alimenta la conciencia del sujeto. Sustancializar el sábado con rígidas normas hace retroceder al sujeto sabático y lo confina en lo dogmático. Nada pétreo hay en el sábado, nada impenetrable, nada oscuro. Tiene la dinámica del sujeto, de la historia en proceso, de la libertad.

Algunas ideas finales
Spinoza, Buber, Moisés. Dios ,Pascua, Sábado.
Dios sufre transformaciones. Hay dialéctica en Dios, o en las interpretaciones de Dios. Del Dios potencia, energía, fuerza multiplicadora al Dios convocante del proceso liberador. Del Dios oculto del grito arcaico al Dios develado, que estará presente. Del Dios de la tercera persona al que se alude, al Dios en primera persona que se expresa y describe, que discute e indica caminos, que promete ayuda. De la interjección a la oración, de la exclamación lacónica al diálogo enfático. Del nombre oculto, al nombre. Pero no es mera evolución: es siempre todo y tanto requiere del esfuerzo transformador del hombre que, si se deja sólo a este todo, de nuevo acecharán los demonios, aquellos de los conjuros antiguos, tanto como las concesiones, las claudicaciones, las resignaciones actuales. La transformación de lo fijo es una lucha de nuestros días. Sustancia, es fundamentalismo.
Un camino superador, que contiene, conserva y transforma lo logrado, es el que se tiende entre Spinoza y Buber. Ambos filósofos, teólogos políticos, se hermanan en esta historia que aún sigue. Del "Solo Escrituras" de Spinoza al "Todas las Escrituras" de Buber implica al sujeto activo. El momento spinocista suprime el milagro, lo diseca con la razón natural o lo considera un añadido edificante, infantil moralizante, sin mayor importancia teológico política. Buber puede, ya, sin temor a la superstición, enfrentarse a todo el texto, para comprender más formas de vivencia encarnadas en el narrador.
La Pascua deviene una especie de pre-pacto político en la mirada de Buber. La comida pascual no consiste sólo en sustraerse al ángel exterminador, sino que deviene señal del acuciante presente, de la proximidad del éxodo, frente a cuyos temores nos unimos y consagramos, y signo de una futura sociedad. De la disgregación a la reunión y unidad, realizada en la comensalidad compartida.
El sábado se gesta desde las experiencias terribles y se transforma en goce, en descanso, en libertad, en justicia para todos.
Del grito al diálogo, de la sangre del sacrificio al pacto de sangre, de lo terrorífico a lo santo: un sendero de redención. Pero, como diría Buber, de redención con participación tan activa del hombre que mantenga y acreciente aquellos logros. Sin la participación activa del hombre se deshumaniza la historia. Lo santo es invadido por lo demoníaco, la pasividad los confunde, y no sólo se tornará sustancia, sino que se tomará la sustancia por sujeto, error que no resulta inocente, sino trágico. El método que propone Spinoza se enrola en la divisa de la segunda reforma calvinista, activa en Holanda: "Solo Escrituras". Esa reforma de la reforma se expresa a través de múltiples sectas que cuestionan a la ortodoxia calvinista. "Solo Escrituras" quiere decir prescindencia de la teología oficial, nueva interpretación, nueva lectura, generalmente orientada hacia la ética, contra el ritualismo y contra la jerarquía pastoral. Los reformadores de esta segunda reforma simpatizan con la república holandesa, contra las aspiraciones monárquicas apoyadas por los pastores. Solo Escrituras, apela a hallar en la Biblia un mensaje moral, corazón de toda religiosidad verdadera. Otra vez, Solo Escrituras, invita a respetar la palabra, sin agregarle explicaciones que la adulteren. En verdad, se trata de una divisa militante: se convoca a leer de otro modo, con los siguientes supuestos: l) la palabra bíblica es mensaje moral; 2) la palabra bíblica no transmite conocimiento natural; 3) toda la Escritura puede reducirse a alabar la Justicia y predicar la Caridad; 4) lo que no puede ser comprendido debe abandonarse, antes que convertirse en material de racionalización teológica.
A la vez, la lectura de la Escritura, la única que permite comprender el mensaje de justicia y caridad que hay en ella, requiere de una arqueología que permita desentrañar cuándo fueron escritos los Libros, en qué contexto social, con qué fin, lo que brindaría un perfil de sus autores y un panorama de la época. La ubicación histórico social y un profundo conocimiento del hebreo podrían dar razón de muchos enigmas, dado que las Escrituras contienen diversos niveles de lengua, polisemias, expresiones simbólicas, modismos, arcaísmos, neologismos. El hebreo bíblico es muy complejo en sus tiempos de verbo y, por otra parte, la peculiar escritura sin vocales sugiere, muchísimas veces, más de una interpretación para muchas palabras.
Spinoza, metafísico de la única sustancia, pensador de un Dios no trascendente, logra, con su método, desbaratar todo milagro y misterio, comprender los discursos proféticos a la luz de una casi sicología de los personajes intervinientes, entroncada en una historia , en una geografía y en una sociología bíblicas.
Las Escrituras que Spinoza depura, consideran la obediencia como lazo social necesario, a la vez que la gestación de lo que se considera más conveniente. En ellas Dios manda sólo caridad y justicia. La profecía fundamental es lo que da lugar a la conformación de un pueblo y un Estado, a partir del Éxodo de Egipto. Esta profecía se destaca especialmente: se trata de la liberación de la esclavitud y de la ulterior organización política y social que se genera con la alianza del Sinaí. La importancia que otorga Spinoza a la profecía de Moisés coincide con la importancia que ella tiene en las mismas Escrituras. Sin duda, no es invento de los filósofos el que lo teológico sea visceralmente político.
El método de Spinoza no es sólo un conjunto de técnicas de interpretación, lingüísticas y sociológicas, sino que, ante todo, se sustenta en un supuesto filosófico, particularmente ético: el mensaje habla de caridad y de justicia. Todo lo que exceda a estos contenidos -que pueden traducirse como lo político y lo social- , es agregado edificante en el mejor de los casos, o adulteración de la palabra. No todo tiene importancia. Se debe comprender el mensaje, no adorar letras y tinta. Lo que hoy llamamos fundamentalismo, tiene en Spinoza a su gran enemigo.

20090408

La Copa del Profeta Eliahu


Una visita a Sidi Yussef para unos o Rabí Saadia Edaty para otros Había escuchado algunas anécdotas de un lugar en el monte Gurugú al que peregrinan los judíos melillenses para visitar la tumba de un hombre santo. Tenía constancia que una vez al año cuentan con la colaboración de las autoridades marroquíes para la celebración del citado desplazamiento pero nunca se me había presentado la ocasión de visitar la zona. Hace unos días los amigos del Seminario Permanente de Tamazight organizaron una excursión para visitar el lugar y picado por la curiosidad me uní al grupo. Salimos de Melilla a la tarde temprana y antes de llegar a Nador, pasados unos metros de la curva tras la cual se enfila la ciudad, giramos a la derecha y nos adentramos en una calle, en dirección hacia el noroeste, desembocando en una pista. Unos centenares de metros hacia adelante pasamos junto a una cantera que hasta hace unos años era de explotación de piedra ferrosa, de esa que tanto abunda en las antiguas viviendas y muros de la comarca. Nos acercamos al monte Gurugú por su lado sureste, hacia una barranca que se abre en las estribaciones por ese lado de la cima de Kol-la. En las dos laderas de la barranca hay algunas casas tradicionales de la zona, rodeadas de campos cultivados de cebada ya dorada y que habían comenzado a segar a mano. De hecho, algunos grupos de campesinos estaban en esa labor cuando nos acercamos en nuestros vehículos y nos miraron curiosos. Al final de la pista llegamos a un paraje (“Chriaz o “Tarka”) (ver) situado en mitad de la barranca, totalmente rural, y salpicado de campos de cebada, chumberas y grandes rocas rojas del Gurugú, que geográficamente es un arrabal de Nador pero uno sólo es consciente de ello cuando vuelve la vista atrás y puede contemplar a sus pies la mancha urbana que se abre junto a la Mar Chica. Aquella tarde el sol se mostraba complaciente después de varios días de levante y la tarde, aunque luminosa, era fresca. Habíamos parado en un rellano junto a una casa desde donde partía hacia la ladera del suroeste una rampa en zigzag con cierta pendiente y bordeada por un muro a modo de baranda.(ver) Recordé entonces que antaño había visto alguna fotografía antigua que mostraba tan original construcción pero no la recordaba en forma de rampa sino de escalera. El conjunto de la rampa desde su base tiene de máxima anchura una decena de metros de tal forma que en sus ángulos interiores hay dispuesto un banco para facilitar el ascenso de enfermos y ancianos. El ascenso hasta el final puede ser cansino pero el resuello se abandona con una parada para contemplar el horizonte. Abajo, al este, se ve la Mar Chica y los montes de Kebdana que aquella tarde con el inicio de la caída del sol, se veían perfectamente dibujados delimitando la rambla en la que se asienta Nador y las poblaciones limítrofes. El ascenso finaliza frente a unas construcciones, a la izquierda unas modernas, de mediados del siglo pasado y, a la derecha, un conjunto de construcciones irregulares de barro de indatable época que se unen a la ladera, que a esa altura, tiene una pendiente muy cercana a la verticalidad.El santuario La construcción moderna, que se asemeja a un chalecito de la época, está contorneada por un porche soportado por arcos abiertos y situada al fondo de un gran patio cercado por una valla de media altura. En la zona preferente del patio destaca un árbol de la algarroba, del que penden, como si fueran frutos multicolores, decenas de pañuelos, cintas y trozos de vestimentas. Junto al árbol, en el centro del patio, una roca de grandes proporciones irrumpe en el espacio destacándose desde la ladera del monte. (ver) En la entrada del recinto, sentada en una roca a la vera del camino, había una persona que no se extrañó de nuestra presencia y comentó que podíamos pasar libremente ya que todas las puertas, aunque cerradas, no tenían echadas las llaves. Así lo hicimos y curioseamos libremente por la estancia. En primer lugar nos acercamos a unas placas de mármol situadas en una pared junto al algarrobo. Una de ellas, la más antigua, dice en hebreo y español: “Las obras de este recinto y de la carretera que hasta aquí conducen fueron hechas por el muy honorable señor D. Isaac Bendayan de Melilla, con residencia actual en Caracas, Venezuela, por su devoción a este sabio y santo Ribbi Saadia Edaty, aquí enterrado, cuya protección le acompañe siempre así como a todos sus familiares. Se terminaron las obras en el mes de Nissan del año 5712, abril de 1952, siendo gran rabino de Melilla y Villa Nador RV David Salomón Cohen”. La segunda dice: “Estas instalaciones así como sus accesos fueron ampliados y remodelados gracias a la generosidad de Don Saadia Cohen Zrihen y su esposa Dª Simi Bendayan, hija de Don Isaac Bendayan Z.L., primer promotor de las obras de este santo lugar. Su reinaguración se efectuó el día 12 de marzo de 1995,10 DE ADAR II 5755, con el beneplácito de S.M. Hassan II Rey de Marruecos”. (ver) Cuando estábamos leyendo los textos precedentes apareció una pareja de musulmanes con una niña pequeña que, al parecer, tenían relación con el lugar. Tras unas preguntas sobre la situación del recinto, nos contaron que las instalaciones estaban cuidadas por una señora que hasta hace unos meses vivía en las dependencias anexas pero que, como consecuencia de las lluvias de este año, se habían venido abajo los techos y ahora venía sólo a limpiar y cuidar el lugar. Intrigados por la historia del santo citado en los textos, Ribbi Saadia Edaty, les inquirimos sobre sus conocimientos sobre el tema. Contaron que era un judío que venía perseguido por dos rufianes y que cuando lo iban a atrapar cayó una gran piedra desde lo alto del monte que lo sepultó, o bien, en otra versión, Ribbi Saadia fue asesinado y cuando esto ocurrió, entonces, cayó la piedra y lo sepultó.(ver) Sobre el árbol y los trapos colgados nos comentaron que judíos y musulmanes veneran al hombre santo indistintamente y que durante todo el año muchas personas, principalmente musulmanes, se acercan al lugar y le piden al santo que cure sus enfermedades, para ello atan un trozo de su vestimenta (exvoto) en el algarrobo como una forma de dejar ahí la enfermedad.(ver) En indagaciones posteriores a la excursión he leído en un texto de Lucas Calderón y Adela Ponce lo siguiente: “constatado por los lugareños de que el santo, a través de la piedra, cura y sana de infinidad de males y padecimientos; el ritual consiste en frotar la parte del cuerpo dolorida o enferma contra la roca. Se frota varias veces rezando en silencio y, a continuación, a la izquierda de la piedra, en un hueco exprofeso, se enciende una vela, se vuelve a rezar y se solicitan los favores sanadores del santo. Para terminar se deja un exvoto atado a una rama del árbol como testimonio”. Sin embargo la imagen del santo no es venerada por los judíos en este sentido, sino que se le pide que interceda ante Dios porque “él está cerca”. Creen que todo lo que el “tzadik”, el hombre justo, le pide a Dios, éste se lo concede. Los judíos, después de orar, sólo dejan cintas colgadas en el árbol como forma de testimonio de haber visitado el santo lugar.El lugar y sus alrededores Entramos en la casa y accedimos a un salón con dos mesas de madera con capacidad para una docena de personas, totalmente listas para usar. En un lado hay alfombras de piel de borrego y algunos cojines. Al fondo, la habitación limita con una cocina de la época, de mediados de los cincuenta, con su horno para carbón y con útiles de plástico y diversos utensilios para cocinar. Me dio la impresión de que todo está dispuesto para ser utilizado al instante y poder pasar la noche en guardavela, en oración o meditación.(ver) Al salir de la casa me quedé en el porche para percibir el recogimiento que pueden sentir los peregrinos que acceden al santuario. Mientras, la sombra había invadido ya toda la ladera en que estábamos y abajo, el llano, todavía recibía los últimos rayos solares. El murmullo de la ciudad llegaba ahogado por los gritos de niños que jugaban en los alrededores, junto a los coches que habíamos dejado en el inicio de la cuesta zigzagueante. Pensé que antaño, si allí vivió alguien dedicado a la oración pudo disfrutar de grandiosos amaneceres y atardeceres pues el lugar invita a la observación. (ver) Abandoné la casa y deambulé por las cercanías, por estrechos senderos de la ladera que a medida que asciende se vuelve más abrupta hasta llegar a una pared vertical formada por piedras ferrosas de gran tamaño, ya cerca de la cima donde se distinguen algunos eucaliptos. Visité también las construcciones antiguas situadas junto al santuario. La parte que fue habitable está destruida y se mantienen en pie algunas dependencias utilizadas últimamente para criar animales. Intuyo que algunas de ellas habrán sido utilizadas en su día como morada por los peregrinos.(ver)Las leyendas o la historia Cuando bajábamos para regresar a casa encontramos a un anciano que atendió a nuestras preguntas sobre el santuario y el santo al que está dedicado. Nos comentó que la casa se construyó gracias a una señora que vino de América con un hijo parapléjico que se curó sorprendentemente. Me imagino que sería familia del financiador que figura en la placa, Isaac Bendayan.(ver) También confirmamos que el lugar es centro de peregrinación de musulmanes y judíos que indistintamente llegan de lugares muy diversos. De hecho, en esos días (16, 17 y 18 de mayo actual) se esperaba la visita de una expedición de judíos, según había avisado el Caidato de la zona a los guardas del recinto. Algo que no me sorprendió pues recordé que unos amigos hebreos que me habían informado sobre la peregrinación de judíos melillenses al lugar, me contaron que ésta se realizaba en coordinación con las autoridades marroquíes de Nador quienes, incluso, enviaban una dotación policial para mantener la vigilancia en el lugar mientras duraba la estancia de los peregrinos en la zona. Así dejamos el santuario de Sidi Yussef (según la denominación que le dio el guarda) e iniciamos el retorno hacia los aledaños de Nador que, sorprendentemente, está tan cerca de un paraje que todavía guarda la esencia de lo rural.(ver) Días después, ya en Melilla, cayó en mis manos el libro “Imágenes de Melilla y su judaísmo”, editado por la Casa de Melilla en Jerusalén, que dedica un capítulo a la historia o leyendas sobre el Rabí Saadia Hadati. Al parecer, según la tradición oral, era un “tzadik”, hombre justo, “enviado de Israel que visitaba las diferentes comunidades de la diáspora recolectando dinero para sus habitantes”. Pero, en otra versión se dice que viajaba “en un barco junto con otros ‘Jajamin’ (sabios) y debido a un temporal naufragó el barco y de los tripulantes sólo se salvaron varios ‘tzadikim’, hombres santos, entre ellos Rabí Saadia Hadati, Rabí Isaac Ben Gualid y Rafael Enkauwa. El Rabí Saadia llegó a Nador y vivió allí varios años”. Para conocer más sobre el tema entrevisté al rabino de Melilla, Yamin Bittan, quien me contó que la historia conocida data de la expulsión de los sefardíes de España, “cuando se escaparon los judíos ... llegaron tres rabinos, tres sabios, a esta parte de África y se separaron. Uno de ellos se quedó aquí, en este monte, escondido en una cueva y, según la tradición hebraica, cuando un santo de tal envergadura, de un calibre tan importante, tan profundo que era todo un hombre de Dios, entonces, normalmente, Dios le ayuda -en la Biblia hay muchos ejemplos- y creció un árbol, un algarrobo, y del monte, de arriba, empezó a manar un manantial de agua para que él pudiera vivir. Así se mantuvo el tiempo que vivió”. En esta versión se cuenta que los habitantes de los alrededores, los vecinos musulmanes, que eran muy pocos entonces, le cuidaban y le llevaban comida. Según L. Calderón y A. Ponce una leyenda cuenta que debido a los disturbios de 1239 en la judería de Sevilla, en la que hubo una gran matanza de judíos, los denominados “siete santos varones” ante el temor que se volvieran a repetir los sucesos “decidieron abandonar Sefarad, atravesar el mar y llegar a tierras más hospitalarias y seguras”. En este punto la narración coincide con las versiones anteriores ya que vuelve a citar un fuerte temporal que hundió la nave. Salvados de la desgracia los siete santos “no pudieron formar nunca más su cabalística comunidad, ya que cada uno apareció en una playa distinta, todos en la costa norteáfricana, y cada uno tomó un rumbo distinto”. De hecho, según comentan, Calderón y Ponce, los siete santos varones se encuentran en: Nemours (hoy Gazaouet) y Tlemcén, en Argelia; y, el resto, en Marruecos: Tetuán, Taza, David Do (Debdou), Sidi Yahía (Oujda) y Sidi Yussef (Nador).La muerte Tampoco hay muchos datos sobre la muerte del Rabí Saadia y existen varias versiones. Ya hemos citado algunas en este artículo pero hay otras. Una de ellas dice que Rabí Saadia iba acompañado de un musulmán que era su ayudante, y al acercarse a Melilla se sintió muy débil y supo que iba a morir. Entonces le pidió a su ayudante que cavara un pozo y tras indicarle que iba a bajar le dijo: “cuando veas que ya no respiro, cúbreme con tierra”. Según esta versión así ocurrió y cuando los habitantes de la zona supieron que allí estaba enterrado el hombre santo quisieron apoderarse de sus pertenencias. Cuando cavaban para desenterrarlo, “una enorme piedra cayó de lo alto de la montaña y se posó exactamente sobre la tumba”. Otra versión dice que cuando iba a morir pidió a un muchacho musulmán que fuera a Melilla y pidiera a los hebreos de la ciudad que fueran a enterrarlo pero tras no conseguir la ayuda el joven le prometió que él lo enterraría con honor. Como agradecimiento Saadia Edaty escribió un pergamino en el que rogaba a los judíos que cada año dieran un cantidad de dinero al joven (ver). En esta versión también se dice que los vecinos musulmanes del pueblo, al conocer la noticia, quisieron matar al muchacho por enterrar al judío, “milagrosamente, en esos momentos bajó una gran roca del cielo pasando por encima de todas las casas de la aldea, hasta posarse sobre la sepultura de R. Saadia. Los musulmanes que quisieron vengarse del ayudante del tzadik quedaron congelados sin poder moverse hasta que el muchacho musulmán rezó por ellos sobre la tumba hasta que pudieron volver a moverse”. Termina la versión con el comentario de que después de “este milagroso acontecimiento, tanto los hebreos como los musulmanes, acostumbran a zorear (peregrinar) la tumba del sagrado R. Sadia, dándose cuenta de la grandeza de este misterioso tzadik”. En otra versión el Rabino Yamin Bittan cuenta que: “le llegó la edad de morir y se supone, nos contaron nuestros maestros, que él mismo cavó su tumba en la puerta de la cueva y pidió que la piedra más grande... hay una versión que dice que es la piedra más grande que rodara del monte hacia abajo y le tapara su tumba y hay quien dice que la piedra más chica empezó a rodar, y a rodar, y empezó a coger piedras milagrosamente hasta que se formó una piedra grandiosa que tapó la tumba. Esas son las dos versiones que tenemos nosotros si es que hay alguien enterrado allí. Y así fue porque esa piedra nadie la podría mover y ponerla allí”. Comentó el rabino que hay una historia muy parecida en Meron, en el norte de Israel, la referente al Rabí Shimon Bar Yojay (el autor de la Kabalá), al que le ocurrieron sucesos parecidos: se escapó de los romanos y se escondió en un bosque donde había una cueva en la que se escondió, “enseguida manó un manantial de agua y creció el árbol de la algarroba y su hijo iba con él. La misma historia, es el mismo milagro”. De hecho, en el día de los difuntos (día 33 de la cuenta del “Omer”, la cosecha, desde la Pascua del Pesaj) se peregrina a la tumba de este hombre santo. Por su parte Calderón y Ponce señalan que “murió en olor de santidad; fue enterrado en este lugar, entre gran pesar de los judíos y el absoluto respeto y admiración de los musulmanes, pero el Todopoderoso, no queriendo que su tumba fuese jamás profanada arrojó de la montaña una gran roca que cubrió su tumba; ante ésto los musulmanes comprendieron rápidamente que este santo judío era un protegido de Alah, por lo que debería ser siempre respetado y venerado”.Referencias y constancia Referencias a este lugar las tenemos en la hemeroteca de la prensa melillense. En concreto apareció una crónica de peregrinación, el tres de mayo de 1915, en el Telegrama del Rif. Nuevamente, en ese periódico, el uno de mayo de 1918 por la misma razón y, el 12 de septiembre de 1952, con motivo de la construcción de la casa y el acceso. Estas fechas están reflejadas en un artículo, del 30 de abril de 1990, publicado sobre este tema por el Seminario “Constantino Domínguez” de la Asociación de Estudios Melillenses en el Diario Melilla Hoy.JAG SAMEAJ Y PESAJ KASHER.

En una pequeña aldea de la Europa Oriental vivía un pobre leñador llamado Jaím. A pesar de su pobreza era muy respetado por ser un judío bueno y honesto. Ganaba su modesto sustento yendo a los bosques vecinos, donde cortaba o juntaba ramas secas que traía a la aldea en su carreta. Luego hacía atados con las ramas, y ya estaban listas para ser vendidas. Su mejor temporada, por supuesto, era el invierno, cuando sus clientes precisaban la leña tanto para calentar sus hogares como para cocinar. Para sus viajes invernales a los bosques empleaba un trineo que él mismo había fabricado, y que por lo general cumplía muy bien su función. Pero en ese invierno en particular se había desatado una violenta tormenta de nieve que continuaba día tras día sin parar, de modo que los caminos estaban cubiertos por enormes montañas de nieve y Jaím estaba obligado a permanecer en su casa. Le era imposible aventurarse a salir con su pequeño trineo.
Así que Jaím se quedó en casa, tratando de no preocuparse, en tanto su preocupada esposa Breina lo acosaba sin cesar, haciendo crecer con ello su miseria. "¿No sabes que tus competidores, los campesinos, se aprovecharán ahora de tu ausencia y vendrán a la aldea con sus grandes trineos, y traerán bastante leña como para proveer a tus clientes de todas sus necesidades del invierno?" ".Y qué puedo hacer?", protestó el pobre Jaím. "Tú conoces la situación tan bien como yo. Es sólo nuestra mala suerte. Lo único que podemos hacer es no perder las esperanzas"."¿Y qué hay de Pesaj, que pronto lo tendrás encima?", continuó Breina. "No tenemos dinero siquiera para la matzá y el vino, ni qué hablar de pescado o carne"."Seguro que el Todopoderoso nos ayudará a celebrar la maravillosa festividad de Pesaj de una manera adecuada. El no nos abandonará", dijo Jaím con voz confiada, y se volvió a su libro de Tehilfm -Salmos-.
Jaím no era un talmid jajám -sabio-, pero amaba dedicar todo su tiempo libre al recitado del preciado libro de Tehilfm. En tanto Breina continuaba acuciándolo, Jaím suspiró. "¡Los suspiros no nos proveerán de matzot y vino; ni siquiera de papas!", le echó en cara. "¿Por qué no haces como los demás judíos pobres antes de Pesaj? Estoy segura de que el Gabai no se negará a darte maot jitim, dinero del fondo para los pobres al que tú, todos los años, has contribuido". "Lo sé", respondió Jaím cansado, sacudiendo su cabeza. Le pesaba el corazón al pensar en el vuelco que había dado su fortuna. Es cierto que la suma con la que cada año contribuía a maot jitim no era muy grande, pero era importante si se tomaba en consideración sus modestos recursos. Y el hecho de haber contribuido siempre le creaba una hermosa sensación, sabiendo qué gran mitzvá era.
¿Y ahora? ¿Ahora qué? "¿Bien, Jaím?", interrumpió Breina sus pensamientos. "¿Por qué tanto silencio? ¿Qué hay de mi sugerencia?" "No aceptaré caridad", respondió Jaím con determinación. "¿En serio? Pues dime, ¿de qué manera nos proveerá tu obstinado orgullo de lo necesario para Pesaj? ¡Piensa en nuestros niños, si no prefieres pensar en ti mismo o en mí!" Jaím no espondió de inmediato.Luego, muy lentamente, dijo: "¿Sabes si en casa hay algo que podamos vender o empeñar?" Breina se echó a reír con humillantes carcajadas. "¡Bien sabes que hemos empeñado mis candelabros de plata hace mucho tiempo, y hemos vendido nuestras almohadas y colchas. Lo único que nos queda es nuestra Pobreza, y no creo que encuentres para ella clientes dispuestos!", terminó sus palabras con amargura, estallando en lágrimas. Jaím se sentía tan abatido... Se volvió a sus Tehilfm en procura de consuelo.De repente sintió que su mujer tiraba de su manga. Había dejado de llorar y le hablaba en un tono más bien dócil."Sabes, Jaím? Todavía queda una cosa de valor que nos pertenece. Todavía tenemos la copa de plata del Profeta Eliahu -Elías-. ¿No crees que deberíamos empeñarla para que al menos podamos comprar matzot, vino y papas?" "Sabes lo que estás diciendo?", exclamó Jaím. "¿Qué clase de seder, que merezca llamarse así, podremos hacer sin la copa del Profeta Eliahu?""Mira, Jaím, no te pongas así. Seguro que Eliahu nos comprenderá, y ello no le impedirá venir a nuestra casa como siempre en el momento del seder"."¡Breina! ¡No puedo hacerlo! ¡Imagina cuando Eliahu venga y su copa no esté! ¿Qué parecerá? No, no le haré eso a Eliahu. Di-s nos mostrará una salida de nuestro problema. Podemos confiar en El".
De repente, un pensamiento golpeó a Jaím. "¡La cabra!", exclamó en voz baja, como si temiera que la cabra lo oyera. "Breina, oye. Probablemente podamos vender la cabra". "¿Te has vuelto loco?", gritó Breina, histérica. "iLa cabra es nuestro único medio de sustento! ¿De dónde, si no, obtendremos leche para nuestros pequeños? Mira, la copa de Eliahu no nos da leche, ¡eso es lo que debes vender!" "Di-s libre", respondió Jaím, "eso está fuera de discusión".
La noche anterior a Pesaj encontró a Jaím muy atareado con bedikat jametz -la "Búsqueda del Jametz"-. Jaím repasó su pequeña vivienda buscando cuidadosamente el jametz, a pesar de que habían pocas probabilidades de que le quedara algo. Luego fue a la casa del Rabino a "vender" su jametz."¿Te sobró algo de harina?", le preguntó el Rabino. "No, Rabino", respondió Jaím. "¿Algún cereal?""No, Rabino", respondió una vez más Jaím. "Alguna vajilla jametz?' “sí, Rabino. Tenemos algunas ollas".
Entonces el Rabino anotó el nombre de Jaím en su lista y concluyó la "venta" de la manera apropiada. Dado que Jaím aún permanecía de pie, el Rabino le preguntó: "Reb Jaím, ¿hay algo que quisieras preguntarme?" "Sí, Rabino", dijo Jaím, golpeando su pie nerviosamente. "Me preguntaba... ¿Puede decirme si la Torá permite utilizar leche en lugar de vino para los arbá kosot -las "Cuatro Copas"- en la mesa del seder?" El Rabino pareció pensativo, en tanto acariciaba lentamente su plateada barba. De modo que Jaím no sólo no tiene vino para la mesa de su seder, sino que parecería que tampoco cuenta con carne, pues de otra manera no me estaría preguntando si puede usar leche en el seder. ¿Quién sabe? ¿Quizás ni siquiera tenga pescado o matzá? Y ni una palabra de queja... ¿Por qué no se había dirigido al fondo de maot jitim, si sufría tanta necesidad?
La respuesta era obvia: tenía vergüenza de pedir caridad. "Mira, Reb Jaím", le dijo el Rabino, a la par de que abría su cajón buscando algo. "Me has propuesto una difícil pregunta, y en este momento no dispongo de tiempo como para analizar la cuestión; estamos muy próximos al Iom Tov. Hazme un favor y espera hasta después de Pesaj, cuando ya habré tenido tiempo para estudiar el problema. Mientras tanto, acá tienes algún dinero que te doy en préstamo. Ve y compra vino, y todo lo que precises para la festividad; de todas formas el dinero está aquí sin ningún beneficio durante el Iom Tov. Me lo devolverás cuando te resulte cómodo. No estés preocupado, yo no lo estoy. Te conozco como un hombre honesto. Ve en paz. ¡A ti, tu mujer y tu familia, un Iom Tov kasher y feliz!"
Jaím agradeció al Rabino y se apresuró hasta la Matzería que aún permanecía abierta. Compró una buena cantidad de matzot, e incluso logró comprar un poco de vino.Con corazón contento apuró el paso a su casa, y al entrar a ella gritó jubiloso: "¡Bréinale! ¡Un buen Iom Tov! ¡Mira lo que he traído!""¿Qué es eso de `Buen Iom Tov'?", preguntó su esposa medio dormida, refregando sus ojos mientras se le aproximaba. "Iom Tov es recién mañana". "Para mí ya es Iom Tov, querida esposa. Mira, ¡tenemos matzot, vino, y dinero para las verduras y todo lo que precisemos para hacer hermosos sedartm y un alegre Iom Tov!" Breina pensó que su marido se había vuelto loco, o estaba alucinando. Pero abrió un enorme par de ojos, y terminó de despertarse del todo, cuando vio las matzot, el vino y el dinero.
¡No era ningún sueño sino una hermosa realidad! "Te dije que el Todopoderoso se ocuparía de nosotros y de nuestras necesidades", dijo Jaím mientras le contaba lo sucedido en la casa del Rabino. "Ves, Breina, aún tenemos la copa de plata de Eliahu, no tuvimos que vender la cabra, ¡y tendremos un seder digno de reyes! ¡No cabe duda de que tenemos un Di-s misericordioso en el cielo!"
Jaím, Breina y los niños tuvieron realmente un seder como nunca habían gozado en sus vidas. Cuando Breina fue con una vela en mano a abrir la puerta para el Profeta Eliahu - vio a un judío anciano parado allí. "Un buen Iom Tov", dijo. Al principio quedó un poco sorprendida, pero su voz amable y sus suaves modales le devolvieron la serenidad y Breina lo invitó a pasar.
Jaím lo reconoció como alguien a quien había visto esa noche en la Sinagoga; debía tratarse de algún forastero sin recursos que pasaba por la ciudad y había decidido quedarse para Pesaj. Jaím lo invitó a unirse a ellos en el seder, pero el extraño dijo que sólo podía quedarse un rato pues estaba invitado ya en otro lugar. Cuando se hubo sentado junto a la mesa, su mirada se posó con admiración sobre la copa del Profeta Eliahu, que Breina había pulido hasta hacerla refulgir. "¡Qué hermosa copa!", dijo. "¡Que vuestro mazal, vuestra suerte, brille como esta copa!" Luego de cantar un rato junto a Jaím se puso de pie, se disculpó, y partió.
Al día siguiente Jaím buscó al forastero en la Sinagoga. Quería invitarlo a que compartiera con ellos el segundo seder. Cuando no pudo hallarlo, comenzó a preguntar si alguno había visto al venerable forastero, pero todos miraban a Jaím extrañados. "¿Qué forastero? ¡Aquí no hubo ningún forastero!""¿Qué pretenden decir? Yo tuve a este hombre, con el rostro de un ángel, sentado a la mesa de mi seder". Jaím se dirigió al Rabino. "Dígame Rabino, ¿usted sí vio al forastero?""Por supuesto", respondió el Rabino. "También a mí me ha visitado. De hecho, visita cada hogar judío durante el seder, pero no todos tienen el mérito de poder verlo. Tú, obviamente, eres merecedor".
Después de Pesaj, cuando la nieve ya había sido olvidada, Jaím tomó nuevamente su carreta y salió al bosque a recoger ramas y leña. Llenó la carreta y se dispuso a regresar. Pero parecería que la carga era demasiado pesada, porque las ruedas se atascaron en el suelo blando y se rehusaban a moverse. Jaím arrastró y empujó; era en vano. Vacilando, comenzó a desprenderse de algunos de los atados de leña que había juntado, para aliviar la carga. Dio un empujón, y las ruedas salieron. Pero... ¿qué era eso que estaba brillando allí? Se inclinó, y... ¡su atónita mirada se topó con una reluciente moneda de oro!
Rápidamente comenzó a cavar en el mismo lugar y extrajo de la tierra una bolsa que derramaba su contenido - ¡un montón de hermosas y brillantes monedas de oro! ¡Una verdadera fortuna! Desde ese momento Jaím dejó de ser "el pobre Jaím", y su mazal brilló para él y para los suyos, tal como la copa del Profeta Eliahu en la mesa de su seder

Bendición del Sol



¿Qué es Birkat Hajama Tratados kabalisticos ?
Di-s hizo las dos grandes luminarias: la luminaria más grande para reinar en el día, y la luminaria más pequeña para reinar en la noche… Y fue la noche y fue la mañana, el cuarto día.
Génesis 1:14-19
Quien ve al sol en su momento crucial debe decir "Bendito es Él que renueva las obras de la Creación". ¿Y cuando es esto? Abaia dijo: cada 28 años.
Talmud, Tratado Berajot 59b
Cada 28 años el sol retorna a la posición exacta, en el mismo momento de la semana, que ocupaba en el momento de su creación —al comienzo del cuarto día de la creación. Una bendición especial —llamada Birkat Hajama, "la bendición del sol" —es recitada para señalar este evento. Debido a lo raro de este suceso, es costumbre recitar esta bendición en medio de una gran reunión de hombres, mujeres y niños.
Este año, 5769, cumplimos con esta mitzvá especial en la mañana del 8 de abril (la mañana anterior a Pascua).
Tradicionalmente la bendición es precedida y seguida por una corta selección de Salmos y plegarias.
La existencia de casi toda la vida sobre la Tierra es alimentada por la luz del sol. Cada mañana, sin fallar, el sol se eleva por el este y nos baña con sus rayos sostenedores, haciendo que la flora crezca y, a través del proceso de fotosíntesis, proveyendo de oxígeno a toda la fauna.
Otros pueden llamar a este fenómeno naturaleza.
Nosotros nos reuniremos el 8 de abril y diremos lo contrario:
"Bendito eres Tú Señor, nuestro Di-s, rey del universo, que renueva las obras de la creación".

NOTAS Y REFERENCIAS DE LA MEDITACION


1.

Salmos 148:1-6.
2.
Salmo 19.
3.
Idem. 121.
4.
Idem. 150.
5.
Berajot 59b.
6.
Salmo 67.
7.
Deuteronomio 4:39.
8.
Exodo 15:18.
9.
Zejaria 14:9.

labad a Dios. Alabad a Adonái desde los cielos; alabadlo en las alturas celestiales. Alabadlo, todos Sus ángeles; alabadlo, todas Sus huestes. Alabadlo, sol y luna; alabadlo, todas las resplandecientes estrellas. Alabadlo, cielo de los cielos, y las aguas que están encima de los cielos. Que alaben ellos el Nombre de Adonái. Pues El ordenó y fueron creados. Los ha establecido para siempre, para todo el tiempo; emitió un decreto, no ha de violarse.1
הַלְלוּיָהּ, הַלְלוּ אֶת יְיָ מִן הַשָּׁמַֽיִם, הַלְלֽוּהוּ בַּמְּרוֹמִים: הַלְלֽוּהוּ כָל מַלְאָכָיו, הַלְלֽוּהוּ כָּל צְבָאָיו: הַלְלֽוּהוּ שֶֽׁמֶשׁ וְיָרֵֽחַ, הַלְלֽוּהוּ כָּל כּֽוֹכְבֵי אוֹר: הַלְלֽוּהוּ שְׁמֵי הַשָּׁמָֽיִם, וְהַמַּֽיִם אֲשֶׁר מֵעַל הַשָּׁמָֽיִם: יְהַלְלוּ אֶת שֵׁם יְיָ, כִּי הוּא צִוָּה וְנִבְרָֽאוּ: וַיַּעֲמִידֵם לָעַד לְעוֹלָם, חָק נָתַן וְלֹא יַעֲבוֹר:

Junte los pies y de una mirada al Sol antes de recitar la siguiente bendicion.UNa vez comenzada esta, no se mira más al Sol.
Bendito eres tú, Ado-nai nuestro Di-s, Rey del universo, que restablece la obra de la Creación
בָּרוּךְ אַתָּה יְיָ, אֱלֹהֵֽינוּ מֶֽלֶךְ הָעוֹלָם, עֹשֵׂה מַעֲשֵׂה בְרֵאשִׁית:

Bendito eres tú, Ado-nai nuestro Di-s, Rey del universo, que nos ha concedido vida, nos sostuvo, y nos hizo posible llegar a esta ocasión.
בָּרוּךְ אַתָּה יְיָ, אֱלֹהֵֽינוּ מֶֽלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁהֶחֱיָֽנוּ וְקִיְּמָֽנוּ וְהִגִּיעָֽנוּ לִזְמַן הַזֶּה:

Para el Director del Coro; un Salmo por David: Los cielos relatan la gloria del Todopoderoso; el firmamento proclama la obra de Sus manos. Día a día fluye el habla; noche a noche expresa conocimiento. No hay dicho, no hay palabras; la voz de ellos es inaudible. Su arco se extiende a través del mundo; su mensaje hasta los confines de la tierra. El fijó en ellos [en los cielos] un pabellón para el sol que es cual un novio que sale de su palio nupcial, cual un hombre fuerte alegrándose de correr por el camino. Su salida es en un extremo de los cielos, y su órbita abarca los otros extremos; nada se oculta de su calor. La Torá de Adonái es perfecta, restaura el alma; el testimonio de Adonái es fidedigno, hace sabio al necio. Los preceptos de Adonái son rectos, alegran el corazón; la mitzvá de Adonái es clara, ilumina los ojos. El temor de Adonái es puro, perdura para siempre; los juicios de Adonái son verdad, todos ellos juntos son justos. Son más deseables que el oro, que mucho oro fino; más dulces que la miel o que las gotas que destila el panal. En verdad, Tu servidor es escrupuloso con ellos; en su observancia hay abundante recompensa. Sin embargo, ¿quién puede discernir los males involuntarios? Límpiame de los pecados ocultos. Asimismo, detén a Tu servidor de los pecados voluntarios; no permitas que me dominen; entonces seré inmaculado y me mantendré limpio de la transgresión flagrante. Sean las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón aceptables ante Ti, Adonái, mi Fortaleza y mi Redentor. 2

לַמְנַצֵּֽחַ מִזְמוֹר לְדָוִד: הַשָּׁמַֽיִם מְסַפְּרִים כְּבוֹד אֵל, וּמַעֲשֵׂה יָדָיו מַגִּיד הָרָקִֽיעַ: יוֹם לְיוֹם יַבִּֽיעַ אֹֽמֶר, וְלַֽיְלָה לְלַֽיְלָה יְחַוֶּה דָּֽעַת: אֵין אֹֽמֶר וְאֵין דְּבָרִים, בְּלִי נִשְׁמָע קוֹלָם: בְּכָל הָאָֽרֶץ יָצָא קַוָּם וּבִקְצֵה תֵבֵל מִלֵּיהֶם, לַשֶּֽׁמֶשׁ שָׂם אֹֽהֶל בָּהֶם: וְהוּא כְּחָתָן יֹצֵא מֵחֻפָּתוֹ, יָשִׂישׂ כְּגִבּוֹר לָרוּץ אֹֽרַח: מִקְצֵה הַשָּׁמַֽיִם מוֹצָאוֹ, וּתְקוּפָתוֹ עַל קְצוֹתָם, וְאֵין נִסְתָּר מֵחַמָּתוֹ: תּוֹרַת יְיָ תְּמִימָה מְשִֽׁיבַת נָֽפֶשׁ, עֵדוּת יְיָ נֶאֱמָנָה מַחְכִּֽימַת פֶּֽתִי: פִּקּוּדֵי יְיָ יְשָׁרִים מְשַׂמְּחֵי לֵב, מִצְוַת יְיָ בָּרָה מְאִירַת עֵינָֽיִם: יִרְאַת יְיָ טְהוֹרָה עוֹמֶֽדֶת לָעַד, מִשְׁפְּטֵי יְיָ אֱמֶת, צָדְקוּ יַחְדָּו: הַנֶּחֱמָדִים מִזָּהָב וּמִפַּז רָב, וּמְתוּקִים מִדְּבַשׁ וְנֹֽפֶת צוּפִים: גַּם עַבְדְּךָ נִזְהָר בָּהֶם, בְּשָׁמְרָם עֵֽקֶב רָב: שְׁגִיאוֹת מִי יָבִין, מִנִּסְתָּרוֹת נַקֵּֽנִי: גַּם מִזֵּדִים חֲשֹׂךְ עַבְדֶּֽךָ, אַל יִמְשְׁלוּ בִי, אָז אֵיתָם, וְנִקֵּֽיתִי מִפֶּֽשַׁע רָב: יִהְיוּ לְרָצוֹן אִמְרֵי פִי וְהֶגְיוֹן לִבִּי לְפָנֶֽיךָ, יְיָ צוּרִי וְגֹאֲלִי:

Canción para las Ascensiones: Alzo mis ojos a las montañas — ¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda vendrá de Adonái, Hacedor del cielo y la tierra. El no permitirá que resbale tu pie; tu guardián no dormita. En verdad, el Guardián de Israel no dormita ni duerme. Adonái es tu guardián; Adonái es tu sombra protectora a tu diestra. El sol no te dañará de día, ni la luna de noche. Adonái te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Adonái cuidará tu ida y tu venida desde ahora y para siempre. 3

שִׁיר לַמַּעֲלוֹת, אֶשָּׂא עֵינַי אֶל הֶהָרִים, מֵאַֽיִן יָבוֹא עֶזְרִי: עֶזְרִי מֵעִם יְיָ, עֹשֵׂה שָׁמַֽיִם וָאָֽרֶץ: אַל יִתֵּן לַמּוֹט רַגְלֶֽךָ, אַל יָנוּם שֹׁמְרֶֽךָ: הִנֵּה לֹא יָנוּם וְלֹא יִישָׁן, שׁוֹמֵר יִשְׂרָאֵל: יְיָ שֹׁמְרֶֽךָ, יְיָ צִלְּךָ עַל יַד יְמִינֶֽךָ: יוֹמָם הַשֶּֽׁמֶשׁ לֹא יַכֶּֽכָּה, וְיָרֵֽחַ בַּלָּֽיְלָה: יְיָ יִשְׁמָרְךָ מִכָּל רָע, יִשְׁמֹר אֶת נַפְשֶֽׁךָ: יְיָ יִשְׁמָר צֵאתְךָ וּבוֹאֶֽךָ, מֵעַתָּה וְעַד עוֹלָם:

Alabad a Dios. Alabad a Dios en Su santidad, alabadlo en el firmamento de Su poder. Alabadlo por Sus poderosos actos; alabadlo conforme a Su abundante grandeza. Alabadlo con el son del shofar; alabadlo con arpa y lira. Alabadlo con pandero y danza; alabadlo con instrumentos de cuerda y flauta. Alabadlo con platillos resonantes; alabadlo con platillos altisonantes. Que todo ser que tiene alma alabe a Dios. Alabad a Dios. 4

הַלְלוּיָהּ, הַלְלוּ אֵל בְּקָדְשׁוֹ, הַלְלֽוּהוּ בִּרְקִֽיעַ עֻזּוֹ: הַלְלֽוּהוּ בִּגְבוּרֹתָיו, הַלְלֽוּהוּ כְּרֹב גֻּדְלוֹ: הַלְלֽוּהוּ בְּתֵֽקַע שׁוֹפָר, הַלְלֽוּהוּ בְּנֵֽבֶל וְכִנּוֹר: הַלְלֽוּהוּ בְּתֹף וּמָחוֹל, הַלְלֽוּהוּ בְּמִנִּים וְעֻגָב: הַלְלֽוּהוּ בְּצִלְצְלֵי שָֽׁמַע, הַלְלֽוּהוּ בְּצִלְצְלֵי תְרוּעָה: כֹּל הַנְּשָׁמָה תְּהַלֵּל יָהּ הַלְלוּיָהּ:

Nuestros Sabios enseñaron: Quien ve el Sol en su clímax debe decir “Bendito el que restablece la obra de la Creación” ¿Y cuando ocurre esto? Abaie dice: cada 28 años, cuando el ciclo comienza de nuevo, y el mes equinoccio de Nisan cae en Saturno, en la víspera de un martes, entrando en miércoles. . 5
תָּנוּ רַבָּנָן: הָרוֹאֶה חַמָּה בִתְקוּפָתָה, אוֹמֵר בָּרוּךְ עוֹשֵׂה בְרֵאשִׁית. וְאֵימַת הֲוֵי? אָמַר אַבַּיֵי: כָּל כ"ח שְׁנִין, וַהֲדַר מַחֲזוֹר, וְנָפְלָה תְּקוּפַת נִיסָן בְּשַׁבְּתָאִי, בְּאוּרְתָּא דִתְלַת, נַגְהֵי אַרְבַּע:

Para el Director del Coro; un canto con música instrumental; un Salmo. Dios tenga gracia con nosotros y nos bendiga, que haga resplandecer Su semblante sobre nosotros para siempre; para que sea conocido Tu camino en la Tierra, Tu salvación entre todas las naciones. Las naciones Te alabarán, Dios, todas las naciones Te alabarán. Las naciones se alegrarán y cantarán jubilosamente, pues Tú juzgarás a los pueblos con justicia y guiarás a las naciones de la tierra para siempre. Los pueblos Te alabarán, Dios, todos los pueblos Te alabarán, pues la tierra habrá rendido su fruto y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá. Dios nos bendecirá; y todos, desde los más remotos rincones de la tierra, Le temerán. 6

לַמְנַצֵּֽחַ בִּנְגִינֹת מִזְמוֹר שִׁיר: אֱלֹהִים יְחָנֵּֽנוּ וִיבָרְכֵֽנוּ, יָאֵר פָּנָיו אִתָּֽנוּ סֶֽלָה: לָדַֽעַת בָּאָֽרֶץ דַּרְכֶּֽךָ, בְּכָל גּוֹיִם יְשׁוּעָתֶֽךָ: יוֹדֽוּךָ עַמִּים אֱלֹהִים, יוֹדֽוּךָ עַמִּים כֻּלָּם: יִשְׂמְחוּ וִירַנְּנוּ לְאֻמִּים, כִּי תִשְׁפֹּט עַמִּים מִישֹׁר, וּלְאֻמִּים בָּאָֽרֶץ תַּנְחֵם סֶֽלָה: יוֹדֽוּךָ עַמִּים אֱלֹהִים, יוֹדֽוּךָ עַמִּים כֻּלָּם: אֶֽרֶץ נָתְנָה יְבוּלָהּ, יְבָרְכֵֽנוּ אֱלֹהִים אֱלֹהֵֽינוּ: יְבָרְכֵֽנוּ אֱלֹהִים, וְיִירְאוּ אוֹתוֹ כָּל אַפְסֵי אָֽרֶץ:

A nosotros incumbe alabar al Amo de todo, ensalzar al Creador de toda la existencia, porque no nos ha hecho como a [el resto de] las naciones del mundo, ni nos hizo ser como las [demás] familias de la tierra; no nos ha asignado una porción como la de ellos, ni una suerte como la de todas sus multitudes, pues éstas se prosternan ante la vanidad y la nada. Mas nosotros nos arrodillamos, prosternamos y ofrecemos alabanzas ante el supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea, que extiende los cielos y establece la tierra, que el asiento de Su gloria se encuentra en los cielos en lo alto, y que la morada de Su majestad está en lo más elevado de las alturas. El es nuestro Dios; no hay otro. En verdad, El es nuestro Rey; no hay nada fuera de El, tal como está escrito en Su Torá:’ Conoce este día y lleva a tu corazón que Adonai es Dios; en los cielos arriba y sobre la tierra debajo, no hay nada más. 7

עָלֵֽינוּ לְשַׁבֵּֽחַ לַאֲדוֹן הַכֹּל, לָתֵת גְּדֻלָּה לְיוֹצֵר בְּרֵאשִׁית, שֶׁלֹּא עָשָֽׂנוּ כְּגוֹיֵי הָאֲרָצוֹת, וְלֹא שָׂמָֽנוּ כְּמִשְׁפְּחוֹת הָאֲדָמָה, שֶׁלֹּא שָׂם חֶלְקֵֽנוּ כָּהֶם, וְגוֹרָלֵֽנוּ כְּכָל הֲמוֹנָם, שֶׁהֵם מִשְׁתַּחֲוִים לְהֶֽבֶל וְלָרִיק. וַאֲנַֽחְנוּ כּוֹרְעִים וּמִשְׁתַּחֲוִים וּמוֹדִים לִפְנֵי מֶֽלֶךְ מַלְכֵי הַמְּלָכִים, הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא. שֶׁהוּא נוֹטֶה שָׁמַֽיִם וְיוֹסֵד אָֽרֶץ, וּמוֹשַׁב יְקָרוֹ בַּשָּׁמַֽיִם מִמַּֽעַל, וּשְׁכִינַת עֻזּוֹ בְּגָבְהֵי מְרוֹמִים. הוּא אֱלֹהֵֽינוּ אֵין עוֹד, אֱמֶת מַלְכֵּֽנוּ, אֶֽפֶס זוּלָתוֹ, כַּכָּתוּב בְּתוֹרָתוֹ: וְיָדַעְתָּ הַיּוֹם וַהֲשֵׁבֹתָ אֶל לְבָבֶֽךָ, כִּי יְיָ הוּא הָאֱלֹהִים, בַּשָּׁמַֽיִם מִמַּֽעַל וְעַל הָאָֽרֶץ מִתָּֽחַת, אֵין עוֹד:

Y en consecuencia confiamos en Ti, Adonai nuestro Dios, que podarnos muy pronto ver el esplendor de Tu poderío, para desterrar la idolatría de la tierra — y los falsos dioses serán totalmente destruidos; para perfeccionar el mundo bajo la soberanía del Todopoderoso. Entonces toda la humanidad invocará Tu Nombre, para encauzar a Ti a todos los malvados de la tierra. Entonces todos los habitantes del mundo reconocerán y sabrán que ante Ti debe prosternarse toda rodilla, toda lengua debe jurar [por Tu Nombre]. Ante Ti, Adonai nuestro Dios, se inclinarán y prosternarán, y a la gloria de Tu Nombre darán honra; y ellos todos asumirán el yugo de Tu reinado. Que pronto reines sobre ellos por siempre jamás, pues el reinado es Tuyo, y por toda la eternidad reinarás Tú gloriosamente, como está escrito en Tu Torá: Adonai reinará por siempre jamás 8 Y está dicho: Adonai será Rey sobre toda la tierra; ese día Adonai será Uno y Su Nombre uno 9

וְעַל כֵּן נְקַוֶּה לְּךָ יְיָ אֱלֹהֵֽינוּ, לִרְאוֹת מְהֵרָה בְּתִפְאֶֽרֶת עֻזֶּֽךָ, לְהַעֲבִיר גִּלּוּלִים מִן הָאָֽרֶץ, וְהָאֱלִילִים כָּרוֹת יִכָּרֵתוּן, לְתַקֵּן עוֹלָם בְּמַלְכוּת שַׁדַּי, וְכָל בְּנֵי בָשָׂר יִקְרְאוּ בִשְׁמֶֽךָ, לְהַפְנוֹת אֵלֶֽיךָ כָּל רִשְׁעֵי אָֽרֶץ. יַכִּֽירוּ וְיֵדְעוּ כָּל יוֹשְׁבֵי תֵבֵל, כִּי לְךָ תִּכְרַע כָּל בֶּֽרֶךְ, תִּשָּׁבַע כָּל לָשׁוֹן. לְפָנֶֽיךָ יְיָ אֱלֹהֵֽינוּ יִכְרְעוּ וְיִפֹּֽלוּ, וְלִכְבוֹד שִׁמְךָ יְקָר יִתֵּֽנוּ. וִיקַבְּלוּ כֻלָּם עֲלֵיהֶם אֶת עוֹל מַלְכוּתֶֽךָ, וְתִמְלוֹךְ עֲלֵיהֶם מְהֵרָה לְעוֹלָם וָעֶד. כִּי הַמַּלְכוּת שֶׁלְּךָ הִיא, וּלְעוֹלְמֵי עַד תִּמְלוֹךְ בְּכָבוֹד, כַּכָּתוּב בְּתוֹרָתֶֽךָ: יְיָ יִמְלֹךְ לְעֹלָם וָעֶד: וְנֶאֱמַר: וְהָיָה יְיָ לְמֶֽלֶךְ עַל כָּל הָאָֽרֶץ, בַּיּוֹם הַהוּא יִהְיֶה יְיָ אֶחָד וּשְׁמוֹ אֶחָד:


Para los hebreos del mundo el Birkat Hajama o la Bendición del Sol es una festividad muy importante ya que se celebra nada mas y nada menos que cada 28 años!. Sí, así de frecuente es esta celebración. Birkat Hajama significa literalmente “la Bendición del Sol”. Esta bendición es recitada una vez cada 28 años, cuando el sol llega al punto en que se encontraba en el momento de su creación en el momento exacto del día y en el mismo día de la semana.El miércoles 8 de abril de 2009, tras el amanecer y antes de que pase la cuarta parte del día, judios de todo el mundo saldran a lugares desde donde se vea el sol y recitarán la bendición.Desde un punto de vista astronómico, nada inusual ocurrirá. El sol, la luna, los planetas y las estrellas no estarán alineadas de ninguna forma específica. El orden de los cuerpos celestiales ni siquiera se parece a la manera en que estaban en la época de la creación. Birkat Hajama marca la llegada del sol a una específica (y no inusual) posición la misma que ocupó en el momento de su creación en el mismo momento de la semana en que fue creado.
¿POR QUE TIENE LUGAR UNA VEZ CADA 28 AÑOS?
De acuerdo con la tradición, el sol fue creado en el momento del equinoccio de primavera que coincidió con el primer momento del cuarto día de la creación. Cuando el sol llega nuevamente a ese punto de partida en el momento exacto del día y en el mismo día de la semana.
De acuerdo con los cálculos astronómicos del sabio del siglo 3 Shmuel, la duración de un año solar es de 365.25 días, o 52 semanas mas 1 ¼ días. De aquí se deriva que precisamente un año después de la creación, cuando el sol retorna a su posición original, será 1 ¼ días (un día y seis horas) más tarde en la semana. Tras dos años será 2 ½ días después en la semana. Sólo después de 28 años, el sol volverá a esa posición en el mismo momento al comienzo del “cuarto día”, miércoles.
Esperemos que todas las bendiciones sean escuchadas y contemos con muchos mas y mas grandes proyectos y avances en la generación de energia solar.